Abro hilo para hablaros del histórico acuerdo anunciado ayer por la Comisión Europea y que, de facto, va a transformar la industria del automóvil, inclinándola a los eléctricos más rápido de lo ya esperado.
Si hace unas semanas os hablaba de que daba igual lo que legislara España al respecto de emisiones, la nueva normativa acordada ayer y de la que esperamos poder leer más detalles en breve, hará casi imposible mantener la producción de coches de combustión interna más allá de 2030
El límite de emisiones medias de CO2 de los coches vendidos por cada grupo con presencia en Europa para 2021 está establecido en 95 gramos de CO2 por kilómetro, medidos en condiciones reales. Esto es un consumo medio equivalente de alrededor de 4,1 l de gasolina o 3,6 de gasóleo
La nueva normativa hará que los límites para 2025 sean de 80,75 gramos de CO2 (3,5 litros cada 100 km en gasolina), y de ~60 gramos de CO2 por km en 2030 (2,6 litros cada 100 km en gasolina)
Estos son datos medios de flota. Es decir, se cogen los consumos individuales de cada coche vendido por una marca, se suman, se dividen entre el total de unidades vendidas, y te da la media. Las marcas con coches grandes y potentes lo tendrán más difícil.
El lobby de constructores europeos de automóviles (ACEA), ha vuelto a sacar la excusa de siempre, amenazando con pérdidas de empleos (de miles), y citando imposibilidades técnicas para lograr esos objetivos, en un movimiento de presión ya típico por su parte.
Recordemos que tener que cumplir esos nuevos objetivos tiene además otro problema, y es que tras el dieselgate y todo lo demás, la llegada de nuevos ensayos con conducción real han hecho que los fabricantes tengan todavía que alcanzar los límites actuales.
Y es que los fabricantes, que tenían que tener ya vendiendo coches Euro6d, ahora mismo en su mayoría no cumplen, y están trabajando a marchas forzadas para arreglar sus desajustes en el mundo real versus el laboratorio. ¿Por qué?
La ACEA se puede lamentar lo que quiera, pero la falta inequívoca de ética y moral por parte de los fabricantes hizo que sistemáticamente se programara los coches sólo para cumplir las normativas en laboratorio, y no en condiciones reales.
La actualización de ciclos de homologación a WLTP más la introducción de test de conducción real está recolocando los límites de emisiones teóricos en reales, y es como debía ser. Si los fabricantes hubieran sido honestos, habrían cumplido ya sus obligaciones.
Si los fabricantes fueran honestos, habrían mirado por el bien común, y habrían cumplido Euro6d en fecha y forma, y no estarían ahora pidiendo moratorias y jugando contra el reloj para cumplir los objetivos de emisiones, cosa que lograrán.
Lo que sí que es cierto es que el movimiento de la Comisión Europea va a obligar a la transición al vehículo eléctrico acelerada. Alcanzar medias de consumo en flota de vehículos de 2,6 litros a los 100 va a poner a trabajar a los fabricantes a toda velocidad.
Esto va a obligar a que aproximadamente un 30% de sus matriculaciones sean de coches de emisiones locales cero (eléctricos puros), al tiempo que hibridan a toda velocidad en 12 años el resto de sus gamas.
Y eso es una enorme y positiva noticia para nuestro aire contaminado. Llevamos décadas respirando aire insalubre, ya era hora, aunque sea tarde, de que empecemos a solventar el problema en origen, en la producción de los coches.
Las amenazas de coches más caros y despidos son eso, amenazas, nada más. Lo que es seguro es que la rentabilidad del 6% u 8% deseada por los fabricantes de automóviles se verá afectada y mermada durante este proceso de transición.
Esto hará que el precio de las acciones de la industria del automóvil en general se vea dañado, y eso es lo que trata de evitar la ACEA. Su prioridad es el beneficio de sus accionistas, nada más.
Y es que si se hubieran planificado para acelerar esta transición hacia las cero emisiones antes, habrían dañado el EBIT de estos últimos años, pero ahora no afrontarían un sprint contra el reloj. Faltaba planificación.
En fin, podemos alegrarnos de que tendremos coches menos contaminantes, pero probablemente coches más caros, ya que las inversiones a toda prisa acarrearán también intentos de retorno de inversión más rápidos.
Que no nos engañe la palabrería barata de los lobbies y las amenazas de despido. Es más probable generar trabajo invirtiendo en nuevas tecnologías que seguir viendo cómo se "reducen costes operativos" para seguir produciendo coches con tecnología obsoleta.
Y es que cuando un fabricante habla de optimizar sus recursos, reducir su numero de plataformas y piezas distintas, etc, en realidad está hablando de ahorrar en ingenieros, inversiones en ingeniería y plantas distintas de producción.
Pero trataré de no desviarme del tema: Hay que celebrar ese nuevo objetivo de consumo medio para 2030. Unos 2,6 litros de gasolina a los 100. Para toda la industria en Europa. Elegido, por cierto, por una comisión puesta ahí por todos los europeos, velando por nuestros intereses.
Corolario: Se habla de una generación de nuevos empleos para el desarrollo de eléctricos, infraestructura y colaterales de 200.000 nuevos trabajos, de acuerdo con datos de la Comisión Europea. A coger con pinzas el dato, claro.
