Fran Navarro Profile picture
Historiador de lo macabro. Escritor. En @muyinteresante y @zendalibros. ✉️ contacto@frannavarrobenitez.com

Mar 2, 2018, 10 tweets

LA PRIMERA PIRÁMIDE
"El cielo estaba en su interior y Re amanecía en él" #Hilostoria #Akrópolis

Hablamos de la pirámide de Djoser. Aunque, la verdad es que no es del todo correcto llamarle "pirámide". Más bien fue el resultado de una serie de modificaciones sobre una construcción original.

En origen era una mastaba: una estructura de ladrillo de techo plano con la que se cubrían las tumbas de los primeros faraones. Incluso se discute sobre el destinatario de dicha construcción, posiblemente fuera para un hermano del faraón Djoser.

Esta mastaba era cuadrada, con 63 metros de lado y 8 de altura. Se modificó un par de ocasiones, añadiendo revestimientos de bloques de caliza. Así que imaginaos la mastaba de color blanco, nada del color arena del desierto que vemos hoy día.

Durante la III Dinastía, en el reinado de Djoser, se alargó más la base de esta mastaba, tapando la entrada de hasta once pozos que albergaban tumbas de familiares del faraón.

Parece que es entonces cuando el arquitecto Imhotep decidió construir una gran escalera para que su señor Djoser ascendiera a los cielos. Aquí os dejo a Imhotep pensando en sus cosas

Para lograr esta escalera, Imhotep construyó tres escalones enormes sobre el que ya había. Es decir, construyó tres mastabas más sobre la original. Esta "superposición de mastabas" alcanzó 42 metros de altura. La cosa quedó como la P1 de esta imagen más o menos.

Había nacido la primera pirámide escalonada de la historia. Al faraón Djoser le debió gustar lo impresionante que estaba quedando su tumba. Tanto es así, que ni él ni su arquitecto Imhotep se conformaron. Aquí pillaron al faraón maquinando para mejorarla:

La pirámide escalonada estaba en Saqqara y se les antojó a ellos que se pudiera ver desde Menfis. Pues ala, añadieron dos escalones más, es decir, dos mastabas más, llegando a alcanzar una altura cercana a los 60 metros.

La pirámide de Djoser, en Saqqara. Tal fue la admiración que despertó que, además de inspirar las posteriores pirámides, Imhotep fue divinizado como el dios de la escritura, la arquitectura, la sabiduría y la medicina. Y bien merecido, oye. Hasta aquí este #Hilostoria.

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