Thread by @wikihilos

El 14 de febrero no sólo es el día de San Valentín. Tal día como hoy, en 2004, a muchos se nos rompía el corazón con la muerte de un astro de la bicicleta: Marco Pantani. El Pirata terminaba así una vida llena de enigmas, abordajes y pases por la quilla. ¡Empezamos! #wh_deporte

Hay quien dice que murió mucho antes, una mañana de 1999, en la localidad de Madonna di Campiglio donde comenzaba la penúltima etapa de un Giro que ya tenía casi sentenciado. Un control antidopaje revelaba ese día un índice de hematocrito del 52%, dos puntos más del límite

Pero retrocedamos un poco. Pantani representaba el ciclista valiente, bailón, que disfrutaba donde a otros no les llegaba el aire, que se posaba sobre sus pedales cuando otros retorcían el cuadro de su bicicleta sobre pendientes imposibles. Era el ciclista romántico: el escalador

De 1,72 metros de altura y 57 kilos de peso, Pantani finalizaba el Tour de su debut, en 1994, quedando tercero en la clasificación final. Venía de ser segundo en un Giro que puso patas arriba, solo superado un bestial Berzin y por delante de todo un Jefe: Miguel Induráin.

Pero 1995 sería mas amargo: poco antes del Giro es atropellado por un conductor que no respeta un STOP y se pierde la ronda italiana. A pesar de ello, es el mejor joven del Tour de Francia y se lleva dos etapas. Consigue el bronce en los Campeonatos del Mundo en Ruta. Pero ...

... su carrera se lleva un mazazo: en la Milán-Turín un coche sale de un camino vecinal y Pantani se lo come a falta de 7 kilómetros de etapa. Sufre una doble fractura en una pierna, amenazando con el prematuro fin de su carrera profesional.

1996 es un año muy duro: Pantani se recupera a nivel físico y anímico. Y, en 1997, reaparece el Pirata con hambre de botín y fortuna. Comienza el Giro pero en la 8ª etapa, a 30 kms de meta, un gato se cruza en su camino. El Pirata cae. No se lo puede creer: tiene que retirarse.

Pero llega al Tour. 1996 había sido el año de Bjarne Riis, que había impedido el sexto Tour de Miguelón pero muchas miradas se habían posado sobre un joven gregario del suizo que había finalizado en segunda posición: Jan Ullrich, el tanque alemán

Ullrich era la antítesis de Pantani: grande, pesado, músculo de acero y mente de hielo, excelente contrarrelojista. El sonido de sus cambios cuando la pendiente apuntaba al cielo eran terroríficos: siempre con desarrollo de superhombre. Una apisonadora forjada en la extinta RDA.

La batalla estaba servida: aunque Pantani fue muy superior en las etapas de montaña de Alpes y Pirineos, el alemán impuso su potencia sobre el molesto equipo Festina y el escalador italiano manteniendo las distancias hasta París. Pantani sería tercero, tras Ullrich y Virenque

1998, sin embargo, es el año de Marco Pantani. Se convierte en el último corredor en ganar Giro y Tour en el mismo año. Se impone a Tonkov en la ronda italiana (ganando dos etapas y el maillot de la montaña) y a Ullrich en el Tour (ganando dos etapas)

Pantani logra así derrotar por fin a Ullrich en el Tour al obtener sobre él una ventaja de casi 9 minutos en la larguísima 15ª etapa (Grenoble-Les Deux Alpes), donde Pantani destroza al alemán en el puerto del Galibier.

Aunque Ullrich trataría de recuperar el tiempo perdido en la etapa posterior, que llegaba a Albertville la remontada no fue posible y Pantani se convierte en el primer italiano, desde Felice Gimondi en 1965, en vestir el maillot amarillo en París

Pero 1998 también es el año del caso Festina: el fantasma del dopaje en el ciclismo surge bajo la alfombra y uno de los deportes mas nobles y exigentes que existen sufre un verdadero tsunami de detenciones, sancionados, confesiones...

Y llegamos al Giro de 1999. Ese día, en Madonna di Campiglio, Pantani tiene medio Giro en el bolsillo. En Oropa ha escrito una página de oro en la historia de este deporte y que la buena gente de @biciciclismoweb describe mejor que nosotros aquí biciciclismo.com/es/pantani-en-…

Pantani es descalificado en la penúltima etapa: el Giro escribirá el nombre de Iván Gotti en sus libros. Pantani siente que se le ha arrebatado, que es una víctima. Se rebela... patalea. Pero nada sirve.

Volverá el año 2000, donde muestra por momentos la volatilidad de su pólvora corsaria. Nos quedamos aquí con su duelo en Mount Ventoux con Lance Armstrong en el Tour: el único que fue capaz de seguir su rueda en esta mítica cima

Fin de su carrera deportiva. No busquen nada más. A partir de aquí, hay teorías, hipótesis y mil versiones diferentes. Pero hay una certeza: el 14 de febrero de 2004 Pantani es encontrado muerto en la habitación de un hotel en Rímini, a donde había llegado unos días antes

La sospecha de que se hubiera suicidado, después de que se encontraron en la habitación medicamentos antidepresivos (de ellos algunas cajas vacías y otras iniciadas) fue descartada por el fiscal investigador. Sin embargo, no fue completamente rebatida: atravesaba una depresión

La autopsia dictamina un paro del corazón como resultado de un edema pulmonar y cerebral. El 19 de marzo de 2004 el informe oficial estableció que éste murió por una sobredosis de cocaína. Su adicción se remontaba al otoño de 1999, poco después de su expulsión del Giro de Italia

En 2013 una comisión de investigación del Senado francés publica un informe con los resultados de unos análisis realizados en 2004 de muestras de sangre y orina recogidas durante el Tour de 1998. Pantani fue asociado a algunas de las muestras que dieron positivo por EPO

Ente ellas, sus últimos compañeros de podio en el Tour: Jan Ullrich y Bobby Julich.

En agosto de 2014, la Fiscalía de Rimini volvió a abrir la investigación sobre la muerte de Marco Pantani, aceptando la tesis del abogado de la familia Pantani, según el cual el ciclista fue golpeado y obligado a beber cocaína diluida en agua.

El 14 de marzo de 2016, un tribunal italiano reconoce oficialmente que el positivo de Pantani en 1999 había sido manipulado por la mafia para controlar y manipular las apuestas deportivas.

Quédense con lo que quieran. Nosotros nos quedaremos con la explosividad del Pirata, el hombre que siempre tenía prisa por subir una montaña, y con su figura danzando allá donde la tierra y el cielo se abrazan como enamorados.

Addio, Marco. Feliz San Valentín.