Sobre lo que viene pasando en la Argentina y el “resurgimiento” de una fisura en torno a la gestión del coronavirus por parte del gobierno nacional:
A pesar de la gravedad de la situación, uno podía, hace unos días atrás, encontrar cierto optimismo en la popularidad de la imagen de Alberto Fernández, en mediciones en las que la sociedad parecía pedir más Estado y reivindicar la salud pública
Estos días apareció una fisura, cuestionamientos en los medios de comunicación. Aparecieron voces disidentes con el discurso “¿y la economía?, los cacerolazos que parecían casi un apoyo a Paolo Rocca, un video de un empresario cordobés con el hashtag #ElMiserableSosVos
Mas allá de lo llamativa o preocupante que pueda resultar la escena de un pueblo defendiendo al millonario más importante del país, esa fisura que se vuelve a abrir no deja de ser sintomática de lo que era la Argentina antes de la cuarentena
Creo que no se trata tanto de los cacerolazos, ni de una defensa a Rocca, sino que hay una suerte de identificación con lo de la figura de Rocca representa en estos tiempos. Lo qué pasó, permitió expresar preocupaciones que tienen muchos y muchas argentinas
Como para muchos, para los pequeños y medianos empresarios la situación es preocupante. La cuarentena es una amenaza a su supervivencia. Estos sectores se identificaron con la medida de Rocca de despedir gente
El empresario cordobés es un claro ejemplo. Es un pequeño empresario, pero percibe que hoy tiene los mismos problemas que Rocca, a pesar de las diferencias brutales de la magnitud de capital
Es ese pequeño empresario que dice “yo le doy trabajo a la gente” y no “yo gano con el trabajo de la gente”. Que piensa que paga impuestos para mantener vagos, que dice “a mi nadie me regalo nada, todo es producto de mi propio esfuerzo”
Es ese empresario que dice “yo pago juicios laborales” como si fuese culpa del Estado. Que genera riqueza mientras los trabajadores estatales absorben esa riqueza. Que dice, a fin de cuentas, “yo mantengo el país”
Al decir todo eso, se siente, se ve en el mismo lugar que Rocca. Se percibe con esa mirada empresarial. ¿Y donde ve el problema? En el Estado.
Por eso, es bastante lógica que la reacción desde esa mirada sea “que se bajen los sueldos”
Por eso, es bastante lógica que la reacción desde esa mirada sea “que se bajen los sueldos”
Para muchos, el mundo después de la cuarentena va a ser distinto. Pero lo que muestra esa vuelta casi sin cambios a la anti-política (que es, por supuesto, un discurso político) es que otros siguen ofreciendo, a nuevos problemas, las mismas respuestas que siempre.
