🧵🧵🧵 Sprink break 2023, fentanilo y playas mexicanas: la receta del desastre para la relación con Estados Unidos.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, esos días de fiesta serán todo menos de descanso.
Abro HILO con la #NaciónCriminal de hoy que carga una alerta.
Abramos el calendario: en la tercera semana de abril se llevarán a cabo las vacaciones de primavera 2023 y esos días son como la “Navidad” de los cárteles: en las playas de la Unión Americana y de México, miles de jóvenes consumirán drogas que comprarán en el mercado negro.
Ese mercado negro está controlado, principalmente, por el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación.
Son los días dorados para los narcotraficantes en los dos lados de la frontera: ni en Navidad van a vender tanta droga con poco esfuerzo y en dólares.
El temor de las autoridades en Estados Unidos es que, buscando drogas para uso recreativo, los norteamericanos ingieran —sin saberlo— fentanilo con cocaína.
Y que las dosis de los “cocineros” mexicanos sean tan altas que los lleven a una sobredosis accidental y mortal.
La @DEAHQ calcula que entre el 5 y 10% de las dosis de cocaína que se venden en las calles de Estados Unidos contienen algún porcentaje escondido de fentanilo, una sustancia 50 veces más adictiva que la heroína.
Repito: hasta un 10 pinches por ciento.
Los cárteles lo usan porque una cantidad muy pequeña genera un efecto muy potente, lo que les permite ahorrar en otras sustancias y maximizar sus ganancias.
Pero se trata de una “receta” peligrosa, pues bastan dos miligramos para detener el corazón de una persona adulta.
Así:
Las muertes por sobredosis de 106 mil estadounidenses en 2021 son motivo de preocupación en un momento muy tenso: el secuestro de cuatro afroamericanos en Tamaulipas, a manos del Cártel del Golfo, tiene enfrentados a ambos países.
El fentanilo está en el centro de esa discusión.
En Estados Unidos, reclaman la inacción de su vecino ante el crimen organizado y su derecho a intervenir en la frontera.
Mientras que en México el presidente defiende su prerrogativa a un plan de acción propio y rechaza la injerencia extranjera.
La relación pende de un hilo.
Y puede desgarrarse en este Spring Break en cualquier playa entre Los Cabos y Tulum y desde Miami Beach hasta Malibú.
Basta la muerte por sobredosis de un joven estadounidense por drogas mexicanas para que el frágil diálogo se deshile.
En nuestro país, hemos estado cerca de esa desgracia: el año pasado, por ejemplo, seis cadetes de la Academia Militar West Point sufrieron infartos cardiacos por sobredosis con fentanilo.
Creyeron que su dealer vendía cocaína e hicieron la compra en Ft. Lauderdale, donde rentaban una casa junto a la playa. Salvaron la vida por un milagro.
Investigaciones de la DEA apuntaron a que se trataba de una mezcla hecha en México por el Cártel de Sinaloa.
Para prevenir una muerte más, autoridades en destinos turísticos en Estados Unidos ya están tomando precauciones: por ejemplo, en el condado de Pinellas, en Florida, desde policías hasta salvavidas a la orilla del mar recibirán este año varias dosis de naloxona.
¿Qué es la naloxona? Una sustancia activa que revierte una sobredosis de opioides y que, literalmente, regresa a un paciente moribundo a la vida. Lo mismo pasa en otros condados de la Bahía de Tampa.
Sin embargo, en México no parece existir esa prevención, a pesar de que este año se espera una histórica oleada de spring breakers, famosos por sus largas fiestas en las que la cocaína suele ser un elemento central de la diversión.
Esto es porque en México la naloxona es un medicamento sumamente controlado, caro y difícil de encontrar, a pesar de que en Estados Unidos ya es de uso común y cuesta apenas dos dólares la dosis.
En febrero de este año, el senador @RicardoMonrealA presentó una iniciativa de ley para eliminar la naloxona de la lista de las sustancias psicotrópicas y que se encuentre disponible como un antídoto seguro y eficaz.
La propuesta no llegó ni siquiera a votarse.
La falta de visión del gobierno mexicano para abastecer a las farmacias de este medicamento podrían ser la diferencia entre la vida o la muerte de un springbreaker que este año consuma, sin saberlo, fentanilo en nuestro territorio.
Y evitar esa muerte causada por cárteles mexicanos, ahora, justo en estos momentos de tensión, debería ser prioridad.
No vaya a ser que la fiesta se convierta en resaca.
O, peor, en otro conflicto diplomático.
Acá pueden escuchar esta historia en formato pódcast. Denle play a la conversación con @LuisCardenasMx para más información.
mvsnoticias.com/entrevistas/20…
Y recuerden que cada miércoles nos escuchamos, en vivo, con @LuisCardenasMx en @MVSNoticias.
Fin del HILO. 🧵🧵🧵
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