Llegamos al capítulo XV, ya Perejil se está volviendo una parte de nuestro folklore, pero no divaguemos y sigamos la narración.
El ínclito rey, que ya no sentía lo duro, sino lo tupido, estaba atorado en una epidemia que tenía a los súbditos guardados en
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Los líderes burgueses, a los que tiempo atrás les pidió cooperación para vender el carruaje, que ahora, 8 capítulos después no se ha rifado, ni regresado al reino, ni vendido, ya no confiaban en el
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Perejil, cuando se enteró, montó en cólera, cabe aclarar que cólera no era su caballo, su yegua se llamaba “La Canica”, y era su compañera para jugar “chiras pelas”.
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Su factotum, el inefable Marcelino, su ministro de Tesoro Real, R2D2 Herrera y la ministra de Mercados y Ferias Regionales que coordinaba la economía
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Pués con moditos, o no, los burgueses siguieron en la misma y para altercar con el rey y su lambiscón real Yoni Aker-Wan Kenobi, nombraron a Jamed Lozano que ya traía una larga historia de
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El pueblo, en sus casas por el miedo a contagiarse de las Cacas Locas, y no por las instrucciones que daba el aquelarre de brujos oficiales,
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La ministra de la Función Cómica estaba contagiada de la fiebre defecativa y era un hervidero entre los que lo creían, los que no, los que pedían la cabeza del chismoso que filtró el chisme, y los que la comparaban con unas pinturas
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Dejemos a Pejetitlán inmerso en sus cuitas y volvamos a la narración otro día.
Les recomiendo no salir, y si lo hacen usen un dispositivo llamado cubrebocas, similar al que usaba
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Por favor RT si Sus Mercedes medievales así lo consideran prudente.
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