Tal día como hoy, en 2003, muere a causa de un tumor cerebral muy agresivo la cantante cubana Celia Cruz. La única e indiscutible guarachera del mundo. Acá algunos datos curiosos sobre su vida. 
En un principio -y ante la petición de su padre - Celia iba a estudiar para ser maestra, pero finalmente abandonó la idea e ingresó en el Conservatorio Nacional de Música de Cuba.
Sus inicios como cantante solista fueron junto al famoso percusionista Tito Puente, con el que grabó un total de ocho álbumes.
Su nombre completo era Úrsula Hilaria Celia de la Caridad De La Santísima Trinidad Cruz Alfonso, pero se hizo famosa como Celia Cruz.
El 3 de agosto de 1950, Celia conoció Pedro Knight, quien fuera su marido y el amor de su vida. Él era trompetista y ella cantante de la Sonora Matancera.
Aunque Celia cantó desde pequeña, el cantó se convirtió en algo profesional cuando en 1950 entró a formar parte de la Sonora Matancera. Gracias al guitarrista Rogelio Martínez, Celia reemplazó a la solista de la orquesta, Mirta Silva, quien había dejado el grupo.
Tras una exitosa carrera en la música, en en 1992 Celia hizo su incursión en el cine estadounidense en la película Los Reyes del Mambo, junto a Antonio Banderas y Armand Assante.
Desde el principio de su carrera, Celia hizo especial énfasis en ofrecer al público un show completo, y por eso el vestuario siempre fue algo muy importante para ella.
Celia, que era una fashionista tropical, no descuidaba ningún detalle de su atuendo. Se le responsabiliza el haber puesto de moda los "zapatos espaciales", o de tacón invertido.
Parte del encanto de los looks de Celia dependía del uso de pelucas. Las tuvo de todos los colores, largos y texturas. Las usaba muy premeditadamente para complementar sus extravagantes combinaciones.
La cara de Celia forma parte de una serie de sellos postales que EEUU dedicó a artistas latinos de la música. Comparte el honor con Carmen Miranda, Selena, Gardel y Tito Puente.
Quienes la conocieron bien afirman que jamás dejó de firmar un autógrafo y cuando no tenía tiempo los mandaba por correo. También contestaba las cartas que le escribían sus fans de puño y letra.
Fue muy amiga de su colega, la española Lola Flores y de su familia. Llegaron a cantar juntas más de una vez.
Celia nunca escondió su postura anti Fidel y siempre reivindicó ser cubana. Ella tampoco era santa de la devoción del dictador cubano.
En 1990 Celia logró volver a Cuba para ser parte de un show en la base estadounidense de Guantánamo. Cuando salió de esta presentación se llevó en una bolsa unos gramos de tierra de Cuba, la misma que pidió que fuera colocada en su ataúd cuando muriera.
Sus restos descansan en el cementerio Woodland de El Bronx, en Nueva York, donde son visitados por sus fanáticos.
En 1994 recibió la Medalla Nacional de las Artes, el mayor reconocimiento dado a un artista en los Estados Unidos, de manos del entonces presidente Bill Clinton.
En vida acumuló 2 premios Grammy y 5 premios Grammy Latino.
La periodista Cristina Saralegui planeaba llevar al cine la historia de la vida de Celia y la actriz estadounidense Whoopi Goldberg, admiradora de la cantante, manifestó su interés en representarla, pero el proyecto nunca se concretó.
A Celia le fueron otorgados tres doctorados Honoris Causa de tres universidades de Estados Unidos: Yale University, Florida International University y Miami University
Durante su carrera, Celia realizó colaboraciones con Tito Puente, Héctor Lavoe, Marc Anthony, Gloria Estefan, La India, Willie Colón, Patti LaBelle, Ricky Martin, Lola Flores, Jarabe de Palo, Raphael, Vicente Fernández, Juan Gabriel y los Fabulosos Cadillacs, entre otros.
El Instituto Smithsonian posee algunos de los vestuarios de Celia. De hecho, en 2005, el Museo Nacional de Historia Americana, inauguró ¡Azúcar! , una muestra que celebra la vida y la música de Celia Cruz.
Al morir Celia, todo su patrimonio pasó a manos de su esposo. Como la pareja no tenía hijos, Luis Falcón, un amigo de la familia considerado “casi un hijo adoptivo", fue el administrador real. Hubo quejas de la familia de Celia por el manejo y tras demandas se designó un albacea.
