La violencia de lxs oprimidxs nunca es comparable con la de lxs opresores. Igualarlas, argumentando neutralidad, es tomar posición del lado de los victimarios y no de las víctimas. La violencia femenina es protesta, la violencia sobre ellas es dominación masculina patriarcal.
Todos los movimientos tienen un ala que reivindica la violencia política. Siempre ha existido,siempre existirá.Condenar-enjuiciar esa violencia es estéril, lo que importa es comprenderla. La rabia femenina incubada es rebelión contra la violencia sobre ellas. Es un Ya basta.
La violencia no se explica con el prejuicio-cliché de la infiltración. La indignación por la reacción gubernamental,la rabia incubada que es ola mundial feminista,el rompimiento del silencio contra la violencia de género,la insubordinación femenina es lo que la explica.
Podemos estar de acuerdo o no en las formas de acción y protesta, pero nunca podremos criticar las causas que las originan. La violencia masculina, patriarcal que viven las mujeres es un modo histórico de dominación, una atrocidad normalizada, una epidemia de violencia sexual.
El mitin de la Glorieta de Insurgentes es parte de cientos, miles de acciones de insubordinación en buena parte del mundo. Es una rebelión. Son millones de acciones de desobediencia. Las mujeres siempre han luchado por su libertad pero hoy, están estremeciendo al mundo.
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Lo que comenzó 1492 fue un nuevo sistema de explotación,racialización y transculturación.
El lado oscuro de la modernidad: la colonialidad. La economía mundo que formaría el capitalismo.
Ni hispanidad, ni descubrimiento: nuevo sistema de dominación que perdura hasta hoy🧵HILO
El sometimiento de las civilizaciones que vivían en este continente formó un nueva división del trabajo internacional. Por un lado, Europa creó un sistema esclavista que por la escala de su mercado transformó por completo el esclavismo existente hasta ese tiempo. Un sistema esclavista que dominó la mano de obra en sistemas de monocultivos depredadores y de organización despótica (plantocracia podríamos decir), que orientaban la producción hacia las exportaciones para el abastecimiento-consumo europeo. El mercado internacional de esclavos y la producción esclavista misma estructuraron las bases del mercado mundial tal y como lo conocemos hoy a través del azúcar -que ayudó en la acumulación originaria de nacientes burguesías y formó una nueva sociedad a través de un proceso de exterminio (despoblamiento) en las Antillas, ocupación -colonización y repoblamiento esclavo para la producción del naciente mercado mundial. A las Antillas mayores y menores hay que sumar otras zonas tropicales y subtropicales de lo que hoy es Brasil y Venezuela. El esclavismo tenía una nueva forma, no sólo por ser producción para el mercado europeo sino también por organizarse como unidades productivas que buscaban mayor eficiencia, producción y atizadas por las inversiones europeas. Cuando hablamos de que Europa llegó a lo que llamamos hoy América parece que olvidamos que Europa formó esa división internacional del trabajo (que Wallerstein estudió como un nuevo "sistema mundo").
El otro sistema del trabajo, fue el trabajo comunitario forzado. La mita, forma incaica del trabajo, sirvió como base para la explotación de las minas, (trabajo impago, rotativo, colectivo, comunal) y como fuente de explotación por otro lado, para la encomienda, un modo de apropiación del excedente que a muchos confundió al estudiarlo, como "feudal" porque semejaba el trabajo servil para un "señor". Sin embargo, plantación de monocultivos en el caribe y extracción minera en el potosí, son ya el vínculo continental con Europa que puede ser denominado claramente como extractivista. Y son ya uno y otro, un mecanismo de producción atado al mercado europeo de manera asimétrica y subordinada. Es por ello que el trabajo pionero de Sergio Bagú le llamó "capitalismo colonial" ya que a diferencia del feudo, la producción no estaba orientada hacia su consumo y tributo sino al mercado, y a diferencia del esclavismo de obligaciones de servidumbre, el nuevo esclavismo estaba orientado a la máxima producción, la máxima ganancia, la racionalización de la producción y las exportaciones al mercado mundial. Las voces hispanofílicas que defienden que el oro se quedaba mayoritariamente en este continente y por tanto fue el creador de la riqueza del imperio o de los virreinatos, se olvidan que el oro no construye catedrales ni caminos, que el oro no produce maíz ni mercurio, que el oro no excava ni carga sino que fue la mano de obra indígena la que construyó todo ello y que el oro destinado a Europa, específicamente España, lo orientó al intento de dominar a ese continente, y, aunque casi lo lograron, fracasaron en el intento. Tanto los países bajos, como Inglaterra, en disputa por la naciente economía mundo capitalista, derrotaron a España en su afán hegemónico.
