🇸🇪«Los países nórdicos se han llevado súper bien siempre». Bueno, JEJE, nop. «Bringing Home the Body of King Charles XII», además de ser una obra impresionante representa uno de los momentos cruciales de la historia de Suecia y de sus enfrentamientos con Noruega. #HiloNórdico 🧵
Este cuadro, (título original Karl XII:s likfärd) lo pintó el sueco Gustaf Cederström en 1878 en París para la Exposición Universal del mismo año y está expuesto en el Museo de Arte de Gotemburgo. En realidad, lo pintó dos veces, el del Nationalmuseum de Estocolmo es de 1884.
Las diferencias entre uno y otro son muy curiosas, os las explico luego. Pero lo que nos interesa de este cuadrazo (porque es enorme, 256 × 370 cm) es el momento que recoge: la repatriación del cuerpo de Carlos XII de Suecia, asesinado en Noruega durante el sitio de Fredriksten.
Este sitio tuvo lugar dentro de lo que se conoce como La Gran Guerra del Norte, una serie de conflictos en el norte de Europa que se dieron entre 1700 y 1721 para ver quién se hacía con el control del Mar Báltico.
Se enfrentaron Suecia (entonces una de las primeras potencias europeas y la dominante en el Norte) y una coalición formada por Rusia, Dinamarca y Noruega (que entonces estaban unidas), la República de las Dos Naciones (que eran Polonia y Lituania) y Sajonia.
Al inicio del conflicto Suecia tuvo bastante éxito y en 1700 derrotó al ejército ruso, sustancialmente más numeroso, en la batalla de Narva; pero la cosa cambió en 1709 en la batalla de Poltava. El ejército ruso, bajo el zar Pedro I infligió a Carlos XII una aplastante derrota.
En 1721 se puso fin al conflicto con el Tratado de Nystad. Suecia salía derrotada y perdía su puesto en favor del recién estrenado ese mismo 1721 Imperio Ruso, ahora potencia mundial de primer orden al obtener acceso al Báltico. Europa quedaba así ⬇️
Para Suecia suponía el fin del Imperio Sueco –iniciado en 1611 por Gustavo II Adolfo de Suecia Vasa– y comenzaba la Era de la Libertad, un periodo marcado por la limitación del poder del rey y gran desarrollo de las ideas de la Ilustración, economía, la ciencia y la literatura.
Bueno, pues en medio de todos estos saraos Suecia llevaba un tiempo intentando hacerse con Noruega, algo debilitada por los costes económicos y humanos de La Gran Guerra del Norte. Por eso el rey Carlos XII de Suecia llevó a cabo varias campañas contra Noruega en varios lugares.
Y una de ellas, en 1718, fue un ataque a la fortaleza noruega de Fredriksten, en la ciudad de Fredrikshald (hoy Halden). En medio de este asedio, mientras Carlos XII inspeccionaba las líneas de tropas y las trincheras… pum. Un proyectil en la sien lo mató.
Esto puso fin al ataque a Fredriksten, la invasión fue suspendida y se acabó el asedio y la guerra. Y el cuerpo del rey, pues repatriado a Suecia, aunque no exactamente como veis en el cuadro.
Los uniformes sí son históricos, pero la escena en sí es ficción y fantasía. El cuerpo de Carlos XII no se transportó en una camilla a hombros de soldados y ahí al fresquete nórdico durante días, no.
Porque, a ver, como escena queda impactante, pero logísticamente igual no es la mejor idea lo de llevar al señor muerto ahí expuesto y a pulso… En realidad se llevó dentro de un ataúd de pino dentro de un carro y no de día, sino de noche.
No hay consenso sobre qué ruta siguieron hacia Suecia, pero sí en que eran rutas planas, por lo que el paisaje montañoso y nevado es otro añadido ficticio, pero con base en un hecho real, y es que el cuadro mezcla el retorno del cuerpo con la retirada del ejército carolino.
Conocida como la Marcha de la Muerte o la Catástrofe de Øyfjellet fue una retirada liderada por el teniente general Carl Gustaf Armfeldt donde alrededor de 4000 soldados carolinos murieron congelados atrapados en una tormenta de nieve a través de las montañas de Jämtland.
Y ahora, al turrón del cuadro. Cederström era MEGAFAN de Carlos XII, tanto que le puso a su hija Carola en su honor. Y quería que el cuadro fuese súper realista, así que no solo hizo un porrón de bocetos primero sino que se gastó una pasta en recrear la escena para pintarla.
Contrató modelos parisinos a los que vistió con uniformes históricos traídos desde Suecia hasta París, hizo construir una camilla en la que tumbó al rey modelo y lo llenó todo de sal emulando a la nieve. También le sirvieron de modelos figuras elaboradas en cera por él mismo.
El pobre se lo curró mogollón, pero no las tenía todas consigo porque alguna de sus anteriores obras habían recibido unas críticas regulinchis. Su maestro le animó a pintarlo y, aunque le costó varios disgustos, al final, se llevó la medalla al segundo premio en la exposición.
Y así el cuadro se hizo famosísimo en toda Europa. Tanto que el Gran Duque Constantino Constantínovich de Rusia lo compró por 22000 francos para ponerlo en el Palacio de Mármol, su chocica de San Petesburgo.
¿Problem? Sentó un poco mal a los suecos que consideraron tremendo desaire que el tributo funerario al rey guerrero hubiera ido a parar al país enemigo contra el que había luchado (ya habéis visto que Suecia y Rusia tuvieron unas relaciones históricas digamos un poco… tensas).
Total, que un montón de nobles se montaron un crowdfunding de la época y recaudaron 11000 coronas suecas para que Cederström lo pintase otra vez. El 30 de noviembre de 1884, aniversario de la muerte de Carlos XII, firmó el lienzo y lo entregó al museo de Estocolmo.
Este segundo cuadro lo empezó en París, pero lo terminó en Suecia y, aunque se basó en los bocetos del primero, tiene notables diferencias. Sobre todo en los modelos que usó para pintarlos. Los de 1878, al estar en París, eran modelos mayormente parisinos.
Antes os los he puesto las dos versiones aleatoriamente, ahora os las voy a poner juntas.
✅Izquierda: la obra de 1878.
✅Derecha: la de 1884. En esta ocasión los modelos eran mayormente suecos, y se puede observar perfectamente que son más rubios y de ojos azules.
Además, como estaba en Suecia decidió retratar a algunos colegas, familiares y a sí mismo. El soldado con la cabeza vendada tiene la cara de su hermano, la niña junto al cazador la de su hija Carola y el soldado que encabeza la procesión… la suya (esto en las dos versiones).
¡Y colorín, colorado, este #HiloNórdico se ha terminado! Es uno de los cuadros que más me impresionó visitando el Nationalmuseum en Estocolmo estos días y me apetecía mucho contaros la historia que hay detrás de él. Si os ha gustado, podéis darle like y RT al tuit principal 🖤
Y si queréis leer más:
📜Bain, Robert Nisbet. Scandinavia: A Political History of Denmark, Norway and Sweden from 1513 to 1900. Facsim. ed, Cambridge University Press, 2013.
📜Livrustkammaren (Sweden), editor. The Royal Armoury: 500 Years of Royal History. Livrustkammaren, 2019.
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