Von Humboldt (al ver un periódico que contiene falsedades difamatorias contra Jefferson en el escritorio del presidente)
- ¿Por qué no cuelgan al tipo que se atreve a escribir estas abominables mentiras?
- ¿Por qué no cuelgan al tipo que se atreve a escribir estas abominables mentiras?
Jefferson: ¡Qué! ahorcar a los guardianes de la moral pública? No, señor. Preferiría proteger el espíritu de libertad que dicta incluso ese grado de abuso. Pon ese papel en tu bolsillo, mi buen amigo, llévalo contigo a Europa, y...
...y cuando escuches a alguien dudar de la realidad de la libertad estadounidense, muéstrale ese papel y diles dónde lo encontraste.
Von Humboldt: ¿Pero no es injusto y sorpredente que los personajes virtuosos puedan ser difamados?
Von Humboldt: ¿Pero no es injusto y sorpredente que los personajes virtuosos puedan ser difamados?
Jefferson: Que sus acciones refuten tales libelos. Créeme, la virtud no se oscurece por la calumnia; y el dolor temporal que causa se ve infinitamente sobrecargado por la seguridad que asegura contra la degeneración en los principios y la conducta de los funcionarios públicos.
Cuando un hombre asume una confianza pública, debe considerarse a sí mismo como propiedad pública.