La Zedillofilia es la defensa de la democracia de mercado del régimen de la alternancia, que oculta su cara autoritaria y los catastróficos resultados de la transición que llevaron a MX a una crisis de Estado.
Es la ideología de la partidocracia autoritaria del PRIAN.
HILO 🧵
El correlato del libre mercado fue sin lugar a dudas el de la transición democrática, ambos constructos discursivo-programáticos que se volvieron hegemónicos. En el caso mexicano la narrativa dominante fue que entre 1977 y 1997 se vivió una “auténtica transición democrática [ya que] el país transitó de un sistema de partido hegemónico a un sistema plural de partidos” (Woldenberg, 2012). Esta interpretación, partidocéntrica, elitista y minimalista de la democracia ha obturado nuestro análisis sobre las otras formas de hacer política que son los movimientos sociales y sus luchas contra el régimen neoliberal autoritario. La narrativa transicional generalmente omite que al mismo tiempo que se cristalizaban los impactos de la reforma electoral de 1977, continuaba la llamada guerra sucia contra la lucha armada y contra toda disidencia social desde la izquierda: entre 1964 y 1985 “entre persecución y enfrentamientos secuestros y asaltos, encarcelamientos y desapariciones, murieron 1500 activistas guerrilleros y más de 900 efectivos policiacos y militares (…) entre la población civil, 5000 personas fueron desaparecidas o asesinadas” (Mayo, 2020). Esto cuestiona las motivaciones aperturistas y democratizadoras del mismo régimen. Es decir, el régimen siempre hizo una doble maniobra: reformas limitadas para la izquierda partidaria no armada; terrorismo de estado para la izquierda radical. Fue el modo ideal de mantener la gobernabilidad dando la impresión de apertura, pero con la mano dura del viejo régimen.
En 1996, al mismo tiempo que se pactaba la redistribución del poder entre Zedillo y las elites partidarias (la reforma electoral "definitiva") se estaba preparando por el Ejército Federal, la estrategia contrainsurgente que llevaría a la masacre de Acteal; al mismo tiempo que el ejecutivo negociaba con el PAN y el PRD, Zedillo desconocía los acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígenas, pactados con el EZLN. Para las fuerzas políticas institucionales, poder y dinero. Para los pueblos indios y la izquierda radical: contrainsurgencia, masacres y desconocimiento de lo pactado. Una vez más, la apertura lenta y gradual priista siempre estuvo condicionada por las coyunturas donde la izquierda pacífica -como el cardenismo, o armada -como el zapatismo- pusieron en riesgo al sistema político en su conjunto. La doble maniobra de apertura después del 88, del salinismo, implicó un pacto con el panismo para aislar al cardenismo, que recibió mano dura con cientos de perredistas asesinados. Una vez más, apertura para unos (el PAN), represión para otros (EL PRD). La doble cara del zedillismo (apertura democrática formal y abiertas decisiones despóticas y de brutalidad contrainsurgente) tiene que ver con el origen del reformismo zedillista. Para distintas plumas del ámbito académico, la reforma electoral había sido diseñada para “terminar con una fase altísima de movilización social extrainstitucional y antisistémica en torno del zapatismo” (Olvera, 2016: 281); o bien, en otras palabras, como un esfuerzo por deshacer el potencial peligro del EZLN “y otros movimientos indígenas campesinos en Chiapas que estaban experimentando una metamorfosis radical hacia un movimiento de autodeterminación” (Trejo, 2012). Pero incluso, más allá, el proceso de negociación de la reforma con las direcciones patidarias de manera paralela al proceso de diálogo con el zapatismo sobre derechos y cultura indígena: “se convirtió en un instrumento para romper una posible convergencia entre los zapatistas y los partidos políticos, [en especial con el PRD ] dándole al EZLN un pequeño nicho de legitimidad ganando tiempo en la negociación con los dirigentes partidarios de una reforma electoral sin “interferencias” de otros actores. (Hernández, 1998: 218). Esto tiene el asidero en los acontecimientos: una vez electo, Zedillo lanzó enseguida la iniciativa pública de diálogo con los partidos de la oposición, pero también, lanzó la propuesta -en privado- de reinstalar el diálogo con el EZLN, iniciado por Salinas de Gortari y puesto en pausa por los zapatistas. Esteban Moctezuma -el secretario de gobernación de Zedillo- acudió a la Selva Lacandona a ofrecer diálogo verdadero al EZLN. El 9 de febrero de 1995, sin embargo, se lanzó un operativo policiaco militar sin precedentes que intentó capturar a la dirigencia zapatista. El EZLN acusó de traición al gobierno de Zedillo. La movilización nacional e internacional (miles y miles en todo el país) en apoyo al EZLN detuvo la ofensiva pero no logró