#ExijamosMexico
#MéxicoReflexivo
#TUxMexico
Yo, el miserable, que desde Palacio Nacional insulto y divido a un país con propósitos políticos.
Yo, el miserable, que a la mentira la he convertido en un patrón de conducta.
Yo, el miserable, que ofendo a compatriotas que osan criticarme, llama perros a los periodistas que me cuestionan y crucifica a los medios críticos de la 4T.
Yo, el miserable, porque le quito apoyos a los niños con cáncer.
Yo, el miserable, porque elimino programas sociales para madres solteras
Yo, el miserable, porque les doy limosnas al sector salud y mantengo mis caprichos personales en tiempos de emergencia pandémica.
Yo, el miserable, que ha dejado morir al turismo y al fomento de empleos
Yo, el miserable, que ni siquiera me he parado en un hospital para supervisar que se esté atendiendo adecuadamente a mis compatriotas ante el coronavirus.
Yo, el miserable, que le estoy permitiendo a mis hijos hacer jugosos negocios con una fábrica de chocolates que nadie conoce ni fiscaliza
Yo, el miserable, porque a través de programas sociales – al estilo de mi ex partido, el PRI-, condiciono votos y mantengo clientelas electorales.
Yo, el miserable, que permito quebrar a empresas que generan ocho de cada diez empleos para hombres y mujeres productivas, en tanto destino miles de millones de pesos a un tren del sureste
Yo, el miserable, que miente al decir que “tan bien que íbamos…y que se nos presenta la pandemia”, cuando en mi primer año de Gobierno la economía registró menos cero punto uno por ciento de crecimiento.
Yo, el miserable, que en tiempos de pandemia ha negado apoyos al sector productivo contribuyendo a que un millón cien mil trabajadores perdieran su empleo.
Yo, el miserable, que devora como bestia insaciable los recursos de fideicomisos destinados a cultura, arte,ciencia y deporte,para desviarlos a mis barriles gubernamentales sin fondo.
Yo, el miserable, que despojé a mi país de una Comisión Nacional de los Derechos Humanos independiente y confiable
Yo, el miserable, q dice q “el objetivo de una revolución es una transformación”, azuzando a millones a enfrentarse entre sí, bajo el credo del socialismo marxista.
Yo, el miserable, que le niego recursos y apoyos suficientes a los estados donde gobierna la oposición.
Yo, el miserable, que para ocultar mi fracaso absoluto e irrebatible en la conducción de la economía nacional y finanzas públicas
Yo, el miserable, que despreció vivir en la casa presidencial para mudarse, literal, a un Palacio.