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👑 ¡Bueeeenos días! Inspección sorpresa. Vengo a ver cómo marcha mi catedral. ¿Por cuánto va ya?

📐 5 metros de altura, majestad.
👑 Las naves laterales, entiendo.
📐 No... la central...

👑 ¡De ninguna manera! La quiero MÁS alta.

Ovillo 🧶👇
Más.
León I 30m
¡Más!
Chartres I 37m
Mucho MÁS…
Reims I 37,95m
Podría valerme… ¡hace una década!
Amiens I 42,3m
Un poquito más, que sé que puedes.
Palma I 44m
¡Perfecto! ¡Marca ahí!
Beauvais I 47,5m
Pero… ¡ups! La joya de Beauvais marca en cierto modo el límite del gótico, y pronto manifestaría ciertos problemas estructurales. ¡En un momento volvemos a ella!
El jueves propuse el hastag #CarreraEspacialGótica para promocionar este hilo. Y creo ciertamente que el símil encaja bastante bien con la historia de lo que sucedío.
La arquitectura gótica, desplegada por primera vez en la basílica de Saint-Denis de París a mediados del s. XII, sentó las bases de un nuevo lenguaje con el que interpretar el espacio.
Al alumbrar algo nuevo, el ser humano siente la necesidad innata de explorarlo y encontrar sus límites. Es intrínseco a nuestra naturaleza; lo hacemos constantemente: en Ciencia con las teorías, en Ingeniería con las técnicas y en Arte con los diferentes estilos y corrientes.
En determinados momentos de la Historia, esta pulsión se alía con la competencia entre creadores, dando lugar a cimas deslumbrantes que nos ayudan a recordar de lo que somos capaces cuando orientamos nuestro talento en la dirección correcta.
Antes de proseguir, recordemos la física de las estructuras góticas. Los arcos de las bóvedas de crucería concentran sus empujes en determinados puntos de los muros. Esto implica que exista una componente de la fuerza oblicua a los mismos, que tiende a empujarlos hacia afuera.
La solución pasa por la construcción de contrafuertes, arcos que consiguen cancelar la resultante de las fuerzas ejerciendo un empuje en sentido contrario.
Mientras que en la mecánica románica o clásica se oponía peso contra fuerza, el gótico es un delicado juego de equilibrios que enfrenta empuje contra empuje.
La nueva tecnología permitió ampliar volúmenes y alturas, así como descargar los muros para dejar paso a la luz. Los maestros constructores contaron así con nuevas soluciones para modelar el vacío y la luz de forma mucho más grácil y magnificente que durante el periodo anterior.
Hasta la aparición del gótico, nunca antes se había dialogado de forma tan íntima y dinámica con el espacio. Es evidente que todo esto requirió de unos conocimientos científico-técnicos extremadamente profundos, que aún hoy en día nos asombran y conmueven.
Siempre que voy a una catedral me gusta hacer el ejercicio de imaginar el volumen complementario al que está construido; es decir, el que resultaría de hacer sólido el vacío que queda entre arcos, muros y pilares. En el gótico, este ‘vaciado mental’ resulta una fantasía.
El interior de una catedral gótica es una delicada jaula de piedra que dota al espacio y la luz de cualidades que hacen que todo lo que en su interior acontece sea elevado a una categoría casi mística.
El vacío que allí se guarda es el mismo vacío que nos aguarda fuera, y sin embargo nos ayuda a estar mucho más cerca de nosotros mismos.
El equilibrio inicial entre valores verticales y horizontales del gótico - implementado en la soberbia catedral de Chartres (izq.) - fue decantándose progresivamente hacia un deliberado afán por la elevación vertical sin interrupciones, siendo Reims (dcha.) el principal ejemplo.
Recordemos que si hoy nos impactan las dimensiones de una catedral, en época medieval la diferencia de escala entre el entorno y el edificio resultaba aún más colosal. En la imagen, Amiens.
El gótico fue un estilo internacional que se irradió desde la Isla de Francia al resto de Europa, siendo interpretado localmente. Determinadas circunstancias propiciaron una efervescencia creativa que provocó que cada nuevo diseño intentase superar al anterior.
Este talentoso impulso ascendente en busca de la nave más alta, la de mayor capacidad para domar la luz y el espacio, es lo que me gusta denominar como la #CarreraEspacialGótica.
Dicha carrera cuenta con un hito fundamental y épico: la catedral de Beauvais. Aunque incompleta, aunque herida, para mí constituye el ejemplo más elocuente de la grandiosidad del estilo gótico, así como de lo que éste nos cuenta sobre quienes lo llevaron hasta el límite.
Beauvais ambiciona el cielo y lo alcanza. Los 48 metros de altura de su nave central hicieron de ella el logro más audaz del gótico desde 1272, momento en el que se consagra el coro. Pero el templo aún no estaba terminado.
Todo iba bien hasta que en 1284 parte de la bóveda del coro colapsó. Aún hoy en día las razones del derrumbe no están del todo claras. No se tiene constancia de movimientos sísmicos o incendios, pero se sabe que dos de los arbotantes del ábside cedieron.
Se sospecha que durante la primera fase de su construcción se modificaron las trazas para incluir un claristorio, y que esta descompensación sería la causa que comprometió su estructura.
La catedral sufrió un segundo derrumbe en 1573. Por aquel entonces se estaba construyendo sobre el crucero un cimborrio monumental con una flecha que debía alcanzar… ¡153 metros de altura!
Las bóvedas del transepto colapsaron, y a partir de ahí se abandonó definitivamente el proyecto, sin siquiera concluir las naves. La catedral nos ha llegado fragmentada hasta nuestros días, con sólo el ábside y las naves del crucero en pie.
Hoy en día el templo precisa de refuerzos y apuntalamientos en zonas específicas mientras se busca una solución definitiva para consolidar su estructura.
La catedral de Beauvais es ante todo un testimonio de lo que el Arte dice sobre nosotros. Inacabada, frágil, pero aún en pie. Ambiciosa y portadora de un talento con aspiraciones de belleza y eternidad.
Las sucesivas generaciones la protegieron como se protege la llama eterna, para que sirviese de testimonio de la gesta que aconteció durante aquellos siglos.
De cómo supimos elevarnos y tocar el cielo con más descaro e ingenio que medios materiales. Beauvais es una obra inconclusa, pero no únicamente en el plano material; creo que su misión principal es legarnos este maravilloso relato para siempre.
Porque, a pesar de su tamaño, este templo cabe dentro de ti. Cabe dentro de todos nosotros. Es parte de lo que tú y yo tenemos dentro por el simple hecho de ‘ser’: somos superación y grandeza, y el Arte es un espejo que siempre nos devolverá nítida la imagen de nuestra esencia.
¡El el primer tweet, donde pone 5m debía poner 25! 🤣
Fe de erratas: arbotantes, no contrafuertes, ¡lapsus!
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