Thread by @icevainillaice

1. En este país no hay negacionismo. Con honrosas excepciones nadie niega lo qué pasó.
Lo qué hay es una reacción de un sector del antiperonismo pero que a la vez tiene simpatías con el alfonsinismo/progre, que no acepta que, sin Kirchner, Videla moria en su casa
Abro hilo

2. Les molesta que la bandera de los derechos humanos haya sido identificada en estos años con el kirchnerismo, cuando desde 83 había sido hegemonizada por radicalismo alfonsinista, ya que el candidato peronista Ítalo Luder había apoyado la ley de autoanmistia de los militares.

3. ¿Que intentan hacer? Identificar al kirchnerismo con alguno de los peronismos previos para desvalorizar su política de derechos humanos y meterlo en la bolsa con Lopez Rega, la triple A, Isabel, Menem, los indultos y la derecha peronista del periodo 73/6

4. ¿Por que? Porque el relato kirchnerista, pese a aquel injusto discurso de Kirchner que minimizó el rol de Alfonsín en los 80, se sostiene sobre algunas continuidades concretas con el alfonsinismo: con ambos gobiernos los genocidas estuvieron ante la justicia y en la cárcel.

5. Pero también sobre algunas diferencias no menores, como el fuerte apoyo del peronismo a la declaración de nulidad de las leyes de impunidad apenas asumió Kirchner (algunos radicales votaron en contra) y a la declaración de inconstitucionalidad por parte de la Corte.

6. El dolor de haber sido “la vida” como lo sostenía aquel exitoso slogan alfonsinista y hoy ver esa bandera levantada de la mano del peronismo les parece una provocación. Entonces quieren despegar al kirchnerismo de toda posible continuidad con el alfonsinismo en este tema.

7. Al antiperonista visceral (que no es todo el alfonsinismo) le molesta que el mismo partido que indultó haya virado, deshaciendo “ese peronismo”, para construir un nuevo vínculo entre peronismo y políticas de derechos humanos.
Entonces solos les queda decir que es una impostura

8. Posición que no puede sostenerse más que discursivamente. Porque hoy los genocidas están enjuiciados o condenados.
Por lo tanto, no estamos ante negacionistas.
Estamos quienes, ante el orgullo de haber sido y de ya no ser, no encuentran una manera concreta de oponerse.

9. Y entonces discuten el número.
No para negar.
Sino para provocar.
Buscando recordarnos que los kirchneristas son peronistas y asociarlos y hacerlos cómplices de los crímenes de la triple A, Lopez Rega o del menemismo que los indultó.
No hay que entrar en esa provocación

10. Los que quisimos y apoyamos desde los 80 políticas de verdad y castigo, apoyamos fervientemente los juicios a las juntas del alfonsinismo y estuvimos en todas las plazas del país en la Semana Santa de 1987.
Pero también criticamos las leyes de obediencia debida y punto final.

11. Y también los discursos como este del Jefe del Ejército nombrado por Alfonsin.
Hasta que nos encontramos inesperadamente con Kirchner en la ESMA (porque para nosotros también era un peronista como Luder o Menem) pidiendo perdón y apoyando la nulidad de las leyes de impunidad,

12....bajando los cuadros y apoyando la inconstitucionalidad de los indultos.
Entonces nosotros, que empezamos a ver que había una continuidad de la política de derechos humanos con el alfonsinismo, a quien le reconocimos su valor (y criticamos sus renuncia) nos alegramos.

13. Porque no nos podía enojar que lo que pedíamos desde 1983 y que pareció cumplirse con los juicios de 1985, volviera a ser posible.
No importaba quien lo hiciera, sino que se hicieran.
A algunos otros les preocupó más quien lo hizo que el logro de condenas justas.

14. De esta manera, este antiperonismo “progre” mientras se ensaña desvalorizando la política de justicia y derechos humanos del kirchnerismo lo único que logra es abrirle la puerta al discurso negacionista que aparece cada vez que dicen que no fueron 30 mil. No cuenten conmigo

#Son30Mil