Bueno, pues por fin llega el momento de contaros la noticia que todos estabais esperando. Y sí, efectivamente, se trata de la octava monomanía, la tercera de las cinco perdidas. Y de nuevo se publica en @TheLancetNeuro
Lo más interesante de este capítulo de la historia es que estaba a los ojos de todo el mundo, expuesta nada más y nada menos que en el @MuseeLouvre. Os cuento cómo he llegado a la conclusión de que es una de ellas
A lo largo de la historia se han intentado asignar ciertos cuadros de Géricault a la serie de las monomanías. Algunos de ellos no se parecen lo más mínimo a la serie, como este «Retrato de una mujer», de la Eissler Collection, en Viena, que no guarda ningún parecido con la serie
O este, «Retrato de un joven», del Smith College Museum of Art, en Northampton, que finalmente ni siquiera fue atribuido a Géricault, sino a su contemporánea Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson
Pues bien, el cuadro que os presento hoy también había sido propuesto inicialmente como una monomanía, y descartado después afirmando que no lo era. Pero… ¿por qué?
Se trata de «Portrait d'homme, dit le Vendéen», está en la sala 941 del @MuseeLouvre y es este
A primera vista a mí me parecía que el cuadro tenía un estilo y una composición que coincidía con la serie, pero claro, los críticos de arte ya habían dicho hace muchos años que no era de la serie, así que ¿quién era yo para llevarles la contraria?
Por ejemplo, Klaus Berger lo nombraba en su catálogo de 1955 y decía que había sido pintado en el invierno de 1822 a 1823, cuando sabemos que se realizó el resto de la serie. Pero él decía que no era de la serie, la razón en el próximo tuit
Berger decía: «Aunque estilísticamente relacionada con los cuadros de enfermos mentales esta obra no pertenece a esa serie (véase R. D. Solange, "Le Portrait du Vendéen par Géricault" en Bulletin des Musées de France, 1938, Nº. 4)»
Es decir, que concluía que no era de la serie porque así lo había dicho un tal R. D. Solange. Ok, pues si Solange dice que no es, pues no es. Aceptamos barco
Grunchec, otro especialista, en su catálogo de 1978 concluía que tampoco era de la serie ¿las razones? En el siguiente tuit
Grunchec: «A veces se considera erróneamente que este cuadro forma parte de la serie de los locos, pero ni sus dimensiones ni sus características técnicas permiten confirmarlo. K. Berger niega que pertenezca a esta serie, pero data el retrato en la misma época (1822-1823)»
Pero, un momento, las dimensiones SÍ que coinciden con el resto de la serie. De hecho, este cuadro tiene 64’5 x 81’0 cm, y, por ejemplo, el del comandante militar tienen 65’0 x 81’0 cm; es decir, son prácticamente iguales
Pero aun así Grunchec afirmaba que no era de la serie ¿La razón? Pues porque lo había dicho Berger. Y ¿por qué lo había dicho Berger? Pues porque lo había dicho Solange. Pero, un momento… ¿qué es lo que había dicho exactamente Solange?
