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#HistoriasDeCuarentena
Estrechez de Corazón
-Mamá por favor no salgas, tengo miedo.
-No temas mi pequeño valiente, yo debo trabajar, tu sabes que mami ayuda a curar a otros.
-¿Y si eres tu quien enfermas?
Ella se levantó con una sonrisa.
- Soy la super mamá doctora y si me das un beso tendré super poderes.
El niño enseguida le da un beso y la abraza.
Ella sale enternecida pero respirando profundo sabe que lo que vendrán no son horas fáciles.
Toma el metro,
Llega a cumplir su turno, mucha gente, mucho miedo, poca información y demasiada ignorancia, combinado con una pandemia, el caos.
Sus padres de bajos recursos habían redoblado trabajos para apoyarla cuando dejó de trabajar.
¿Tan bella porque no buscas un hombre que te mantenga?
¿Todo eso para trabajar con enfermos?
En su vientre ya crecía una vida de un novio que le dijo que la ayudaría pero se convirtió en servicio de luz en Venezuela, era mas tiempo con el que no se contaba que cuando si estaba.
Años y llega este virus que tuvo que llenar de valentia de todos en cada hospital...dar mas horas, doblar turnos ¿Descanso? ¿Eso que será?
Pero alli estan los de limpieza
Pero al salir cansada Raquel se enfrenta con algo peor, hay insultos de la gente en la calle:
¡Nos van a enfermar a todos!
Una hoja amenazante en la puerta de su apartamento:
Y las lágrimas caen.
Habia luchado desde la madrugada con aquella mujer diabética que luchaba por vivir por dos niños, y que sentía una asfixia tan desesperante que creyó morir
Pensó en que usaba su dinero en conseguir guantes para ella y para otros compañeros, en todo lo que ha dejado de vivir junto a su hijo...en fin, todo pasaba por su cabeza mientras las lágrimas corrian.
No sabia que hacer...todo era tan injusto.
Y recordó el video
Pero aqui no era asi... al dia siguiente viviria lo peor.
Al volver luego de quedarse toda la noche, cuando una amiga ingresó infectada por el virus y ella se quedó mas tiempo junto a ella.
Todo ardía, quemaba, un ojo dolía. Escucho la voz de aquella mujer insultandola, ella casi ciega sintió una mujer intecediendo por ella con agua que la refrescaba.
Raquel estaba emparamada.
Escucho la voz de su hermana,llegó una patrulla y la montaron en un carro para volver al hospital.
La mente divagaba ¿Porque alguien me hizo esto?
¿Cual es el mal que estamos haciendo tantos que damos nuestra vida?
Los gritos contra ella estuvieron mezclados con los que decian:
¿Como son capaces de hacerle esto a quien esta luchando como un héroe por nosotros?»
Y Raquel recordó ese momento con su hijo donde el la abrazo porque era su superdoctora mamá.
Eso le dio nuevos ánimos. Era una heroína.
Ellos son los héroes de la contingencia, quienes inmerecidamente reciben insultos y vejaciones cuando solo deberían sentir agradecimiento y apoyo.
Cada uno de ellos son vitales en esta lucha.