Voy a tratar de explicar en este hilo el problema de la reducción del IVA en algunos días, relacionándolo con el movimiento de precios de los productos favorecidos.
Asumamos que estos productos tienen lo que se llama en Economía, alta elasticidad precio de la demanda Es decir si sube el precio, la demanda por ese producto cae más que proporcionalmente. Es el caso de electrodomésticos, equipo de cómputo para la casa, etc.
Partamos de una situación sin IVA y que el comerciante ha llegado a la conclusión que el mejor precio que puede poner (el que maximiza sus utilidades) es 1 millón. Ahora supongamos que el estado pone un IVA sobre el producto de 19%.
¿Cuál seria el nuevo precio que ponga el comerciante? No es, como se podría pensar, 1 millón 190 mil pesos. El comerciante puede llegar a la conclusión de que si traslada todo el IVA al producto, van a disminuir sus ventas.
Concluye que lo óptimo para él sería absorber una parte del IVA, por ejemplo el 50% del mismo. En este caso, el precio de venta ya no será 1 millón 190 mil, sino 1.095.000.
Facturado de la siguiente manera: valor base: $920.168, IVA (19%): $174.832. Ahora supongamos que el estado elimina el IVA. ¿Qué hace el vendedor? Pues simplemente vuelve a la situación inicial. Su precio base será de 1 millón.
El beneficio de la reducción en el IVA se repartió entre el comprador, que ya no paga un millón 95 mil, sino un millón, y el vendedor, que puede recibir por su producto, ya no de $920.000 sino un millón.
Por esta situación, entre otras razones, muchos economistas nos opusimos a la absurda idea del día sin IVA.
Ahora bien, si el consumidor lo que hace es trasladar una compra que de todas maneras iba a hacer al día sin IVA, la situación no cambia sustancialmente. El ahorro en el IVA se lo siguen repartiendo entre vendedor y comprador y es el fisco el único que pierde