Solange, o mejor dicho Solange René-Doumic, escribió un artículo en 1938 para Bulletin des Musées de France explicando el cuadro, con motivo de su adquisición por parte del @MuseeLouvre de la obra. Es este
¿Y qué es lo que decía exactamente Solange en su artículo sobre el hombre de la Vendée? La solución en el siguiente tuit
Solange decía: «Los otros cinco retratos habían sido adquiridos por el doctor Maréchal, que se los llevó a Bretaña. Es posible que el Vendéen haya formado parte del lote de este último». Ojo ahí, o sea que para él era posible que perteneciera a la serie
Y luego dice: «otra hipótesis es posible: según la tradición, Géricault se alojó en casa de unos amigos en la Vendée y pintó un retrato de un lugareño vestido a la usanza local. Este gran sombrero es típico de la región»
Es decir, que su primera hipótesis era que realmente pertenecía a la serie perdida, la que se llevó Maréchal. O sea que Berger había escogido (por lo que sea) la opción que le había dado la gana, y luego Grunchec había arrastrado el error
Pero es que además el cuadro tenía la composición que tenía que tener. Y, como hemos visto, las dimensiones que tenía que tener. Pero fruto de la mala interpretación de Berger (nunca sabremos por qué), se había descartado su pertenencia a la serie desde el principio
O sea, que teníamos un cuadro colgado en la sala 941 del @MuseeLouvre que podía ser una monomanía, pero que no estaba catalogada como perteneciente a la serie por errores del pasado. Y, por cierto, está muy cerca de la monomanía de la ludopatía, en la misma sala del Louvre
Y estas fueron mis conjeturas durante muchos meses, pero todavía faltaban más pruebas. Empezaba a estar convencido de que el hombre de Vendée pertenecía a la serie, pero los catálogos de Berger y Grunchec decían que no, a pesar de haber afirmado una cosa que no era cierta
Yo, en aquella época, seguía leyendo textos y textos de los alienistas. Uno que leí con especial fruición fue «Des maladies mentales», de Esquirol, de 1838, donde describía muchos de los casos clínicos de su carrera
Entre sus más de 1600 páginas logré encontrar referencias a la Hiena, o la monomanía de la envidia
Y también hablaba de la ludópata
E incluso de otra más, la del comandante militar
O sea, que algunas de las monomanías conocidas estaban perfectamente descritas en el tratado de Esquirol, así que, si en ese texto se describían 3 cuadros de la serie, tal vez podría encontrar alguna pista del hombre de la Vendée
Este chiste no lo visteis venir
Recuerdo la mañana en el que lo encontré como si fuera ahora mismo. Recuerdo la emoción del momento. Esquirol describía un caso clínico de un enfermo que había nacido en la Vendée, concretamente un monomaníaco
Esquirol achacaba el origen de su enfermedad a los conflictos políticos que habían ocurrido en la Vendée entre 1793 y 1796, cuando, según el alienista, este hombre era todavía un niño
Durante 4 páginas Esquirol hace una descripción del enfermo que es perfectamente compatible con el cuadro. Se trata de un hombre de unos 30 años “que no quería afeitarse”. Y es que además lleva el sombrero típico de la región de la Vendée
Si el origen de su enfermedad ocurrió en la guerra de la Vendée (1793-1796), cuando era un niño, entonces en el momento en que lo pintó Géricault (en 1822-1823) tendría unos 30 años. Todo coincidía
Pero es que, además, las causas políticas era una causa de monomanía tanto para Georget como para Esquirol. De los 1569 pacientes que examinaron juntos en 3 asilos, 69 de ellos se habían vuelto locos precisamente por esta causa
Así que todo cuadraba por fin; la composición, el estilo, las dimensiones, las fechas, las descripciones médicas… Incluso la vestimenta, todos los monomaníacos fueron retratados con vestidos de calle y de invierno
Pero además resulta que Géricault nunca estuvo en la Vendée. O por lo menos así lo afirman algunos historiadores de la época, como Bruno Chenique o Germain Bazin. Y este era, por fin, el último cabo suelto
Todo lleva a la conclusión de que el hombre de la Vendée es un monomaníaco. Y esto fue propuesto ya en 1938, aunque una mala práctica hizo descartarlo como tal desde 1955, por lo que no se continuaron las investigaciones. Y por eso es tan importante ir a las fuentes originales
Y por eso nadie lo había podido relacionar con los textos de los alienistas. Hasta hoy. Así que, con todo ello, podemos decir que tenemos una nueva monomanía, la de los eventos políticos, que se suma a la descubierta en 2021 (monomanía religiosa) y a la de 2022 (borrachera)
Podéis ver el artículo aquí: thelancet.com/journals/laneu…
Y aquí acaba mi turra. Espero que os haya gustado #FinDeLaTurra #BuscadLaBelleza
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