revertir el cerco y penetración militar de Ejército Federal en los territorios tomados por los zapatistas desde 1994. Bajo esas condiciones de militarización,(operativo contrainsurgente claramente diseñado por los militares, que antes habían sido responsables de la guerra sucia) se realizaron los diálogos de San Andrés, que finalmente llegaron a acuerdos sobre una REFORMA DE ESTADO para una nueva relación de los pueblos indígenas con el Estado mexicano con base en un régimen de autonomías. Un acuerdo que representaba no sólo al EZLN sino a decenas y decenas de pueblos-etnias indígenas en todo México, representados en lo que después se convertiría en el Congreso Nacional Indígena. Sólo la mesa 1 de San Andrés era sobre derechos y cultura indígena, pero las siguientes mesas hablaban sobre una REFORMA DE ESTADO que terminara con el régimen autoritario. Esa mesa nunca llegó a suceder: Zedillo había pactado ya con los partidos una reforma SOLO ELECTORAL, que no desmantelaba el partido de Estado, sino que ofrecía condiciones competitivas para las fuerzas poíticas. Los partidos, a pesar de lo limitado de la reforma, tomaron sin medir las consecuencias, el ofrecimiento de Zedillo. Al hacerlo, Zedillo logró una vez más lo que había hecho una y otra vez el régimen autoritario: una reforma parcial, de apariencia democrática (aunque la más importante hasta ese momento, después de 20 años de reformitas) pero protegió al partido de Estado, aisló al EZLN y desató una oleada represiva para aplastar a la izquierda radical (SUTAUR, FPFV, Aguas Blancas y luego EPR)
La creencia de que lo social es fácilmente comprensible, “la ilusión del saber inmediato” es lo que Bourdieu llama “sociología espontánea: nadie cree posible explicar un fenómeno bioquímico, geológico o astronómico, pero todos creemos que podemos entender, comprender y explicar un proceso social. Marx dijo claramente que si la esencia de los fenómenos sociales no fuera diferente de su apariencia, no sería necesaria la ciencia. Este es el caso. Las estructuras de las relaciones sociales, ( tanto prácticas como simbólicas) no son percibidas directamente por los agentes. Por eso muchos creen que no existen. La experiencia cotidiana hace creer que el funcionamiento del mundo social está ahí y es claro y transparente. Aparenta sencillez y simpleza por nuestra propia actividad práctica. la ciencia social y en especial la sociología rompe con la ilusión de conocer el mundo, y necesita para ello , igual que cualquier otra ciencia, lenguajes científicos. Hay unos más complejos que otros. Y unos más comprensibles que otros ( igual que en la filosofía) pero la apariencia de que se ha comprendido fácilmente es parte del proceso de la ilusión de que entendemos de manera directa y transparente el mundo. Pero eso - como la creencia de que el sol aparenta dar vueltas alrededor de la tierra- la creencia de que existe una naturaleza humana, de que las categorías que usamos describen de manera directa la realidad (como el valor o la propiedad privada) o a la inversa, que el patriarcado no existe, son todas, solo y únicamente una ilusión.
Como sociólogo soy profundamente crítico de la sociología. Sin embargo, creo en cada palabra de Bernard Lahire, sociólogo francés de la École normale supérieure de Lyon en su texto “En defensa de la sociología” que reproduzco aquí abajo (frente a algunos troleos científicistas, o reaccionarios ante mi publicación)
La discusión sobre la sociología espontánea, como problema epistemológico entre el sentido común social y el objeto científico estudiado, es precisamente que a diferencia de las rocas, las estrellas, los mares, la flora, los microbios y otros mamíferos, lo estudiado (es decir los sujetos) piensan por sí mismos y tienen ya una concepción del mundo y sus problemas. De ahí surge esa sociología espontánea como doble problema epistemológico. Si el científico de todo lo no humano ya tiene problemas en acercarse a su objeto al creer que la realidad simplemente está ahí para medirla y describirla (positivismo-empirismo) y debe superar ese obstáculo epistémico, la sociología tiene ADEMAS, el problema de que los sujetos ya han construido su propia "sociología" porque asumen el mundo a través de su percepción diaria. Pero esa percepción PUEDE ENGAÑAR A LOS PROPIOS SUJETOS!!!! . Ese problema epistemológico es LO PRIMERO que uno conoce y lee como sociólogo, en un librito ya viejo, de 1975 que se llama el oficio del sociólogo, escrito precisamente por Bourdieu y Passeron. Eso está aquí en entrevista con ellos mismos que alguien puso aca abajo y que es una joya:
El Parque Ecológico Texcoco parece cerrar la larga historia de despojo contra lxs campesinxs de Atenco así como dar fin a la delirante devastación del aeropuerto que terminaba con el territorio lacustre para siempre.
