Thread by @ninjaperuano

Un fav y cuento la historia de cuando le vi el pene a Jorge Ortiz de Pinedo y a Beto Cuevas en dos oc---
No, ¿saben qué? Hace tiempo hice una votación para que escogieran entre el hilo de Italia y el de Irlanda.
Un fav y cuento el de Irlanda, porque ya conté el de Italia.

NOSEDIGAMÁS

Esta historia se lleva a cabo en Dublín, más o menos a la mitad de mi viaje mochilero.
Para estas alturas ya llevaba un par de meses durmiendo en hostales rodeado de gente rara y mi cruda diaria ya se había convertido en un meta-estado etílico en donde siempre apestaba a alcohol.

Llegué a mi hostal de Dublín, emocionado porque estaba cerca de todos los pubs. Aunque siendo justos, TODO Dublín está cerca de los pubs.
Hago el check in, y pasando por el cuarto común me encontré a una brasileña que había conocido en Madrid.

La fuí a saludar y me dijo que no estaba muy contenta con este hostal. Le pregunto por qué y me dice que porque está llena de gente muy rara. Le recalco el hecho de que en los hostales prácticamente todos son raros y me dice "No, es diferente..."

"...este está lleno de chinos", me dice, tratando de no sonar racista y fracasando en el intento.
Y tenía razón, por algún motivo el hostal estaba lleno de chinos; y no sólo chinos de China, sino chinos de todo tipo, como de Vietnam, Filipinas y todo eso.

Y en serio, no es por ser racista, pero cualquier persona que haya convivido con ellos no me dejará mentir: los chinos y sus aledaños son personas muy muy raras. Tal vez son sus costumbres o tal vez son personas de la verga, pero como sea, vivir con ellos es... raro.

Como sea, traté de no darles importancia a las palabras de la brasileña y le dije que iba a mi cuarto a dejar mis cosas y que al rato la veía para ir a beber, porque somos latinos y eso es lo que hacemos cuando estamos juntos.
Caminé a mi cuarto, muy alegremente.

Cuando llegué, vi que era un cuarto de 3 camas: una litera con 2 y una cama matrimonial.
Prendí las luces y vi que parado en medio del cuarto, TOTALMENTE A OSCURAS, estaba un chino, ahí, todo inmóvil.

Weird, but ok.
Tal vez los chinos tienen visión en la oscuridad, no soy nadie para juzgar.
"Ehh... ¿hola?", le dije al chino, que era como un filipino.
El cabrón me volteó a ver TOTALMENTE EN SILENCIO. No dijo nada como en 5 segundos.

Lo volví a saludar, esperando que en cualquier momento me brincara encima y tratara de comerse mis entrañas, confundiéndome con un murciélago o un armadillo.
Después de otros segundos, como que salió de su trance y me saludó. Después se volvió a quedar en silencio viéndome.

Me sacó de pedo pero lo ignoré y empecé a caminar hacia las cama matrimonial, que estaba vacía.
"Qué bueno que llegaste..." me dijo el chino, al que ahora llamaré Chun Li porque es el primer nombre que me viene a la mente.
"...porque llevo media hora aquí y no sé cuál es mi cama"

El cabrón llevaba media hora a oscuras, maldito freak.
"Pues la cama matrimonial es la mía, tú puedes agarrar cualquiera de las otras", le contesté; porque ni de pedo iba a dormir en una litera con Chun Li.
"Ah, perfecto, gracias", dijo.

No sé qué clase de pendejo no agarra la cama grande en cuanto la ve vacía, pero bueno, mejor para mí. Dejé mis cosas encima de la cama y bajé a ver a la brasileña para irnos a un pub a beber, porque somos latinos y eso es lo que hacemos cuando nos encontramos.

Fuimos, bebimos, la pasamos bomba, y eventualmente regresamos al hotel, como a las 2 de la mañana o algo así.
Esta vez no prendí las luces del cuarto porque quise ser decente y no despertar a nadie, pero en cuanto prendí la pantalla de mi teléfono para usarla como lámpara...

... vi que Chun Li estaba otra vez PARADO AL CENTRO DEL CUARTO, INMOVIL Y VIENDO AL INFINITO.
Afortunadamente, estaba demasiado ebrio para sufrir un infarto por el miedo.
"¿Hay alguien más en el cuarto?", le pregunté. Me volteó a ver y negó lentamente con la cabeza.

