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Dec 13, 2023, 20 tweets

A Steve Martin lo asociamos a comedias geniales de los 80 o, más recientemente, a la serie #SoloAsesinatosEnElEdificio.

Pero hubo un tiempo en el que fue uno de los más grandes, sorprendentes e innovadores del "stand up", aunque en este #MakeEmLaugh empiece menguando.
HILO🧵⤵️

Antes de aparecer en los principales programas de TV, de vender millones de ejemplares de sus discos y de llenar estadios con sus espectáculos, Steve Martin actuaba en pequeños clubs o bares la mayoría de las veces como telonero de cantantes.

La primera vez que actuó, no había nadie en la sala. El dueño del local le dijo que si a través de las ventanas la gente veía que había alguien actuando a lo mejor entrarían a tomar algo.

Ese era el nivel.

Martin decía que su objetivo prioritario era buscar la originalidad en la comedia. Lo de la fama llegaría casi por casualidad.

Grababa sus actuaciones para ver las reacciones del público y identificar dónde y cómo podría mejorar las bromas.

Apasionado por la magia desde niño, incluyó los trucos como parte de su set cómico, en el que también metía alguna canción y chistes.

Los Smothers Brothers, para los que trabaja como guionista, le dieron la alternativa en TV y demostró sus dotes como "mago".

En un tratado de psicología que leyó en la universidad aprendió que la risa se provoca cuando el cómico genera una tensión al explicar la historia que se libera con el remate final.

El “punchline”, que dicen los estadounidenses.

Pero enemigo como era de las convencionalidades, Martin pensó:
🤔¿Y si no hay “punchline”?
🤔¿Y si parece que voy construyendo un clímax pero nunca llego allí?
🤔¿Cómo liberará el publico esa tensión?

¡De algún modo tendrá que salir!

Así construyó una premisa que marcaría sus espectáculos: cuanto más desconcertado esté el público, mayores serán las carcajadas.

Y lo que es mejor: si no les daba la pauta de dónde reír, cada uno liberaría la risa en el momento que lo necesitara.

Trabajar como guionista en programas de televisión, le permitía hacer sus bolos de stand up.

Pero la cosa no iba a más y se marcó un objetivo, si a los 30 años no había triunfado como cómico, lo dejaría.

Siempre le quedaría el banjo, del que era un virtuoso. #MakeEmLaugh

Este video es de 1975 de una de las muchas veces que fue al programa de Carson.

Pero el boom llegó con el Saturday Night Live. No era miembro del reparto regular, pero lo parecía. Iba como artista invitado un mínimo de dos veces al año y creo grandes personajes y momentos.

La fama adquirida en la televisión le propulsó de los pequeños pubs, a grandes recintos llenos de miles de personas.

Le preocupaba tanto que no le vieran desde lejos que se vistió con un traje de tres piezas blanco que se convertiría en icónico.

Su comedia se basaba tanto en juegos de palabras como en una exuberancia gestual y con el uso de complementos locos que heredó de su pasión por la magia de sus inicios.

Globos, flechas en la cabeza, velas... se convirtieron en artículos habituales en sus actuaciones.

Esa comedia física y visual no le impidió triunfar con sus discos en vivo: “escucharán las risas y aunque no me vean, entenderán lo que estoy haciendo”.

📀Vendió un millón de copias de su primer álbum ‘Let’s get small’ y más del doble con el segundo ‘One wild and crazy guy’.

Los cómicos americanos llaman a sus repertorios “routines”, y precisamente la rutina empezaba a serle incomoda a Steve Martin, pese al éxito que amasaba.

Y pensó que el cine era el vehículo ideal para alargar su popularidad. 🎞️

En 1979 escribió y protagonizó la película ‘The jerk’ (un loco anda suelto), dirigida por el icónico Carl Reiner. Fue un bombazo.

Sus actuaciones en vivo ya no le llenaban como antes y el cine era un pastel muy apetecible al que meter mano.

Su espectáculo acababa con el “solo de guitarra más corto de la historia”. Una guitarra descendía del techo para que Martin, vestido de King Tut, tocara sólo una nota.

Por tres noches consecutivas el instrumento se encalló a medio descenso. Enfurecido, decidió dejarlo. Era 1981.

Steve Martin estuvo 18 años haciendo “stand-up”. Invirtió diez en aprender, cuatro en refinar su técnica y los últimos cuatro en triunfar a lo grande.

Y sin anunciarlo, lo dejó.

No volvió a subirse a un escenario hasta 35 años después, en un tour con su amigo Martin Short.

Vamos a rematar su actuación en The Tonight Show con una última muestra de su comedia innovadora: una broma interactiva con la audiencia televisiva.

¿A que ya no veis a Steve Martin sólo como el tío del pelo blanco de las comedias familiares de vuestra infancia?😉 #MakeEmLaugh

Aquí acaba este #MakeEmLaugh de un genio de la comedia ante el que hay que ponerse siempre en pie. 🙌

Gracias por llegar al final. Espero que os haya gustado tanto como a Steve Martin meterse con Martin Short. Si os apetece compatirlo no os reprimáis. ❤️

Si te ha gustado este hilo #MakeEmLaugh a lo mejor te gustarán también otros que hay agrupados aquí.

Clica en el video y accede a todas estas historias que se publican cada miércoles a las 20.00 horas.

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