Hola waffles, hoy os traigo una historia muy conocida, pero no por ello menos interesante. Dos adolescentes cometieron “el crimen del siglo” y marcaron a todo un país. Tiempo después, una de ellas reaparecería de la forma más inesperada. Os presento el caso Parker-Hulme.
Antes de trasladarnos al escenario del crimen vamos a conocer a sus protagonistas principales, Pauline Parker Rieper y Juliet Hulme. Dos chicas que pertenecían a mundos muy distintos y que por lógica nunca deberían haberse encontrado. Pero lo hicieron. Vaya que si lo hicieron.
Pauline Yvonne Parker, también llamada Pauline Rieper, nació en Christchurch, Nueva Zelanda, el 26 de mayo de 1938. Sus padres, Herbert Rieper y Honorah Parker, eran jardineros de la Universidad de Canterbury a tiempo parcial, por lo que la economía familiar era muy ajustada.
La vida de Pauline también era complicada por otros motivos: siendo muy pequeña contrajo osteomielitis y estuvo a punto de morir. Aunque salió adelante, padecía fuertes dolores en la pierna, lo que unido a su carácter tímido la convirtió en una niña solitaria en el colegio.
Como se vería más adelante, también había otro detalle: Herbert Rieper y Honorah Parker no estaban casados, con lo que Pauline y su hermana Wendy eran legalmente hijas ilegítimas. Aunque no se sabía públicamente, la presión para esconderlo era brutal.
Nuestra segunda protagonista, Juliet Marion Hulme, vino al mundo en Londres el 28 de octubre de 1938. Su vida no podía ser más distinta a la de Pauline: era de clase acomodada y su padre, el físico Henry Rainsford Hulme, fue uno de los padres de la bomba de hidrógeno británica.
Sí tenía algo en común con Pauline: siendo pequeña contrajo la tuberculosis y su salud se vio muy afectada. Por consejo médico, Juliet fue enviada a vivir a lugares cálidos, primero al Caribe y después a Sudáfrica. Sus padres se quedaron en Inglaterra.
Juliet no se reuniría con sus padres hasta 1948, cuando Henry fue nombrado rector de la Universidad de Canterbury, en Christchurch. La familia se trasladó allí y Juliet empezó a estudiar en el Instituto Femenino de Christchurch. El mismo en el que estudiaba Pauline Parker.
La mala salud de Pauline y Juliet fue lo que las hizo conocerse: ambas estaban exentas de las clases de educación física, y compartían esas horas. Poco a poco fueron descubriendo que tenían otras cosas en común, como su amor por los libros y una imaginación desbordante.
La relación no tardó mucho en tomar un cariz extremadamente intenso: se dieron nombres alternativos (Pauline era Gina y Juliet era Deborah), y empezaron a crear mundos fantásticos en los que pasaban horas y horas, creando historias que pretendían vender “a Hollywood”.
Llegaron a crear hasta una religión propia, con “santos” que eran en realidad actores y cantantes famosos. Aunque sus padres estaban un poco moscas, creían que la relación era buena para ambas, y Juliet y Pauline pasaban prácticamente las 24 horas del día juntas.
Y al final pasó lo que tenía que pasar: alguien (en este caso Herbert y Honorah) empezó a sospechar que la relación de Juliet y Pauline podía ser algo más que una simple amistad intensita, y empezaron los rasgamientos de vestiduras.
¿Eran lesbianas Juliet y Pauline? Juliet lo negaría tajantemente en el futuro, y el diario de Pauline tampoco dice nada sobre el tema. Pero en un mundo en el que la homosexualidad se consideraba una enfermedad mental, era una posibilidad que sus padres no querían oír.
Así pues, los dos matrimonios acordaron separar a las chicas: ya en el verano de 1953 Pauline no fue invitada a pasar las vacaciones con los Hulme, como sí habían hecho otros años. Era el principio de la tragedia que estaba por venir.
En 1954 la vida de los Hulme se desmoronó: Henry dimitió de su puesto en la universidad por problemas con la junta directiva, y la madre de Juliet, Hilda, empezó una relación con otro hombre que acabó provocando el divorcio del matrimonio.
Henry decidió volver a Inglaterra con su hijo Jonathan, e Hilda iba a volver también, sola. Juliet iba a ser enviada de vuelta a Sudáfrica para que su salud no se viera afectada. Las chicas vieron el cielo abierto: si Pauline se iba con ella, podrían estar juntas indefinidamente.
No está muy claro por qué las dos chicas convirtieron a Honorah Parker en el escollo a superar para estar juntas. Tal vez fue porque Honorah fue la que se alegró de forma más evidente de su separación. Tal vez fue porque cambió a Pauline de escuela. O tal vez no haya explicación.
En cualquier caso, las chicas empezaron a tramar un plan fatal para deshacerse de Honorah Parker. El 22 de junio de 1954, doce días antes de la fecha establecida para la partida de los Hulme, lo llevaron a cabo.
La tarde de ese 22 de junio, Pauline y Juliet se fueron a dar un paseo con Honorah y pararon a tomar un té en una cafetería del Victoria Park. Cuando terminaron, las dos adolescentes sugirieron dar un paseo por una zona boscosa del parque.
Cuando se habían internado unos 150 metros en el bosque, Juliet se adelantó y dejó unas piedrecitas de colores en el suelo. Al verlas Honorah se agachó a recogerlas y entonces Pauline sacó del bolsillo el arma del crimen: medio ladrillo metido dentro de unas medias.
