¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene el nombre de «El Tardón»?
Te lo cuento en este hilo: 🧵
En contra de lo que algunos piensan, la denominación de El Tardón no es por el tiempo en que tardaron en construir el barrio, ni tampoco porque el autobús tardara mucho en llegar.
Según los planos antiguos de Sevilla, este paraje era conocido así desde el siglo XIX.
Era un portazgo y fielato situado al final de la calle San Jacinto, donde se establecieron los monjes basilios antes de trasladarse a intramuros.
Sin embargo, el nombre oficial del barrio varía en función de las fuentes consultadas.
Cerca del actual Colegio Alfares (antiguo Elena Canel) en Juan Díaz de Solís, hubo asentamientos de chabolas y viviendas de autoconstrucción que no contaban con agua corriente ni electricidad.
Por ejemplo, el «barrio máquina» y el «asa del huesero».
La barriada de San Gonzalo fue concebida tras la Guerra Civil, junto a la iglesia del mismo nombre construida en 1942 en el Barrio León, y que fue impulsada por el general Gonzalo Queipo de Llano.
El Tardón como tal se funda en 1952.
Ya en 1957 hubo un acuerdo para que El Tardón se hubiese llamado barrio Virgen de la Esperanza, pero el nombre se cambió al día siguiente por barriada de San Gonzalo.
De hecho, hay varios azulejos con este nombre en Alvar Núñez y Juan Díaz de Solís que dan fe de ello.
Al margen de las distintas denominaciones, se conoce popularmente como El Tardón al conjunto de bloques de fachadas rosas y blancas edificados más allá de López de Gómara.
Las calles fueron rotuladas en 1955 con nombres de conquistadores y literatos relacionados con Sevilla.
El gran éxodo desde el campo a la ciudad que hubo entre 1939 y 1956 provocó un amplio crecimiento de población que obligó a muchas familias a ocupar el extrarradio.
Dadas las nuevas necesidades demográficas, se creó el barrio por decreto del Instituto Nacional de la Vivienda.
Los nuevos inquilinos fueron reubicados en los pisos recién construidos, tras ser desalojados de sus antiguas viviendas del casco histórico y patios de vecinos.
Estas fueron derribadas para ampliar los límites de la ciudad.
El Tardón tiene dos vías principales: la avenida Alvar Núñez y la calle Juan Díaz de Solís, que se cortan en perpendicular por Lorenzo Leal y Rubén Darío.
Las dos primeras desembocan en la prolongación de San Jacinto y Evangelista, respectivamente.
El 18 de septiembre de 1965 tuvo lugar la apertura de la parroquia de San Joaquín, que por entonces se ubicaba en un pequeño local comercial de la plaza de Góngora.
El acto fue presidido por el entonces párroco don Francisco Javier Pérez Mantero.
Ya desde el siglo XIX, en la zona aledaña a la Vega de Triana, proliferaron tejares: fábricas donde se realizaban tejas, cerámicas y ladrillos.
Esta actividad continuó realizándose durante años junto con la alfarería, hasta que dejó de ser rentable y se vendieron los suelos.
El Tardón es una barriada de aluvión como otras tantas surgidas en los últimos años de la autarquía y en los albores del 'baby boom'.
Cada bloque consta de un bajo y cuatro plantas. Se construyeron dos mil viviendas sociales de calidad aceptable y adquiridas mediante compra.
Algunos con dos y otros con tres dormitorios, los pisos contaban con cocina, salón y baño, así como zaguán y lavadero comunes.
Tenían una superficie de entre 42 y 70 metros cuadrados, y estaban muy avanzados para ser de los años previos al desarrollismo.
El Instituto Nacional de la Vivienda fijaba los precios máximos, las formas de pago y otorgaba préstamos que cubrían hasta el 80% del inmueble sin intereses, para ser financiados durante los próximos cincuenta años.
Cada mes iba el cobrador casa por casa, al que había que pagarle una cantidad simbólica correspondiente a la letra.
Según cuentan los más mayores, como en aquellos años las puertas siempre estaban abiertas, el hombre subía hasta el cuarto y se cambiaba a la azotea colindante.
El Tardón está repleto de túneles, plazoletas y callejuelas laberínticas, dispuestas en forma de peine y pobladas por brachitones, acacias y plátanos.
Con el nuevo milenio, algunos de los bloques de pisos más grandes (que contaban con patio interno) añadieron ascensor.
Juan Díaz de Solís, una de las dos arterias principales del barrio, fue llamada en tiempos Camino de los Gordales y de los Botijeros.
En esta calle han nacido figuras tan insignes como Isabel Pantoja, los Morancos, Chiquetete, y Lole y Manuel.
Antes de ser asfaltado a comienzos de los 2000, al llover se formaban charcas y barrizales en el suelo terrizo donde incluso aparcaban los coches.
Entre ellos, se colaba el afilador Santi, al que recuerdo, de niño, montado en su bicicleta con su inseparable armónica.
Frente al Tardón, se levantó en 1958 la barriada del Carmen. Sus torres son vistas desde el Aljarafe y cuenta con pisos marcados por la sobriedad expresiva del racionalismo arquitectónico.
Como curiosidad, no hay locales comerciales en ninguna de sus calles peatonales.
Ya mucho después sería construida la barriada de Los Ángeles, en el flanco de El Tardón más próximo a Alvar Núñez.
Los mercados allí abiertos afectaron a las antiguas tiendas de comestibles del barrio, como la de Félix o Sacramento.
La calle López de Gómara, muy próxima a El Tardón, es reconocible a través del tiempo:
Aunque el parque móvil sí ha cambiado bastante:
Y, si te quedabas sin gasolina, siempre estaba la estación de servicio que se encontraba al lado del colegio San José de Calasanz.
El Tardón siempre se ha nutrido de otros comercios establecidos en las calles cercanas, como el mercado de Triana, la aceitera situada junto a las cocheras y las míticas calesitas.
Hoy, más de medio siglo después de su construcción, El Tardón sigue conservando su esencia.
Al pasear bajo los balcones que cuelgan hacia las calles, se respira el ambiente alegre y acogedor propio de la gente de Triana.
Y hasta aquí el hilo de hoy, quizás el más especial para mí, dado que El Tardón es el barrio que me vio nacer. Espero que os haya gustado y muchas gracias si habéis llegado hasta aquí. 😊
Fuente: Diccionario Histórico de las calles de Sevilla | El diario de Triana.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.