Valeria Edelsztein ⭐⭐⭐ Profile picture
Química y educación. Escribo libros. Hago investigación. Tengo un podcast de historias de ciencia #ContemosHistorias ✉️ valearvejita@gmail.com

Jan 11, 2018, 40 tweets

Escapó de los nazis. Fue la madre no reconocida de la fisión nuclear. Rechazó unirse al proyecto Manhattan. Fue ignorada por el comité Nobel.

Tengo un #ContemosHistorias y sé cómo usarlo. ¿Quién me acompaña?

Sin embargo, en 1897, el gobierno austríaco permitió que las mujeres cursaran licenciatura de ciencias y letras. Solo cuatro aprobaron en 1901 el examen de ingreso. Entre ellas, Lise.

Las clases del físico Boltzmann le mostraron un mundo que la fascinó y se doctoró en 1907. Como científica, su futuro en Viena era incierto así que decidió mudarse de su ciudad natal a Berlín.

Allí pidió permiso a Max Planck para asistir a sus clases. Planck sostenía que las mujeres no debían acceder a la universidad pero que era oportuno permitírselo a las que tuvieran un talento extraordinario. Lise, por ejemplo.

Le permitieron también trabajar en un laboratorio. Allí conoció a Otto Hahn junto a quien investigaría sobre radiactividad. Tendría una amistad que duraría 30 años.

En 1912 se construyó el Kaiser-Wilhelm-Institut para física, precedente de los famosos Institutos Max Planck. Recibieron una oferta desigual: para Hahn un puesto de joven científico, para Lise una colaboración gratuita.

Pero Lise no pensaba abandonar. En 1918, junto con Hahn, descubrieron el protactinio, un elemento radiactivo ubicado entre el torio y el uranio.

En 1919, la Sociedad Alemana de Química condecoró a Hahn con la medalla Emil Fischer. Le ofrecieron una copia a Lise pero sin un reconocimiento explícito de su contribución. Ella nunca fue a la ceremonia a recogerla.

En 1920 (aunque lo publicó en 1923), Lise descubrió lo que se conoce como el efecto Meitner. Nah, mentira. Se conoce como efecto Auger porque el francés Pierre Auger lo “descubrió” dos años después, en 1925.

Pese a ser ignorada una y otra vez, todo indicaba que Lise sería una de las grandes figuras de la física moderna. El dúo que formaba con Hahn era casi tan bueno como las salchichas con puré.

Él bombardeaba con neutrones los núcleos de uranio 235, separaba e identificaba los pedazos resultantes; ella armaba el rompecabezas y sugería una explicación física y matemática.

Pero en 1933, con la llegada de Hitler al poder, la situación empezó a ponerse brava para Lise, que provenía de una familia judía.

La privaron de su cargo de profesora universitaria (obtenido en 1919 y siendo la primera mujer en conseguirlo) pero pudo seguir adelante con sus investigaciones por dos motivos: su gran prestigio como científica y su nacionalidad austríaca.

Para esa época, el físico italiano Enrico Fermi aseguró que existían elementos nuevos más allá del uranio, el más pesado hasta ese momento.

Se agregó al dúo un integrante más: Fritz Strassmann. Entre todos, lograron confirmar la existencia de los elementos trasnuránidos. Esto disparó por las nubes el prestigio mundial del instituto donde trabajaban.

Pero los datos experimentales no cerraban del todo con la teoría. Era hora de la especialidad de Lise: buscar una nueva explicación. Así, el trío atómico le dio forma a la teoría de fisión nuclear.

Pero cuando todo estaba listo para una presentación triunfal, estalló la guerra. La situación se volvió insostenible. Alemania anexó Austria en 1938 y Lise tuvo que escapar yendo a parar a Estocolmo.

Desde allí, siguió en contacto con Hahn por medio de cartas. Ambos se reunieron en secreto en Copenhague para planificar nuevos experimentos que darían suficiente evidencia como para respaldar la teoría de la fisión nuclear.

