Éste ejercicio de imaginación me llego por debajo de la puerta...
Un día de 2018, temprano, el presidente Peña Nieto convocó de urgencia a una rueda de prensa; ya instalados, con periodistas expectantes, Peña le pide a Luis Videgaray le de lectura a un documento.
Se hizo un silencio en la sala.
Obrador está obsesionado con ser presidente de México.
Nos acusa de estar al servicio de Trump, pero el ya infiltró a Ebrard en la campaña de Hillary Clinton.
Usa a Arturo Romo, miembro del poderoso grupo Monterrey, quién mueve sus hilos para que empresarios ambiciosos se sumen al proyecto MALO. Están uniendo política y negocios.
Incluso sumaron ya a Lino Korrodi.
¡ya basta!
Y Epigmenio lucra con la tragedia de Ayotzinapa, todos los días pasa lista a los 43, acusa al presidente de asesino, de una tragedia que ocurrió en un Estado que no gobierna el PRI...
Y promete que con él México crecerá al 6% anual, pura demagogia.
Bartlett, Bejarano, Noroña, Korrodi, Napito, Elba, Hank, Barbosa, Bonilla, Romo, Salinas, Sandoval, Duarte, Borges, Veytia
¡Fuera Máscaras!
Luis elevó más la voz y exclamó;
tienen derecho a existir, esa derecha conservadora, ambiciosa y vulgar, dicho esto con respeto claro, pero nosotros también tenemos derecho y la presidencia, y no nos la arrebatarán!
Los liberales venceremos
¿A cambio de que?
De que AMLO, ya en la presidencia, daría impunidad a los dos, borrara de su discurso el sexenio de Peña, y cargara al de 2006, no al de 2012, todos los males.
Videgaray y Peña no aceptaron preguntas, abandonaron la sala
El telón de humo que ocultaría su acuerdo, cayó.
Pero les recuerdo, este relato, la conjura BOA, y el plan MALO llegaron igual, a mí, por debajo de la puerta...