Pauline golpeó a su madre en la cabeza una vez, y otra, y otra. Cuando se cansó, Juliet la sustituyó. Se calcula que pudieron ser veinte veces en total. Cubiertas de sangre, las dos adolescentes corrieron hacia la cafetería donde habían tomado el te, gritando y llorando.
A los dueños de la cafetería les dijeron que Honorah se había caído y golpeado la cabeza. Pero cuando la policía llegó e inspeccionó el cadáver, quedó claro que aquello no había sido un accidente: Honorah tenía heridas defensivas en las manos, además de las decenas de golpes.
El ladrillo ensangrentado fue descubierto a pocos metros del cadáver y las dos chicas fueron severamente interrogadas. Finalmente, Pauline confesó el crimen, intentando excluir a Juliet de la ecuación. Fue en vano, claro.
El juicio fue una de las cosas más sensacionalistas de la historia de la prensa, que teniendo en cuenta lo que hay en esos temas es decir MUCHO. Se descubrió que Herbert y Honorah vivían “en pecado”, se habló de la vida disoluta y excéntrica de los Hulme, y por supuesto…
…Por supuesto, la relación entre Pauline y Juliet se analizó hasta límites demenciales. Los diarios de las chicas se hicieron públicos, dentro y fuera de los tribunales. La prensa se frotaba las patitas hablando de depravación, enfermedad mental y “chiquillas con mentes sucias”.
La actitud de las dos adolescentes tampoco ayudó: se mantuvieron impasibles durante el juicio, reaccionando solo cuando se despreciaban sus fantasías. La sociedad se dividió entre los que creían que eso era muestra de su locura y los que opinaban que era muestra de su maldad.
De hecho, la defensa intentó que se las declarase dementes y no hicieron demasiados esfuerzos en disimular que con “demencia” se referían a una posible relación lésbica. La sociedad de los años 50 era UNA COSA, amics.
De todos modos no sirvió de mucho, porque el 28 de agosto, tras apenas dos horas y cuarto de deliberación, el jurado las declaró culpables. Si hubieran sido mayores de edad las hubieran condenado a muerte, pero tenían 16 (Pauline) y 15 años (Juliet).
Así pues, ambas chicas fueron condenadas a prisión “a placer de Su Majestad”, que viene a ser un período indeterminado que se va revisando cada cierto tiempo. Puede resultar en cadena perpetua o, como en el caso de Pauline y Juliet, apenas cinco años.
En 1959 ambas chicas fueron puestas en libertad con nuevos nombres e identidades. Aunque se ha dicho que se les puso como condición no volver a verse, el Secretario de Justicia de la época, Sam Barnett, lo desmintió años más tarde.
Tanto Juliet como Pauline desaparecieron de la vida pública, y de hecho ambas abandonaron Nueva Zelanda al poco de salir de prisión. Parecía que la historia fuera a terminar aquí, pero la vida a veces tiene giros de guión inesperados.
En 1994, un joven director neozelandés llamado Peter Jackson escogió aquel viejo crimen de su país para rodar su primera película “seria”, después de dedicarse al gore. ‘Criaturas celestiales’, protagonizada por unas jovencísimas Kate Winslet y Melanie Lynskey, fue su título.
Como la película tuvo bastante éxito y 40 años después del crimen la prensa seguía siendo igual de carroñera, no fueron pocos los periodistas que empezaron a hurgar para ver qué había sido de Pauline y Juliet. Y lo que descubrieron superó sus sueños más húmedos de amarillismo.
Porque si bien Pauline, que ahora se llamaba Hilary Nathan, vivía una vida anónima en un pueblecito de Kent, la vida de Juliet había sido bastante más notoria: tras trabajar como azafata de vuelo y hacerse mormona, se trasladó a otro pueblecito británico y se dedicó a escribir.
Y no es que no le hubiera ido mal, no: es que era una de las escritoras de novela negra histórica más vendidas del mundo. La creadora de los investigadores Thomas y Charlotte Pitt, y del detective privado William Monk. Juliet Hulme era Anne Perry.
Anne se mostró muy molesta con la revelación sobre su identidad, y llegó a decir que temía que el disgusto matase a su madre, ya muy anciana. Con el tiempo se reconcilió con el hecho y llegó a hablar de ello en prensa y televisión. También siguió escribiendo (y vendiendo).
Anne Perry murió en Los Angeles el pasado 10 de abril, a los 84 años de edad, un día antes de la publicación de su última novela. No sabemos si Hilary Nathan sigue viva. Que se sepa, jamás volvieron a verse.
Espero que os haya gustado. Otro día, si os portáis bien, os cuento la historia del crimen que tardó un siglo en resolverse e inspiró una de las series más famosas de la historia de la televisión.
P.D.: Si os ha gustado os agadeceré la difusión y los RTs con abracitos y unas entradas para ver ‘Macbeth’ en el Astor Opera House.
Bibliografía:
-Anne Perry and the Murder of the Century, Peter Graham
-The Search for Anne Perry: The Hidden Life of a Bestselling Crime Writer, Joanne Drayton
-Asesinas: Cuatro siglos de crímenes con nombre de mujer, Cinzia Tani
Fuentes extra:
-Documentos digitalizados en heavenly-creatures.com
-Documentos digitalizados en la web de la biblioteca pública de Christchurch (christchurchcitylibraries.com/Heritage/Digit…)
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