Shit was freaky, yo. Era hasta más freaky que Wu, otro chino del cual ya conté en hilos pasados.
Mi ebriedad me protegió una vez más, y prendí la luz del cuarto, sabiendo que no iba a despertar a nadie.
"¿Qué tal tu dia?", me preguntó Chun Li sin voltearme a ver.

"Estuvo bien, me encontré a una amiga y fuimos a un pub", le dije, porque a veces soy demasiado amable con los asesinos en potencia.
"¿Y el tuyo?", pregunté, en lo que pronto me daría cuenta de que fue UN GRAN ERROR.

Chun Li salió de su trance chino y se me acercó, muy emocionado por alguna razón.
"Mal, ¿sabías que aquí los baños no tienen bidet?"

Creo que este es un buen momento para hacer un paréntesis de breviario cultural.

En caso de que no lo sepan (como yo no lo sabía antes de irme de mochilero), en muchos lugares del mundo se acostumbra que junto al escusado haya un escusado más pequeño cuyo propósito es echarte agua en el ano para limpiarte.
Se siente desconcertantemente bien.

Volviendo a nuestra historia:
"Sí, me di cuenta cuando llegué hace rato; yo no uso bidet..." (le mentí a Chun Li) "... pero supongo que para ustedes debe de ser más difícil" (me referí a él como -ustedes- para ocultar que no sabía de dónde era)

"Sí, la verdad no supe qué hacer", me dijo Chun Li, quien por alguna razón asumió erróneamente que me interesaba escuchar sobre cómo se limpiaba la cola después de cagar.
Si la cosa se hubiera quedado ahí, todo hubiera estado bien, PERO NO.

"Así que tuve que improvisar", agregó, MIENTRAS SACABA DE SU MOCHILA UNA BOTELLA DE AGUA CON PEQUEÑOS PEDAZOS DE CACA FLOTANDO Y LA AGITÓ A 10 CM DE MI CARA.

Di unos pasos hacia atrás y ahora el que se quedó totalmente en silencio fuí yo, porque honestamente, nunca sé cómo reaccionar cuando alguien agita su agua de ano tan cerca de mí.
Después de unos segundos logré balbucear "¿Te limpiaste con esa agua?"
"Sí", me dijo sonriente.

"Entonces...¿ésa es tu agua de ano?"
"¡Sí! ¡No la vayas a confundir con tu botella de agua normal!" me dijo el hijo de su chinada madre Y AVENTÓ SU BOTELLA DE AGUA DE ANO EN MI CAMA MATRIMONIAL BIEN HABIDA.

Las palabras me abandonaron porque mi incredulidad le estaba ganando a lo que estaba pasando. En el tono más calmado que pude, le pedí amablemente que QUITARA SU PUTA AGUA DE ANO DE MI ALMOHADA, y el culero todavía reaccionó como si no entendiera qué había hecho mal.

Empezó a preguntarme que qué tenía y le dije que no quería hablar. Entré al baño a prepararme para dormir y el cínico todavía me preguntó si quería que me prestara su botella de agua, NO QUIERO TU PUTA AGUA DE ANO, CHUN LI.

Me lavé los dientes con mucho cuidado de tocar las menos superficies de ese baño que fueran posibles, y me acosté en mi cama matrimonial, del lado donde no había estado la botella de mojón del chino.
Chun Li se quedó inmovil al centro del cuarto una vez más.

Desperté al otro día y Chun Li estaba en su litera. Parece ser que los chinos sí duermen en camas después de todo.
Bajé al cuarto común, desayuné con la brasileña y con su roomie irlandesa, y fuímos a conocer la ciudad.

En algún momento salió al tema que yo extrañaba la comida mexicana, y la irlandesa se ofreció a llevarnos a un restaurant mexicano (esto es relevante, lo prometo)
Cuando llegamos, resultó ser un lugar de burritos, que como todos saben, es la comida oficial de México.

Agradecí la intención y entonces entramos. Cuando me tocó ordenar, el mesero reconoció mi acento y resultó que sí era mexa. Le dije que extrañaba el picante (no dije chile porque qué oso ser albureado en otro continente) y ofreció darme una salsa que sólo comía el staff de ahí.

Resultó ser LA SALSA MÁS PICANTE QUE HE PROBADO EN MI VIDA, y pues yo no tengo TANTO aguante. O sea, soy mexa, pero también soy blanco entonces no como tanto chile.
Sea como sea, no podía echarme para atrás porque haría quedar mal a mi gente frente a los extranjeros.

