Navidad de 1989. Rumania. El dictador Nicolae Ceaucescu y su esposa Elena son derrocados, condenados a muerte por el nuevo gobierno democrático y fusilados. El hecho simbolizó la caída de un régimen autoritario y represivo de corte estalinista.
[Abro hilo]
Ceaucescu nació el 26 de enero de 1918. A los 14 años se afilió al Partido Comunista Rumano, que era ilegal. Fue arrestado por participar en peleas callejeras y distribuir propaganda antifascista. Con 18 años conoció a Elena Petrescu, quien sería clave en su vida política.
En 1943 fue arrestado y traslado al campo de concentración de Targu Jiu, donde conocería a Gheorghe Gheorghiu-Dej, su mentor. Cuando pasó la guerra Rumania quedó del lado soviético, debido al reparto de Europa. Nicolae, de 27 años, se convirtió en secretario de la UTC.
Al morir Gheorghiu-Dej en 1965 se convirtió en el líder del PCR y en 1967 llegó a la presidencia del Consejo de Estado. Su figura se hizo popular, sobretodo en Occidente. Sacó a Rumania del Pacto de Varsovia y se opuso a la invasión soviética de Checoslovaquia.
Su gusto por el lujo combinaba con Elena, con quien compartía el poder. Se convirtió en el dirigente comunista más viajero, acompañado siempre de su esposa.
Un periplo por la China de Mao y la Corea del Norte de Kim Il-sung le sirvió para crear el perfil del hombre nuevo rumano.
En los medios era llamado “Genio de los Cárpatos” y “Personalidad excepcional del mundo contemporáneo.” No se permitía ninguna crítica ni difusión de noticias que no fuesen elogiosas para el gobierno y su pareja dirigente.
El resultado de su "revolución cultural" fue un autoritarismo sostenido por las atrocidades de la policía y validado por un sector de los intelectuales.
La Securitate (policía política) mantuvo un rígido control sobre los opositores: persiguió, encarceló y asesinó a centenares.
La economía comenzó a dar tropiezos. La independencia económica ahogó el proyecto de industrialización. Un préstamo otorgado por el FMI derivó en serias restricciones a la energía eléctrica y al gas, y al racionamiento de productos de primera necesidad.
El régimen de Ceaucescu “no tenía nada bueno”, afirmó el escritor Radu Pavel Gheo. El adoctrinamiento, la propaganda, el miedo y la opresión estuvieron presentes desde el principio. Aquella Rumania era un país grisáceo, que carecía de los colores que desprende en la actualidad.
El principio del fin estalló en Timisoara, una ciudad industrial. Allí predicaba Lazlo Tokes, un pastor húngaro fuerte crítico del gobierno. En diciembre de 1989 la policía intentó arrestarlo. Miles de personas salieron en su defensa gritando “¡Libertad!” y “¡Despierta, rumano!”
Dos días después el dictador dio orden de disparar contra los manifestantes. Los enfrentamientos, según cifras oficiales, dejaron 1104 muertos y 3552 heridos, aunque los opositores alegraron que murieron muchos más, incluyendo niños aplastados por tanques.
Ceausescu convocó a un acto popular en Bucarest. Entre abucheos y gritos de “¡Timisoara!” “¡Asesinos”! ¡Ratas!” el dictado y su mujer trataban de contener la furia, todo grabado en directo. Sonó un petardo. Las cámaras de televisión dejaron de transmitir. Fue una larga noche.
El viernes 22, las protestas fueron mayores. El “conducator” acusó de traidor al general Vasile Milea (ministro de Defensa) por no haber hecho más amplia la matanza en Timisoara.
El ejército rumano dejó de enfrentar a los manifestantes y cambió de bando.
Sin el apoyo de los militares, la pareja huyó de Bucarest en un helicóptero. Aterrizaron cerca de Targoviste porque las fuerzas armadas habían cerrado el espacio aéreo. La fuga no duró mucho. Fueron detenidos y enviados a una base a 80 kilómetros de la capital.
En un juicio sumario a los Ceaucescu se les acusó de genocidio, dañar la economía rumana, uso de las fuerzas armadas contra civiles y enriquecimiento ilícito. Nicolae los acusó de golpistas. En 2 horas se decretó sentencia de muerte con inmediato cumplimiento.
Las imágenes grabadas muestran la incredulidad en los rostros de la pareja que había gobernado por más de 2 décadas. Elena gritó: “Mátennos juntos.”
Ambos son empujados a un patio exterior y puestos de espaldas a una pared.
Nicolae gritó “¡Viva la Rumania socialista, libre e independiente! ¡La Historia me vengará!” y comenzó a cantar La Internacional, mientras Elena insultaba a los verdugos. Sonaron disparos de los AK-47. Elena no murió de inmediato pese a varios tiros en la cabeza. Fue rematada.
La pareja fue enterrada en Bucarest. En 2010 se exhumaron los cuerpos para certificar las identidades. El Instituto de Medicina Legal de Rumania confirmó mediante las pruebas de ADN que era Nicolae Ceaucescu. Debido al ensañamiento, de Elena no se encontró material suficiente.
La muerte de Ceausescu, líder del Partido Comunista rumano durante 24 años y presidente por 21, marcó el fin de un régimen totalitario. De todas las revoluciones en Europa, la de Rumania fue la más sangrienta.
Poco después, el bloque comunista cayó como un castillo de naipes.
Si llegaste hasta aquí y el hilo te gustó agradecería mucho un RT, MG o FOLLOW.
👋🏻 Hasta la próxima.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.