Los experimentos se realizaron en el laboratorio de Hahn en Berlín y se publicaron en enero de 1939. No hay ni una sola referencia a Lise en ese trabajo. link.springer.com/article/10.100…

Poco tiempo después, Lise publicó en la revista Nature la explicación física de estas observaciones junto a su sobrino, Otto Frisch, y llamó al proceso fisión nuclear. nature.com/articles/14323…

Este descubrimiento llevó a algunos científicos exiliados, entre ellos Leo Szilard, a alertar a Albert Einstein acerca de sus posibilidades bélicas. Y a Einstein a escribirle la carta a Roosevelt.

Nunca el físico se arrepentiría tanto de algo como de haber escrito una carta: “Si hubiera sabido que los alemanes no tendrían éxito en producir una bomba atómica, jamás hubiera levantado un dedo".

2 años, 3 meses y 16 días les llevó a los integrantes del Proyecto Manhattan conseguir su objetivo y producir la primera bomba atómica. El resto es historia.

Como tenían que ensayar, eligieron un lugarcito de Nuevo México para detonar a Trinity, una “Bomba-A” basada en plutonio, el 16 de julio de 1945.

Hoy, en ese lugar, existe un monolito cónico de color negro formado por el silicio resultante de la fusión de la arena a causa del calor provocado por la explosión.

En el arsenal de los Estados Unidos quedaban aún dos bombas nucleares: Little Boy y Fat Man, que detonaron en Hiroshima y Nagasaki.

En 1944, Otto Hahn recibió el Premio Nobel de Química por el descubrimiento de la fisión nuclear del uranio y del torio. En ese momento era prisionero de los británicos, quienes buscaban información sobre el fallido esfuerzo alemán para desarrollar una bomba atómica.

Le hicieron escribir a Hahn una carta de aceptación en la que se excusaba por no poder asistir a la entrega.
"El profesor Hahn nos ha informado que no podrá asistir a esta ceremonia."

- Bueno, habrá ido Lise.
- No.
- ¿Cómo qué no? Más despacio, cerebrito…

Lise fue completamente ignorada. Otto Hahn restó importancia a su papel y siempre sostuvo que la partida de Lise de Alemania facilitó “su” descubrimiento porque ella no había sido más que una interferencia en su trabajo.

- ¿Y el otro químico, Strassmann, no dijo nada?
- Sí. Explicó que Lise había liderado el grupo incluso después de su huida, por medio de cartas.
- ¿Y entonces?

Como Lise nunca había podido poner su nombre en el artículo principal del descubrimiento para no terminar en un campo de concentración y Hahn, presionado por la peligrosa situación, “olvidó” las contribuciones de ella…

El comité Nobel no tuvo datos suficientes para reconocer la importancia de Lise en el trabajo y asumió que el descubrimiento se debía casi exclusivamente a Hahn.

-Debe ser el ejemplo más evidente de un hallazgo científico hecho por una mujer que fue obviada por sus colegas.
-Bueno, eso si no contamos a Mary Anning (), Henrietta Leavitt (https://t.co/mfeWPpIL0P), Jocelyn Bell… ¿sigo?
-OK. OK. YA ENTENDÍ.twitter.com/i/moments/9377…
twitter.com/i/moments/9291…

En 1947, Otto Hahn finalmente recogió su Nobel y no mencionó en absoluto los 30 años de colaboración que pasó junto a Lise. Así se terminó de romper la amistad.

Aunque nunca le dieron el Nobel, Lise Meitner sí recibió mucho premios y condecoraciones a lo largo de su vida, algunas incluso compartidas con Hahn.

En 1992, el elemento 109 fue nombrado meitnerio (Mt) en su honor.

Lise murió en Cambridge, el 27 de octubre de 1968.
Todavía se pueden leer en su lápida la frase que mejor la describe: “una física que nunca perdió su humanidad”.

Lise Meitner, la madre de la fisión nuclear.
"Nuestra Madame Curie", como la llamaba cariñosamente Einstein.
Una física que nunca perdió su humanidad.

Contamos para no olvidar.
Esto fue #ContemosHistorias

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