Fingí aguantar como si no me pasara nada, aunque por dentro sentía que mis ojos estaban a punto de colapsar y volverse fuego.
Ahora, no sé si a ustedes les pase, pero la comida muy irrante tiene un efecto secundario: te afloja machín el mastique.

Pasé el resto del día teniendo que ir a cagar cada 10 minutos, lo cual no fue un problema hasta más noche que regresé a mi hostal.
Chun Li estaba en la sala común, viendo al infinito. Cuando me vió, me preguntó "¿a dónde vas?", y estúpidamente le dije "al baño"

"¡Voy contigo!" me dijo emocionado.
"Fuck no you're not", le contesté, porque un hombre puede disfrutar secretamente el uso de un bidet, pero pues hay límites.
"Al cuarto", replicó.
No lo pude detener porque técnicamente también era su cuarto.

Entré al baño y me encerré a cagar agua con habanero. Al final me limpié con papel Y NO CON UNA BOTELLA DE AGUA PORQUE NO SOY UN ANIMAL.
Abrí la puerta del baño para salir, y Chun Li estaba literalmente afuera, esperando.

Chun Li entró al baño como desesperado en el instante en que yo salí. No quise juzgarlo, tal vez también lo obligaron a comer un burrito del infierno.
A los pocos segundos, salió y me dijo "Huele horrible allá adentro", pero lo dijo con una puta sonrisa creepy.
"Eh... ¿perdón?"

(Perdón por la pausa, llegó el repartidor de Amazon)
"No, it's ok, I don't mind", me contestó y volvió a entrar al baño, Y JURO QUE LO ESCUCHÉ ASPIRAR PARA PODER OLER MEJOR.

No quise seguir ahí, así que salí a beber, porque en Europa tenía un grave problema con la bebida.
Pasando por el lobby pedí un cambio de cuarto porque mi roomie era un maldito enfermo, pero me dijeron que no podían hacer nada.

Me puse pedo sin mayor eventualidad, y cuando regresé al cuarto, además de Chun Li ya tenía otra roomie, una morra que después me enteraría era holandesa. Dormí en un estupor etílico.

A la mañana siguiente desayuné con la holandesa y le advertí del fetiche de nuestro compañero coCHINO (see what I did there? My mom says I'm hilarious)
La vi un poco asustada así que consideré mi misión cumplida.

Salí a conocer la ciudad y en algún momento uno de mis lentes de contacto se me fue atrás del ojo y tuve que sacarlo en el baño de un Burger King, pero eso es otra historia, el punto es que regresé al hostal por mis lentes normales.

Cuando entré al cuarto, la holandesa estaba en al baño, Y CHUN LI AFUERA, TRATANDO DE OLER, I SWEAR TO GOD.
La holandesa salió y lo vió esperándola, ante lo cual se puso histérica (como yo debí haberme puesto antes, pero soy un puto pasivo, aparentemente)

Empezó a gritarle y bajó a quejarse con los del hostal, ante lo cual vi mi oportunidad de ser aliade y de por fin librarme del huelecacas, así que la acompañé y me quejé yo también.
Como ahora era una mujer la que se quejaba, ahora sí hicieron algo al respecto.

El staff fue y corrió a Chun Li del hostal. Afortunadamente se llevó su botella de agua de ano con él (y sospecho que un par de calzones de la holandesa para olerlos en el camino)

Nos quedamos la holandesa y yo en cuarto, con un ambiente muy raro.
Como media hora después, ella se asomó por la ventana y gritó. Chun Li estaba afuera, viendo nuestra ventana inmóvil.
Checamos un par de veces más, y ahí seguía, viéndonos, esperando oler nuestra caca.

Eventualmente, como una hora después, desapareció, y hasta el día de hoy no hemos vuelto a saber de él.
O bueno, yo no, tal vez Chun Li asesinó a la holandesa días después y nunca me enteré.

Y ésa es la historia de la vez que aprendí que hay personas que analizan los bouquets de las heces fecales ajenas para ver si encuentran un regusto a almendras o a madera.
Piensen en eso la próxima vez que dejen un baño apestoso: allá afuera hay alguien que se sentiría afortunado

No se pierdan mi próximo hilo, en el que contaré de cuando les vi el pene a Jorge Ortiz de Pinedo y a Beto Cuevas en 2 ocasiones no consecutivas.

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XOXO
Gossip Girl