Ambas fueron un oscuro episodio que no debe olvidarse. HILO🧵
El ecosistema lacustre de Texcoco ha sufrido los intentos de desecación y transformación territorial que en buena medida llevaron a su degradación y hasta su casi desaparición. Intentos que vienen desde la colonia española hasta el proyecto aeroportuario de Peña Nieto. Desde hace 100 años, sin embargo, la visión ingenieril y gubernamental para controlar las aguas de la cuenca, tuvo efectos catastróficos. Las obras que desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX intentaban domar a las aguas de la cuenca -que bajan de numerosos ríos con las fuertes lluvias de la región- como el gran canal, el tajo de Texcoco a Zumpango el túnel de Zumpango a Tequixquiac y posteriormente el drenaje profundo - de la mano de los entubamientos de los ríos de la ciudad- para frenar las inundaciones de la ciudad, produjeron la reducción de los cuerpos de agua del vaso del lago de Texcoco. Como producto de la desecación, emergieron tierras que en la torpe visión gubernamental, podrían ser productivas o jardines. Buena parte de esas tierras sin embargo, por tener un fuerte contenido salino son estériles. El grado de salinidad de Texcoco, por condiciones geomorfológicas y de la propia cuenca y sistema hídrico de la región, es excepcional en el mundo. El ecosistema ligado a dichos cuerpos de agua, por tanto, también es inusual. Pero los gobiernos dotados de la arrogancia ingenieril creían que los territorios pueden ser moldeados a voluntad. Lo que provocaron en realidad, fue una catástrofe urbana: primero esas tierras provocaron terribles tolvaneras hacia la ciudad. Luego de la desecación, se produjo el fraccionamiento y especulación de la tierra para su urbanización. Además de enriquecerse con el uso ilegal de esas tierras, los gobiernos durante el siglo XX no pudieron frenar, ya sin una parte de los cuerpos de agua (cerca de 15 mil has.), una urbanización desenfrenada y caótica que formó parte de lo que hoy es Nezahualcóyotl y Ecatepec. Parte del desastre urbano que se vive hoy en algunas parte de esos municipios es consecuencia de la desecación irresponsable aunque todavía parcial, de Texcoco.
Pero si la zona poniente del lago de Texcoco desapareció por la irresponsabilidad gubernamental y la urbanización precaria, el vaso del lago siguió -como es natural-recibiendo millones de litros cúbicos de agua que escurren desde la Sierra Platachique y la Sierra Nevada hacia la subcuenca Texcoco-Zumpango. El sistema hidrológico de los cuerpos de agua, dependen por supuesto de los numerosos ríos que bajan desde las sierras y otros municipios: estos son los ríos San Juan Teotihuacán, El Papalotla, El Xalapango, Coxcacuaco, entre los más importantes. En tiempos de lluvia arrastran hacia el vaso, desde los bosques más arriba, lo que forma los cuerpos de agua más abajo. De esos ríos se abastecía la agricultura tradicional y de las ciénegas, lagunas y cuerpos de agua intermitentes de las que se desprendían numerosas actividades comunitarias: algunas de ellos son la explotación del tequesquite (sal proveniente de las tierras lacustres), el ahuautle (huevos de insectos que se reproducen en el agua), el alga espirulina (especie acuática comestible rica en nutrientes ) entre muchos otros, formando una relación agroecológica con el lago.
El anticapitalismo del EZLN y el"capitalismo consciente" de la 4T son como agua y aceite.
La autonomía como construcción de poder desde abajo es diametralmente opuesta a la"toma"del poder.
Poco tiene que ver con la vieja división entre izquierda armada o electoral. HILO.
