1) Hoy vamos a hablar de la continuación de la vida profesional de uno de los mejores jugadores de beisbol de la historia, Roberto Clemente... Nos enfocaremos hoy en ciertas fallas que se le atribuyeron al principio de su carrera. Una fría tarde de abril de 1956, se inauguraba la
2) temporada en las Grandes Ligas y el mánager de los Piratas de Pittsburgh de entonces, el exhibicionista numero 1 de la época, Bobby Bragan, multó a Clemente con 25 dólares por no respetar una seña. La historia: Johnny O’Brien embasado en tercera, un out y Roberto al bate. Con
3) esa carrera empataban el juego a 2 frente a los Phillies, por lo que Bragan, quien dirigía y a la vez era el coach de tercera ya que (como el mismo decía)le gustaba que lo vieran en el terreno, ordenó el squeeze play. Parecía buena jugada ya que los Piratas eran home club y se
4) jugaba el septimo inning. Pero Clemente falló al no entender la seña e hizo swing grande con O’Brien a unos 5 metros del home. Fue Foul. Y en el siguiente lanzamiento se ponchó. Les hicieron el cero.Para beneficio en la historia de Roberto (quien tapaba regularmente sus fallas
5) con calidad), llegaron al noveno inning iguales, perdiendo 2-1. Entonces, O’Brien se embasó de nuevo y estaba en primera, 2 outs y Roberto al bate. Todo lo que hizo fue dejar en el terreno a los visitantes con jonrón por el left... pero, ni eso le quitó la multa! Otro día, el
6) 25 de julio de 1956, los Cubs eran los visitantes de los Piratas en el Forbes Field y les ganaban a estos,8-5 en el noveno inning. Tres Piratas en base sin out y apareció Roberto al bate frente a Jim Brosnan. Roberto, razonaba después: “En esa situación, sólo pensaba en ganar
7) el juego. Me concentré en que yo era la carrera de la victoria. Si yo anotaba se acababa todo!”. Brosnan, siempre dijo que fue una slider que se le quedó arriba y Clemente aseguraba que fue una curva. De todas maneras, el swing produjo una linea violenta entre left-center. Los
8) tres en base anotaron fácilmente, mientras Roberto parecía volar de home a segunda. Y siguió hacia tercera, cuando ya la pelota llegaba del outfield. El mánager Bragan, manifestó: “Yo le hacía señas desesperadas para que se parara en tercera,pero sabía de la magia de Clemente
9) y que no se iba a parar. Si de segunda a tercera corría mucho más rápido que de home a segunda!”. Con la pizarra empatada a 8, esa era la carrera ganadora y había que cuidarla. Además, venían a batear el cuarto, quinto y sexto bates. Pero, Clemente pensaba otra cosa, como le
10) dijo a Associated Press en Pittsburgh: “Le grité a Bobby (Bragan, coach de tercera y mánager del equipo), apartate de mi camino! Y seguí para home.Pensé que no tenía nada que perder porque ya estábamos empatados sin mi carrera y si llegaba safe, ganábamos y nos íbamos a casa.
11) Además... les voy a confesar... confío mucho en mis piernas!”. El short stop recibió la bola e instintivamente se dispuso a tirar a tercera, pero al ver que Roberto ya cruzaba y seguía hacia home, perdió unos segundos que aprovechó Clemente, quien llegó en slide fracciones de
12) segundo antes que el catcher, bola en mano, lo tocara, safe! Así ganaron 9-8, pero fue un error mental imperdonable. Sin outs, expuso la carrera de la victoria en una jugada que se sabía que iba a ser cerrada. Bragan lo multó con otros 25 dólares. Clemente, dijo después: “Si
13) tengo que pagar los grand slams dentro del campo y para dejar en el terreno al enemigo, no a 25 dólares, sino a 100 dólares cada uno, con gusto los pago”. El diario Pittsburgh Sun Telegraph, publicó en agosto de ese año 1956: “Los fanáticos de los Piratas han descubierto un
14) nuevo héroe, Roberto Clemente”. En septiembre, otra falla de Roberto ocurrió en un juego en el Wrigley Field. Esta vez, pasó todo lo contrario a aquel squeeze play que no intentó. Los Cachorros ganaban 3-2 en el noveno inning y había dos outs, por lo que un jonrón empataría
15) las cosas y un extrabase pondría la carrera del empate en posición anotadora. Pero, lo que hizo Roberto fue tocar la bola intentando sorprender. La sorpresa la sufrió él ya que le salió un flaicito al tercera base que acabó con el juego. Ya en el club house, el mánager Bragan
16) se le acercó para preguntarle: “Porqué en vez de estar tocando la bola, no trataste de sacarla del parque?”. La respuesta de Roberto pasó a la historia por lo ocurrente: “Jefe, hoy no me siento como para estar bateando jonrones!”. Muchos jugadores de otros equipos no querían
17) a Clemente porque lo tildaban de arrogante, pretencioso, un “perro caliente”. Pero, nada más lejos de la verdad! Una de las características más importantes de su personalidad, era su nobleza. Un día quiso sorprender a sus padres, Melchor y Luisa con una casa como regalo de
18) de navidad. Pero los precios estaban por encima del dinero que le había quedado tras sus gastos del año, entre los que se contaba la mensualidad que les enviaba. Entonces, le ofrecieron un crédito, pero prefirió no comprometerse, deseaba tener su cabeza tranquila para poder
19) ponerla sólo en el beisbol. Esperó la siguiente navidad y en diciembre de 1955, después de su primera temporada en Grandes Ligas, llevó a sus padres a un bonito sector en las afueras de San Juan y señalando una linda casa, les dijo: “Aquí es donde quiero que vivan ahora!”.
20) Había pagado por ella, 12500 dólares, sus ahorros después de dos años de pelota profesional. Melchor y Luisa, no pudieron responder con palabras, los dos lloraron de emoción, orgullo, felicidad y gratitud. Es historia, amigos. P. D. La semana entrante, continuaremos con la
21) historia profesional de Roberto Clemente. Fuentes: Clemente, The Passion and Grace of Baseball’s Last Hero por David Maranis. Análisis de la temporada por el diario Pittsburgh Sun-Telegraph, Octubre 5,1956. Cinco mil años de Beisbol por Juan Vené.
