Lo primero que uno aprende de #ParqueChas es que es un laberinto. Es un lugar común de taxistas y transeúntes. Ahora: Parque Chas es un barrio de, digamos, siete por siete cuadras. ¿Es cierto que es un laberinto que te pierde si no lo conoces? Juguemos un poco con la pregunta. 
¿Será que nos perdemos en Parque Chas porque nos dijeron que es un laberinto y tenemos la expectativa de que eso ocurra? El barrio se creó en la década de 1920, cuando los terrenos que ocupaba eran un baldío. ¿En qué momento pasó a ser un laberinto?
El barrio aparece en la literatura en 1973, en la novela Dormir al sol de Adolfo Bioy Casares. El autor se refiere a Parque Chas como un laberinto, sin justificar su descripción. Los personajes se pierden porque eso es lo que le pasa a uno en ese lugar
parquechasweb.com.ar/parque-chas-en…
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Si la literatura no creó el mito del laberinto de Parque Chas, ¿qué o quién lo hizo? Podemos dar un vistazo a sus calles, en concreto a las urbanizadas hacia 1925. Hablamos del territorio delimitado por Constituyentes, Victorica, De los Incas, Triunvirato, Andonaegui y Gándara.
OK, el trazado de Parque Chas no es una cuadrícula. Pero, ¿qué cosa en concreto lo hace especial o laberíntico? Podemos pensar que es difícil orientarse en esta zona porque requiere más atención que en otros lados. Entonces, ¿qué ocupa nuestra atención al caminar por el barrio?
Lo primero que se suele asociar a Parque Chas es un trazado con calles circulares. Podemos pensar que este trazado desorienta por dos razones. Por un lado resta visibilidad y por otro es inusual en Buenos Aires. Curiosamente, el barrio solamente tiene una calle circular: Berlín.
Sí podemos encontrar en Parque Chas otras diez calles de trazado total o parcialmente en curva: Cádiz, Bauness, Dublín, Londres, Bucarelli, La Haya, Ginebra, Altolaguirre, Oslo y Burela. Estas calles también son inusuales e impiden ver a lo lejos más allá de una o dos cuadras.
Para mayor confusión, dos de las calles en curva de Parque Chas cambian de dirección de giro. Hablamos de Cádiz y Bucarelli.
Once de las calles de Parque Chas tienen cambios bruscos de dirección entre dos cuadras consecutivas que bajan la visibilidad. Ávalos es la más notoria, pero también lo hacen Triunvirato, Berna, Treveris, Ballivián, Liverpool, Bucarelli, Victorica, Moscú y Estocolmo.
Merecen mención especial los giros más que bruscos de las calles Bauness y Estocolmo, que dan lugar a la famosa esquina de Bauness y Bauness y la no tan famosa esquina de Estocolmo y Estocolmo.
Estas esquinas tienen que ver también con que algunas calles cambian de nombre de una cuadra a la siguiente sin razón obvia. Cádiz se convierte en Bauness y Estocolmo en Belgrado en lugares inesperados. También se convierte Dublín en Londres y después en Gamarra.
Parque Chas es un barrio con siete pasajes, calles estrechas y cortas que también nos quitan referencias para orientarnos. Los pasajes Atenas y Nápoles tienen dos cuadras, mientras que los pasajes Praga, Copenhague, Sofía, Budapest y Varsovia se extienden nada más por una cuadra.
En Parque Chas existen también 17 calles cortadas que mueren sin salir del barrio: La Haya, Tréveris, Torrent, Marsella, Berna, Gamarra, Bauness en dos tramos rectos, Liverpool, Dublín, Hamburgo, Turín en dos extremos, Constantinopla, Bucarest, Estocolmo, Moscú, Belgrado y Oslo.
En resumen, el trazado y nombres de las calles hacen que caminando por Parque Chas con frecuencia no se pueda ver a lo lejos. La poca anchura de los muchos pasajes tampoco ayuda. ¿Es esto todo lo que hace al barrio un laberinto? Probablemente no. Seguiremos...
