Thread by @periodistan_

Les voy a contar cómo es viajar por el Norte de Mozambique 🇲🇿...

1) Estuve en Mozambique hace unos 7 años ya, un mes aproximadamente durante mi viaje por África.

Hay dos Mozambiques:
-El del Sur: cerca a Sudáfrica, desarrollado, activo, turismo europeo; allí se ubica su capital, Maputo (foto)
-El del Norte: completamente olvidado.

2) Con mi gran amiga Saran, nacida en Costa de Marfil, veníamos desde Tanzania 🇹🇿. O sea, desde el Norte.
Habíamos tenido que cruzar un pantano de 2 kilómetros, con posibilidad de cocodrilos, a pie, para que nos sellaran el pasaporte.

¡Sejam bem-vindos a Mozambique!

3) Pero la historia de ese cruce, por el río Rovuma, será en otro momento.

Ahora quería contarles un poquito sobre el día en que viajamos desde Pemba hacia Ibo. Es decir, desde la ciudad más importante del Norte mozambiqueño hacia una islita en el Océano Índico.

4) El camino era el siguiente.

Desde Pemba, un ómnibus (que sólo pasaba a las 4:30 AM por una esquina) a un punto intermedio que ya ni me acuerdo el nombre.
Y de ahí, una “minivan” a Tandanhangue, que era la localidad de donde salían los barquitos a Ibo.

Entre 6 y 12 horas...

5) ¿Por qué tanta diferencia?
DEPENDE DE LAS CONDICIONES DE LA RUTA.
Léase: hay que prepararse para lo peor.

La cosa es que nos tomamos el colectivo a las 4:30 (ahí me ven esperando) y nos dejó en el punto intermedio de donde nos subimos a la chata de una camioneta.

6) Primer percance del trayecto: se largó una terrible tormenta y nosotros al descubierto, en la parte trasera del vehículo.
¿Solución? Unas bolsas de residuo para cubrirse.

¡Porque esto es África! ❤️

7) Ah, un detalle que parece menor pero no lo es tanto.

El día anterior, Saran me había hecho las trencitas.
Que pase rápido este tweet y se olvidé pronto.

8) Antes del mediodía nos subimos a otra camioneta.
En el interior africano uno nunca entiende por qué se cambia tanto de transporte, por qué subir a uno, bajar de otro: simplemente hay que aceptarlo.

Acá arrancó el verdadero viaje: se acabó el ripio y empezó la ruta de tierra.

9) Recuerden: antes había llovido mucho.
La ruta era un DESASTRE, probablemente la peor que transité en mi vida.
La camioneta se nos quedaba a cada rato y hubo que empujar, ya ni me acuerdo cuántas veces, 5, 6...

Dos imágenes valen más que 2.000 palabras, dicen...¿No?

10) Lo peor, de todas formas, no fue eso.

Lo peor fue que la camioneta paraba cada 10 minutos para que subiese gente.
Y con gente, me refiero a gente, gallinas, electrodomésticos, sacos de harina de 20 kilos, TODO.
Y vendedores, obvio: choclo asado, pinchos de carne, mandioca...

11) En la foto anterior, todavía era aceptable.
Incluso en esta selfie.
Pero en un momento, con al menos 20 personas y sus equipajes en una chata en la que, como mucho, cabían 8, ya fue imposible.

Nunca jamás en mi vida volví a sentirme tan apretado: era imposible moverse...

12) Juro que no exagero. No se podían mover las manos, los brazos; trataba de mandar órdenes a los dedos del pie para mantener activo el cuerpo...

Obviamente no hay fotos, aunque dejo una de otro tramo del camino, un vehículo que no era el nuestro.

13) A todo esto, tras la lluvia, hacía al menos 35 grados.

Y las trencitas me habían dejado una parte de la cabeza desprotegida.
Nunca pensé que el cuero cabelludo pudiese sufrir tanto, pero lo cierto es que durante los siguientes 10 días se me empezó a “desgranar” la cabeza...

14) Y todo por hacerme el lindo.

En fin, lo cierto es que tras 10 horas terribles terminamos llegando al puerto, que era éste.

Serían las 14, tuvimos que esperar unas 2 horas más a qué saliese el dhow, un tipo de embarcación que se usa en esa región del mundo.

15) El dhow salió (¿Salvavidas? ¿Qué?) y así es como llegamos a Ibo.
Ibo es una isla muy particular, pero aquí termina el hilo; la historia completa está en el libro "Crónicas Africanas", que, una vez que pase toda esta locura, vende @lapartemaldita.

Mozambique ❤️❤️❤️

16) Se me ocurrió contar esta historia hoy básicamente porque estoy extasiado.
Encontré en la PC de mi hermano más de 1000 fotos de Africa que creía pérdidas.
Si me dejan, seguiré hablando los próximos días de ese hermoso continente.

Abrazo...y pole pole (con calma, en Swahili).