Mis comentarios a la nefasta decisión del TSJ, con la contumacia de la Mesa de Diálogo Nacional (MDN), que busca acelerar el nombramiento del CNE sin los acuerdos políticos necesarios dentro de la AN que es a quien le corresponde ejercer esa competencia:
Se repite el patrón del 20M de 2018 con las elecciones presidenciales que no fueron internacionalmente reconocidas y que arrojaron la profundización de la crisis constitucional, el deslave humanitario y el aislamiento internacional del país. Esto es más leña al fuego.
La elección legislativa debió ser aprovechada tanto por el régimen como por la oposición para abrir una negociación sustantiva dentro de la AN que permitiese legalizar los partidos, reformar el sistema electoral y fijar un cronograma que incluyese la nueva elección presidencial.
Aceptando lo inconveniente y contumaz de la actuación de la MDN también es necesario preguntarse por qué razón la AN no mantuvo activo el comité de postulaciones. Hubiese hecho una diferencia pues hacia más dificil políticamente para el chavismo llevar la decisión al TSJ.
Era vital mantener ese espacio del Comité de Postulaciones abierto y condicionado a otros temas de mayor envergadura como la legalización de los partidos y la reforma electoral. Dificil entender por qué sedaron ese comité con el cuento del Covid. Seguimos cometiendo errores.
Será que estamos más cómodos con una alternativa que es más una esperanza que algo con un mínimo de sentido de la realidad política que atravesamos? Son preguntas más no justificativos de la aberración jurídica de un TSJ que trabaja diligentemente para el régimen.
Por esta vía el país continuará en un despeñadero. El chavismo apuesta a la división final de la oposición sin importarles mucho la recuperación económica y social del país. Y la oposición parece no creer en opciones electorales sin un quiebro previo. Seguimos en una gran trampa.
