Respondiéndoles a @AffeMatias et al. quería contar brevemente qué es lo que está detrás de la noticia de los neutrinos detectados y todo ese ruido acerca de un universo paralelo. Pero me voy a restringir a lo estrictamente científico. Nada de mundos paralelos ni unicornios: hilo. 
Resulta que funcionan en el continente antártico algunos experimentos diseñados para detectar partículas elementales que vienen del cosmos. Estos experimentos pueden considerarse como observatorios, aunque no “observan” partículas de luz sino otras partículas llamadas neutrinos.
Los neutrinos son partículas de una masa muy pequeña y que, en comparación con otras partículas, son curiosas. Entre sus rarezas, la más importante desde el punto de vista de su detección es su bajííísima propensión a interactuar (entre ellas, o entre ellas y la materia).
Y dado que detectar una partícula es, después de todo, interactuar con ella (e.g. como los fotones interactúan con las células de nuestra retina cuando se origina lo que llamamos “ver”), detectar los neutrinos es muy, muy difícil: casi no interactúan; lo hacen, pero muy poco.
Así, detectar neutrinos requiere de una gran cantidad de materia: Piletas repletas de agua destilada monitoreada por fotodetectores que, pacientes, esperan a que uno de los tantos neutrinos que atraviesan nuestro planeta se digne a interactuar con el agua y, al hacerlo, emita luz
En la Antártida, esa masa de agua ya está dada: es el suelo mismo. El experimento IceCube, por ejemplo, del que ya hablamos en df.uba.ar/en/?id=7628:no… detecta el hielo del continente blanco a la espera de que algún neutrino interactúe con un átomo de oxígeno o hidrógeno del suelo
Cuando un neutrino lo hace emite luz, eso es observado por los detectores que IceCube tiene enterrados en el hielo, y se dispara una señal. El logro se da cuando, además del neutrino, se observa en el cielo algún astro-fenómeno distante que pueda ser acusado de ser "la causa".
Otro experimento que funciona en la Antártida, también diseñado para detectar neutrinos, es ANITA, acrónimo de Antartic Impulsive Transient Antenna. Este proyecto emplea globos aerostáticos que sobrevuelan la Antártida con una antena para detectar señales de radiofrecuencia.
Los neutrinos, al interactuar con el hielo, cuando se digna uno de ellos a hacerlo, emiten una señale electromagnética que es recogida por la antena. En 2016, ANITA detectó lo que parece corresponder a neutrinos de alta energía. Lo curioso es que la señal provenía "desde" Tierra.
Bien podría pensarse que el neutrino había atravesado el planeta; pero la energía del evento y la forma en la que se dio su detección desfavorecen esta posibilidad. El extraño evento fue anunciado en 2018, y desde entonces se han propuesto diferentes hipótesis para explicarlo.
El hecho de que IceCube, el otro experimento de la Antártida, no haya podido corroborar el evento detectado por ANITA ni encontrar correlaciones con fenómenos astrofísicos que pudieran ser identificados como el origen al mismo acentuó el desconcierto.
Recientemente, al haber descartado, luego de un análisis exhaustivo, todas las posibles explicaciones más mundanas para un evento tal (i.e. un neutrino muy energético proviniendo de la dirección equivocada), se comenzó a especular en “nueva física” para poder explicar su origen.
“Nueva física” es un término con el que los físicos nos referimos a los fenómenos que no pueden ser descritos con las ecuaciones de la física de partícula que hoy conocemos. A esas ecuaciones se las llama “el modelo estándar”, sólido edificio teórico bien probado en experimentos.
Hasta la fecha, todo experimento de física de partículas que haya sido realizado ha sido explicado por el modelo estándar. Y, con frecuencia, cada vez que un nuevo resultado parece salirse del quicio y desafiar al modelo estándar, termina finalmente vencido encajando en él.
Podemos recordar, por ejemplo, el bochornoso caso del experimento OPERA, que en 2011 había anunciado la detección de neutrinos con velocidades mayores a la de la luz. Esto generó revuelo en 2011, pero todo terminó siendo simplemente un error en el cableado del experimento.
Incluso, el modelo estándar ha predicho partículas que no habían sido descubiertas al momento de ser formulado el modelo. Su poder predictivo es ciertamente notable. Los ejemplos célebres son el descubrimiento del quark-top en 1995 y el descubrimiento del bosón de Higgs en 2012.
Ahora bien, si lo observado por ANITA en efecto es tal como se lo reporta (y no hay un error en el experimento, o un artefacto en la detección, o una mala lectura de los resultados, etc), entonces se dice que es difícil ver cómo podría encajar en el marco del modelo estándar.
¿Puede ser, entonces, que exista “nueva física”, algo que no encaje en el modelo estándar, o que corrija? Y ... Quizá. La ciencia se trata de eso, de aceptar esa posibilidad. Por ejemplo, hasta hace tan solo 20 años no sabíamos que los neutrinos tenían masa y aprendimos que sí.
Puede ser que haya algo que no conocemos … acaso alguna partícula jamás observada que decaiga en neutrinos, acaso una conversión (oscilación) en otra partícula de la que no teníamos noticia, quizá … No sé ... ponele… Ahora bien … ¡¿Un universo paralelo?! ¿No es un poco ...
En las últimas 24 horas una serie de anuncios de tinte amarillento sobre "universos paralelos" inundó las secciones de ciencia de medios alrededor del mundo. Algunos, medios serios; otros, no tanto; algunos más afectos que otros a dedicar espacio a la ciencia, … todos titulaban:
cosas ridículas como "La NASA detectó evidencia de un universo paralelo en el que el tiempo fluye hacia atrás". Ridículo. Pensar que esa puede ser la única explicación (o incluso una explicación) a una detección extraña de neutrinos es ridículo. No importa cuán "trend" haya sido.
Me sorprende que habiendo periodistas científicos/as tan bien preparados/as, tan serios/as, y tan honestamente interesados/as, no les hayan consultado antes. Conozco periodistas científicos/as excelentes trabajando en medios y/o en universidades. Ellos/as lo habrían hecho bien.
Como fuere ... No hay evidencia de universos paralelos. Y sí ... yo también lo lamento.
