Thread by @anabellemg

Hoy hace diez años, Jorge y Javier fueron ejecutados extrajudicialmente dentro del Tec de Monterrey por miembros del Ejército Mexicano. Los militares les retiraron sus identificaciones, les plantaron armas y los hicieron pasar por sicarios. #TodosSomosJorgeYJavier

La evidencia de su muerte violenta fue eliminada y el Tec de Monterrey se volvió cómplice del dolor de las familias cuando, días después de lo ocurrido y teniendo conocimiento de los hechos, pronunció públicamente que las personas abatidas ese 19 de marzo eran sicarios.

Tras años de lucha de parte de sus familias y el Colectivo #TodosSomosJorgeYJavier, el Estado reconoció públicamente su responsabilidad frente a los hechos, no solo por las ejecuciones de los estudiantes, sino también el daño a su honor e imagen por etiquetarlos como sicarios.

Sin embargo, #A10AñosDeImpunidad, hay mucho que reflexionar acerca de lo ocurrido ese 19 de marzo de 2010 en el cruce de Ave. Garza Sada y Ave. Luis Elizondo. Aprovechemos estos días de silencio y cuarentena para hacerlo.

Primero, lo que falta:

Según información del Colectivo #TodosSomosJorgeYJavier, a 10 años de su muerte no se ha hecho justicia, pues al día de hoy no ha sido dictada sentencia condenatoria alguna en contra de los responsables.

Diez años los familiares de Jorge y Javier lo han dejado todo para luchar por sus hijos. ¿Cómo podemos sumar aquí? Y, ¿desde dónde? ¿Desde la exigencia pública junto con el Colectivo? ¿Desde el derecho?

¿Qué medidas de reparación ha cumplido el Estado? ¿Cuáles faltan?

¿Qué necesita nuestro sistema judicial para garantizar el derecho humano a la justicia 'pronta y expedita'? ¿Las iniciativas del Congreso y la política pública toma esas necesidades en cuenta? ¿Cómo nos aseguramos que las víctimas tengan una voz en esas leyes y políticas?

Segundo, el impacto:

El caso de Jorge y Javier marcó la conciencia colectiva de una ciudad en donde nada nos duele, ni nos mueve. Monterrey, una ciudad conocida por su apatía frente al sufrimiento de otros, cambió después de ese 19 de marzo de 2010.

Pero esa marca, lamentablemente, no es indeleble. Hace meses, la Sociedad de Alumnos de la carrera de Derecho del Tec de Monterrey invitó a Felipe Calderón a dar una conferencia magistral a metros de donde sucedieron los hechos la madrugada del 19 de marzo de 2010.

La conferencia, gracias al la exigencia del colectivo, los familiares y algunos miembros de la comunidad estudiantil, no se llevó a cabo. Sin embargo, éste es solo un ejemplo de lo fácil que olvidamos. Con todo y placas y murales. ¿Cómo hacemos que esa marca sí sea indeleble?

El impacto del caso de Jorge y Javier también aportó a la conversación sobre el Fuero Militar y cómo éste fomentaba las violaciones a los derechos humanos. También continuó la discusión sobre la responsabilidad de las cadenas de mando.

La lucha de los familiares y el colectivo #TodosSomosJorgeYJavier, así como el documental de #HastaLosDientes de @asarnaut, nos recuerda que la militarización nunca es la respuesta si la pregunta que queremos responder es cómo lograr la paz en un país que lleva 14 años en guerra.

Tercero, el activismo estudiantil:

No podemos hablar de Jorge y Javier sin hablar de Asamblea Tec, ahora el Colectivo #TodosSomosJorgeYJavier. Durante años, estudiantes nos recordaron del caso de Jorge y Javier en una universidad que lo que más quería era que lo olvidáramos.

Gracias por ser valientes ante las amenazas de los directivos y la censura. Gracias por mantener viva la memoria de Jorge y Javier en una institución donde no se nos enseña a luchar por nadie más que por nosotros mismos y que el dinero es la medida del éxito.

Si hay UN lugar complicado para iniciar un movimiento social, es el Tec de Monterrey. Gracias por ser el ejemplo para las generaciones que les siguieron. Si hubo un Feministas del Tec fue porque antes existió Asamblea Tec. Gracias a mis amigas poderosas que fueron parte de ambos.

Unos de mis primeros recuerdos como universitaria son de sus pronunciamientos en el #19M, su llamado a la expresión artística, los momentos de silencio junto con las familias. Todo esto afuera de las instalaciones de Campus Monterrey, puesto que tenían prohibido hacerlas dentro.

Me duele saber que ya no hay alumnos actuales que sean parte del Colectivo #TodosSomosJorgeYJavier. Sin duda presenciar su lucha dentro de la universidad fue parte importante de mi desarrollo como persona.

Podría seguir escribiendo de lo que el décimo aniversario de la muerte de Jorge y Javier me hace sentir, pero creo que cerraré el hilo. Si alguien quisiera reflexionar algo más, les leo.

A 10 años de impunidad por sus ejecuciones, ni perdón ni olvido. #TodosSomosJorgeYJavier