El zapatismo comparte una visión "antisistémica" con numerosos movimientos de todo el continente que luchan contra la dinámica expoliadora del capital contra la naturaleza y el trabajo. El neoliberalismo ha sido sólo la fase más reciente de expansión capitalista que ha destruido los derechos de lxs trabajadorxs (ahí donde existían), ha precarizado aún más a jornaleros, comerciantes, pequeños agricultores y todoxs quienes no reciben un salario -sectores muy grandes en LATAM- y en numerosas ocasiones regresado a condiciones de trabajo del siglo XIX o capturando a formas de trabajo que rayan en el trabajo forzado. Desde la visión de un amplio espectro de movimientos sociales y de partidos socialistas, comunistas o radicales, esa lógica no se detendrá porque es el corazón mismo del capital: crecer de manera infinita a costa del trabajo. Lo que divide no al zapatismo del obradorismo sino a muchos sectores antisistémicos del progresismo en todo el continente, es la política de "conciliación de clases" con el gran capital extractivo, inmobiliario, turístico, agroindustrial y los inversionistas de la maquila y la gran industria internacional así como el capital financiero que promueven y son responsables de esa expoliación del trabajo. El progresismo busca un pacto regulativo o distributivo con ellos, los sectores antisistémicos luchar contra ellos.
La segunda división importante entre movimientos antisistémicos y gobiernos progresistas es la dependencia de éstos del modelo extractivista en LATAM, e incluso de su profundización. Los movimientos indígenas que son quienes están tanto sufriendo como resistiendo en los territorios los impactos de la minería a cielo abierto que agota y contamina los mantos acuíferos, los campesinos que sufren del avance del gran capital agroindustrial, acaparador, deforestador y destructor del pequeño agricultor, los pescadores que se defienden de la gran pesca industrial oligopólica y devastador de la biodiversidad marítima, por supuesto tienen otra visión sobre el crecimiento económico. Para ellas y ellos, ese crecimiento implica la destrucción de la "madre tierra", los ecosistemas de los que dependen. Por ello se les ha denominado ecologismo popular o comunitario. (de esos ecosistemas también dependemos nosotxs, del sistema tierra, pero esa es otra historia). La extracción depredadora de bienes naturales es la manera de tener "crecimiento". El progresismo ha apostado al "crecimiento" para repartir sus beneficios económicos entre los pobres. Es decir ha profundizado la matriz extractivista expoliadora de LATAM. Un sólo ejemplo: Cuando Evo Morales llega al poder, Bolivia depende de vender esos bienes naturales -commodities- (las commodities representaban el 86.7% de todas sus exportaciones). Para 2011, con el MAS y Morales en el poder, las exportaciones de commodities, representaban ya el 95.5%. Es por eso que con la construcción de carreteras e infraestructura para profundizar la expoliación territorial, movimientos indígenas -paradójicamente- protestaron contra el gobierno de Morales, un presidente indígena. Las posiciones de los movimientos indígenas (en Bolivia por ejemplo contra el TIPNIS), o en Brasil contra los terratenientes son distintas. El Movimiento de trabajadores rurales sin tierra (MST), la organización más grande del continente evaluaba que en los primeros mandatos de Lula, había incumplido su demanda histórica de reforma agraria en un país lleno de latifundios. A pesar de ello, el MST evaluaba que debía seguir apoyando electoralmente al PT y Lula bajo la consigna: "malo con Lula, peor sin él". Pero hasta ahora no hay reforma agraria. En el caso del TIPNIS, el movimiento indígena fue acusado por Morales de estar dirigido o influido por organizaciones civiles financiadas por el imperialismo yanqui y los pueblos movilizados fueron reprimidos. Los movimientos antisistémicos-indígenas quieren preservar la vida y sus territorios deteniendo al gran capital. Los gobiernos progresistas no los detienen, sino que en ocasiones redistribuyen la riqueza entre los pobres a pesar del deterioro de la naturaleza. De ahí la división entre progresismo y movimientos antisistémicos-indígenas, incluyendo también al zapatismo y la cuarta transformación.
La carta de Obrador a los padres de Ayotzinapa, termina con toda perspectiva de verdad y justicia.
Es el carpetazo simbólico que exonera política y moralmente al Ejército.
Es el descarrilamiento final de la investigación y muestra el oscuro acuerdo con las fuerzas armadas. HILO.
La carta utiliza discursivamente el argumento de que la institución militar no puede ser responsable -a pesar del involucramiento de militares en la desaparición- con una feroz defensa del ejército acorde a la narrativa presidencial durante los dos últimos años.
La carta sin presentar una hipótesis que siga las líneas de investigación sobre el móvil, paradero e involucramiento o avances al respecto, adelanta la falta de pruebas del involucramiento militar. Descarta políticamente la participación militar y se centra en sustituir las líneas de investigación del caso -inconclusas- por la hipótesis de una confabulación internacional donde las víctimas de desaparición forzada se vuelven secundarias y aparece como víctima central el Ejército y hasta el presidente mismo.