Emilio Tejera (emilio-tejera.blogspot.com) Profile picture
Escritor por amor a primera vista, siempre con una historia en marcha. Científico apasionado por la divulgación. Hallaréis textos míos en https://t.co/xJS3Y5topL

Oct 8, 2023, 30 tweets

Vamos a aprovechar que Armenia vuelve a estar (por desgracia, como suele ocurrir, por razones tristes) de rabiosa actualidad para hablar de un episodio histórico curioso.

La época en que Madrid fue capital de Armenia, y por allí se paseó su rey.

Dentro 🧵

Armenia, además de ser un país bellísimo y con muchas leyendas (se supone que el Arca de Noé anda por ahí), tiene una larga tradición de reino cristiano.

A ese reino le han invadido muchas veces, y sus habitantes se han visto obligados a emigrar con frecuencia. Tanto que, tras la conquista por parte de los selyúcidas, los refugiados huidos de Armenia formaron un reino en la costa hoy turca denominado Cilicia, o La Pequeña Armenia.

Pero como los súbditos musulmanes de este reino no estaban a gusto con esos gobernantes (los cuales habían emparentado con una casa francesa), apoyaron a los mamelucos de Egipto cuando les invadieron. Y los mamelucos se llevaron secuestrado al rey armenio León V en 1375 al Cairo

¿Qué hizo León V al llegar a su lugar de encierro? Pues lo que haríamos todos: llorar como un bendito y dedicarse a mandar cartas desesperado a todo el mundo para que intentaran rescatarle.

Sus cartas eran una llorera continua: que si él era un buen rey. Que si los reyes cristianos tenemos que ayudarnos entre nosotros. Que si anda, estiraos un poco, que aquí hace mucho calor y lo paso fatal…

Tanto dio la brasa durante 7 años que al final convenció a alguien, al rey castellano Juan I, que pagó su rescate (el cual incluyó dinero y varios halcones que encandilaron al sultán), aunque también contribuyó el rey Pedro IV de Aragón.

Cuando fue liberado, León V fue a verles a ambos a sus respectivas cortes para agradecerles el gesto… y para seguir llorando. “Oye, ¿tú no me podrías echar una manita para recuperar mi reino?”.

El rey de Aragón respondió que él estaba muy contento con los armenios y con que un antecesor suyo le hubiera regalado a Tarragona las reliquias de Santa Tecla… pero que Turquía le pillaba muy a desmano y no estaba por la labor.

Juan I de Castilla le contestó más o menos lo mismo. Pero como estaba muy feliz (se acababa de casar) le dijo que, si quería, le dejaba un par de ciudades castellanas que le sobraban.

Así que le regaló Andújar, Villareal (hoy Ciudad Real) y Madrid, que entonces no era demasiado grande (era un pueblo de Castilla, conquistado a los musulmanes, sin mayor trascendencia).

Además, le asignó una renta bastante considerable, que penas con pan son menos penas.

Pero claro, los nobles de las zonas que le habían sido asignadas se mosquearon un poco. Que eso de que te regalen a un señor que no conoces de nada, como que no. Se quejaron al rey de que se había pasado un poco. Y Juan I recapacitó, pensando que había sido demasiado generoso.

Así que promulgó una ley que prohibía que León V vendiera ninguno de los territorios que le había adjudicado y ordenó que, cuando éste muriera, dichos municipios volvieran a la corona de Castilla.

León V (ahora León I de Madrid, capital de Armenia; dicen que la eligió como capital porque le gustó el sitio) trató de portarse bien con sus nuevos territorios: se comprometió a no despedir a los funcionarios que había, y además bajó impuestos.

Se instaló en el Alcázar (donde hoy está el Palacio Real), reformó sus torres, y caminaba sin escolta por las embarradas calles del pueblo. Aun así, sus nuevos súbditos le cantaban coplillas de mofa: «Dicen que de la Armenia nos viene un señor, guárdenos Dios de tan real favor»

O esta otra: «si la villa fuera silva la guardaría el León. Mas es tierra castellana, no queremos tal señor».

La pinta que tenía de persona procedente de tierras exóticas (se parecía demasiado a los enemigos musulmanes de la Península), por lo visto, tampoco ayudaba.

Pero León V se portaba bien: hasta peregrinó a Compostela (por lo visto, le dio una pájara en Segovia: le sentaba mal “el aire serrano”). Aunque, claro, siguió haciendo lo que más le gustaba: llorar al resto de monarcas europeos para que le ayudaran a recuperar la Pequeña Armenia

De hecho, marchó a una gira por Navarra, Inglaterra y más tarde por París, en este caso para recabar el apoyo del francés Carlos VI (quien era pariente lejano, aunque no se estirara con el rescate). El rey galo le dio…

... una palmada en la espalda, un castillo y otra renta. Que otro hubiera dicho que con eso bastaba, pero León seguía a lo suyo, y trató de mediar en la Guerra de los Cien Años para que ambos bandos se reconciliaran y fueran de cruzada a recuperar Armenia: pero nada, que tampoco

Al final, León V, viendo que no le hacían caso, se quedó en Francia, e ignoró bastante a sus eventuales posesiones en Castilla; de hecho, las Cortes de Madrid le destituyeron sin que León se opusiera, básicamente para certificar lo evidente (eso sí, la renta la seguía cobrando)

Cuando murió, fue enterrado en la catedral de Saint-Dennis. Su cuerpo se perdió en la Revolución Francesa, pero su ostentosa tumba -que aún le señala como Señor de Madrid- sigue allí: seguro que los madrileños fueron a visitarlo en la última final de la Champions, ¿verdad?

Madrid, después de 7 años largos de capitalidad, volvió al anonimato. Claro que quizá le debió de pillar el gusto a eso de ser capital de algo, porque, siglos más tarde… Aunque esa historia ya os la habrán contado en más de una ocasión.

Hoy Madrid recuerda al rey armenio con una calle y algún establecimiento. Por otra parte, su inútil título de rey de Armenia lo heredó Jacobo I de Chipre, quien también coleccionaba reinos inexistentes como el de Jerusalén (ese nombramiento que ahora ostenta Felipe VI)


Cilicia -hoy turca- nunca volvió a ser armenia. Respecto a este último país, no soy yo quién para meterme en la complejidad de la política de Asia central, y por eso no voy a tratar de opinar sobre el avispero de Nagorno-Karabaj…

Pero, si os interesa un poco más la historia de este pueblo, hace un tiempo hice un hilo sobre el genocidio armenio, y su compleja relación con sus vecinos

Y ésta es la historia de cómo León V (aunque, según algunos, debería ser VI) fue durante un breve tiempo rey de Madrid, aunque él nunca renunció a recuperar su reino perdido. Es normal, después de todo, echar de menos tu tierra.

Ya sabéis, si os ha gustado el hilo, retuits, corazoncitos, seguidme, o cread un nuevo reino en alguna parte

Y si os ha gustado el hilo, en esta cuenta los tenemos de muchos tipos de tema: arte, ciencia, literatura... e historia. De hecho, si os molan los reinos olvidados, aquí tenemos uno curioso:

Pasad buen domingo, y no os peguéis con vuestros vecinos. Nos leemos.

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