Thread by @wikihilos

Las guerras tienen tantas intrahistorias como protagonistas. Os traemos una de tantas mujeres olvidadas. ¿Sabes quiénes fueron Grace Banker y sus "Hello girls"? Fueron fundamentales durante la 1ª Guerra Mundial. #WH_guerra #WH_mujeres

Es el año 1917 y las comunicaciones en el Frente Occidental de la US Army no pasan por sus mejores momentos. El General John J. Pershing decide crear un cuerpo especialista para mejorarlas.

Las mujeres que apliquen al puesto deben ser bilingües en inglés y francés para asegurarse de que cualquiera entienda las órdenes.

En el primer corte se eligen 450 de las aproximadamente 7.000 que se presentan, muchas de las cuales son ya teleoperadoras o empleadas en empresas de telecomunicaciones, completando su formación en el Campamento Franklin.

Una de ellas es Grace Banker (Passaic, Nueva Jersey), quien después de graduarse en Barnard College, había empezado a trabajar para la todavía hoy existente American Telephone and Telegraph Company (AT&T), donde trabaja como instructora de conmutadores.

Por su experiencia, Grace resulta finalmente elegida y requerida en Nueva York para encabezar un equipo de treinta y tres operadoras telefónicas de la Unidad Telefónica Nº1, asignadas al servicio de guerra en Francia.

Este es el primer grupo de mujeres que recibien el nombre popular de "Hello Girls".

Banker navega con los miembros de su equipo desde Nueva Jersey el 6 de marzo de 1918, para asumir la misión de operadora jefe de la sede del Primer Ejército en París.

Después de llegar con su equipo a Inglaterra, el grupo zarpa en ferry a través del Canal de la Mancha.

Sin embargo, el mal tiempo, en forma de niebla espesa, impide que el ferry llegue a las costas francesas, y tiene que estar anclado a unas pocas millas de distancia para esperar a que la niebla se levante.

Esto es algo que no se contempla como un peligro cuando estás en una vida cotidiana, pero que en tiempos de guerra puede resultar más que una temeridad.

Esta ubicación hace que el barco sea un blanco fácil para el bombardeo alemán (en ese momento, 1 de cada 4 buques había sufrido un bombardeo...), y los miembros del equipo permanecen en plena disposición para evacuar el barco a la mayor brevedad posible.

El grupo de mujeres permanece así en cubierta, al aire libre, durante 48h seguidas... Menudo debut en una guerra mundial: ser el blanco perfecto durante dos días.

Pero este contratiempo no desalienta a Banker ni a los miembros de su equipo, y, como Banker dijo más tarde: "¡Qué fantásticas chicas había en aquella Primera Unidad! Se lo tomaron todo con calma. Fueron unas pioneras".

A su llegada a París, Banker y su equipo son enviadas a la sede de la Sección Avanzada en Chaumont sur Haute Marne, que en ese momento es la sede del general John J. Pershing.

Cinco meses después, se le pide a Baker que se mude al frente de guerra, al cuartel general del Primer Ejército en Ligny-en-Barrois, al sur de Saint-Mihiel.

Palabras mayores... Glups!

El 25 de agosto de 1918, se muda al frente de guerra con solo cinco de sus 33 operadoras ayudándola.

Para esta operación en Saint-Mihiel, Banker tiene que elegir a los mejores operadores para el trabajo. Sus elegidas son: Suzanne Prevot, Esther Fresnel, Helen Hill, Berthe Hunt y Marie Lange.

Como en todo equipo, las que no son elegidas, se sintieron excluidas.

Equipadas con máscaras antigás y cascos, las mujeres operan en dos grupos de tres, a turnos de 12 horas, conectando miles de llamadas al día desde trincheras donde el peligro era real.

Imaginad la responsabilidad y el stress en un trabajo en el que una hora de incomunicación puede significar ganar o perder una batalla, y la muerte de un montón de soldados.

Durante las ofensivas en Saint-Mihiel, a pesar de que está teniendo lugar un bombardeo de artillería, Banker y su equipo de operadores atienden las centralitas.

Cuando el cuartel general del Primer Ejército se muda a Bar-le-Duc en septiembre, Banker y su equipo tienen que trabajar en un lugar del que quedan poco más que las paredes.

Las Hello Girls operan incluso bajo bombardeos pesados ​​por aviones alemanes, y afortunadamente ningúna de las componentes del equipo resulta herida.

Por supuesto, si no hay más que las paredes, trabajan bajo condiciones climáticas severísimas, sin calefacción, y con sus barracones hechos un lodazal... barracones que terminan siendo destruidos, haciendo las condiciones aún más duras.

TODO MAL.

Tras el armisticio del 11 de noviembre de 1918, cesan los combates.

A Grace y su equipo se les ordena regresar a París.

En París, se le ofrece oficialmente a Banker trabajar en la residencia temporal del presidente Woodrow Wilson.

Lejos de aceptar de buena gana el puesto, acepta una oferta para mudarse al Ejército de Ocupación en Coblenza (Alemania) porque no encuentra el trabajo tan emocionante como el trabajo en el frente de guerra...

Después de trabajar durante veinte meses en el frente de guerra, en septiembre de 1919, Banker y el resto de su equipo regresan a casa.

El general Edgar Russel, jefe de señales de la AEF, elogia su servicio como "indispensable".

Al recordar su experiencia durante la guerra como jefa de operadoras, Banker contaba con humor que "una tarde en la centralita telefónica a veces sonaba como una escena de Alicia en el País de las Maravillas, donde solo los iniciados pueden dar sentido a los procedimientos".

También habló sobre la confidencialidad de su tarea y de cuando un oficial de inteligencia le hizo una prueba de su capacidad para mantener un secreto.

Sobre su trabajo en el frente de guerra, Grace dijo que "el secreto que rodeaba sus operaciones le dio un aura de romanticismo que lo diferenciaba del trabajo civil".

Después de regresar del frente de guerra con su equipo, hizo una reflexión sobre cómo lo echaban de menos:"Extrañamos al ejército, con su código de lealtad y duro trabajo. Hemos vuelto a las pequeñas riñas de la vida civil, con enfados sin sentido, incluso por parte de los jefes"

Con esa implicación militar, con esa mentalidad, y para su sorpresa, a su vuelta fueron tratadas como ciudadanas voluntarias y no reconocidas como miembros del ejército. Habían incluso vestido los uniformes.

A pesar de haber sido condecoradas, es que ni siquiera les dieron un certificado de servicio en el frente.

Grace Banker falleció en 1960, y no fue hasta 1977 que el Congreso de los EEUU no inició los trámites para conceder el merecido reconocimiento para ella y su equipo, asignándolas el trato de "veteranas de guerra".

La condecoración de 1919 (unos tuits más arriba), rezaba: "Por su excepcional capacidad ... incansable devoción a sus deberes exigentes en condiciones difíciles ... para asegurar el éxito del servicio telefónico durante las operaciones del Primer Ejército."

Y aunque propiedad de ese pequeño grupo, seguro que lo hicieron extensible al resto de las 33 compañeras. Como nosotros hacemos extensible historias como la de estas guerreras, literalmente, trayéndolas de la wikipedia a twitter en forma de hilo.