Muy lamentable lo ocurrido en #ElSalvador. Recuerdo lo difícil que fue que el Presidente don Napoleón Duarte accediera a firmar el Plan de Paz que propició mi gobierno. Sin embargo lo hizo, convencido de que teníamos que darle una oportunidad al diálogo.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces y con mucha dificultad #ElSalvador ha venido fortaleciendo sus instituciones democráticas.
La violación del orden constitucional al irrespetarse la separación de poderes que caracteriza a toda democracia es un paso atrás.
El presidente #Bukele ha enviado un mensaje sumamente negativo a la comunidad internacional, de la cual depende ese hermano país para alcanzar un desarrollo económico y social más acelerado. El instrumento para dirimir las discrepancias entre poderes sólo puede ser el diálogo.
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Los últimos dos años han sido una prueba de fuego. La pandemia nos ha obligado a vivir en una paradoja: hemos debido distanciarnos, flotar como islas sin poder alcanzarnos. Pero en ese dolor nos hemos encontrado.
Hemos vivido esto juntos, cada cual por su lado. Muchos hemos perdido a seres queridos. Otros han perdido sus ahorros, su negocio, su trabajo.
Nuestras niñas, nuestros niños, aún hoy pierden lecciones mientras sus familias hacen malabares para combinar la escuela y la oficina en el comedor de la casa.
Parece ser que en esta Arcadia centroamericana que es Costa Rica todo es siempre muy difícil de alcanzar. Yo convencí a cuatro presidentes de nuestra región que apoyaran un Plan de Paz y silenciáramos las armas, y a dos gobiernos latinoamericanos que abolieran sus ejércitos.
También logré que la Unión Nacional Opositora de Nicaragua, integrada por catorce partidos políticos, nominara a doña Violeta Barrios de Chamorro como su candidata de consenso para las elecciones de febrero de 1990.
“LA RENEGOCIACIÓN DE NUESTRA DEUDA EXTERNA EN MI PRIMER GOBIERNO”
Cuando Jim Baker, secretario de Estado en el gobierno del presidente George Bush, me manifestó que quería apoyar nuestro Plan de Paz junto con Bernie Aronson, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio...
... lo hizo en respuesta a mi sugerencia de que la gran potencia del Norte nos permitiera a los centroamericanos continuar nuestro propio camino, ya que los cinco presidentes nos habíamos comprometido a cumplir lo que habíamos pactado en Guatemala.
El destino de treinta y cinco millones de centroamericanos estaba en nuestras manos y no podíamos defraudar a nuestros pueblos.
Hace 6 años publiqué en @nacion un artículo titulado: “Un Acuerdo Posible” y decía:
“Hoy, cuando debatimos, una vez más, entre imponer nuevos tributos y recortar gastos del presupuesto que debe aprobar nuestro Parlamento para el 2015, quiero, respetuosamente hacer una propuesta”
En aquella oportunidad mi propuesta consistía en disminuir el déficit durante los 2 años siguientes (2015 y 2016) en un 5% del PIB, donde un 3% se obtenía con nuevos tributos y el otro 2% con reducción del gasto.
El propósito de esta sugerencia era equilibrar el costo del ajuste entre el sector público y el sector privado, lo cual pasaba por reducir el tamaño del estado y aprobar un sistema tributario mucho más progresivo.
Nuestra Asamblea Legislativa declaró el 7 de agosto como el “Día de la paz firme y duradera”. Recordemos que la paz es el más invaluable tesoro que un pueblo pueda poseer.
“La paz es siempre un don de Dios, pero ella depende también de nosotros. Y las llaves para la paz están en nuestras manos. Depende de nosotros el saber usarlas y poder abrir con ellas todas las puertas”.
Su Santidad Juan Pablo II.
Un día como hoy, en Ciudad de Guatemala, los 5 presidentes de Centroamérica hicimos nuestras las palabras de San Juan Pablo II y tomamos en nuestras manos las llaves para abrir las puertas y salir en busca de la paz para nuestros pueblos.
Esta pandemia de dimensiones devastadoras ha sacudido al mundo hasta sus cimientos. La enfermedad, la muerte, el aislamiento social, el hambre, la pobreza, el desempleo y la incertidumbre se multiplican sobre la faz de la Tierra.
Además de la crisis sanitaria por la que estamos atravesando también tenemos una gravísima crisis económica como no la habíamos vivido en los últimos 100 años. Quien en este momento no se haya dado cuenta aún de la situación que estamos enfrentando, debe abrir los ojos.