“El resurgir en la actualidad de movimientos y líderes de perfil populista más propios del pasado está correlacionado con el asalto en curso a la racionalidad científica y la evidencia empírica”
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Carl Sagan pronosticaba que sin la ciencia, las personas estaríamos a “la merced del próximo tirano y farsante”, que pudiera aprovecharse de nosotros.
2/16
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La relación de la política y la ciencia resultan claves para la toma de decisiones en situaciones como la actual, el trabajo conjunto revaloriza la política y permite a la ciencia entregar la evidencia que permita ser más certeros.
3/16
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Cuando el presidente de Estados Unidos llegó a la Casa Blanca, en Chile se consultaba al divulgador científico Gabriel León su impresión sobre el acontecimiento científico del año, él respondía que era la elección de Donald Trump. En ese momento nadie entendió mucho.
4/16
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De León se refería a que Trump al llegar a la Casa Blanca desarmó al equipo de ciencia, instancia que era la responsable política de contribuir a enfrentar posibles casos de contagios masivos. Hoy tiene profundo sentido.
5/16
5/16
En las últimas semanas ha vuelto a tener protagonismo la potencia positiva que tiene la ciencia y su rol en el mundo moderno. La comunidad científica se ha abocado anónimamente, de manera generosa y con entusiasmo, a comprender y dar respuestas a un evento pandémico.
6/16
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Esta renovación de la razón lo ha sido bajo un régimen de necesidad (enfermedad) y se ha encontrado con un obstáculo muy actual, como es, la emergencia de los populismos, basados en las más bajas pasiones:
7/16
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la apuesta por las soluciones sencillas, las opiniones, los fanatismos religiosos, los negacionismos, las soluciones radicales (de izquierdas y de derechas), las apologías de la desigualdad, los nacionalismos, entre muchísimas otras características
8/16
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En este contexto de crisis, la retórica populista emerge simplificando el evento y sus consecuencias, a modo de una política oscurantista enfrentada e interpelada por una cuestión compleja como es el COVID-19.
9/16
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Algunos gobiernos populistas (Estados Unidos, Brasil, Inglaterra, Nicaragua, México) han puesto en duda la seriedad de los acontecimientos, y han retrasado las capacidades para atender estratégicamente la crisis con la subsecuente afectación en la vida de las poblaciones.
10/16
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Los populistas son muy buenos para crear relatos y prometer milagros y juegan también con nuestras distorsiones cognitivas. No queremos creer que podemos sufrir accidentes o padecer enfermedades, no nos ponemos el cinturón de seguridad. Y así, creemos lo que queremos creer.
11/16
11/16
Los populistas entienden esto muy bien y proponen políticas completamente irreales, que no pueden ser implementadas. No quieren hablarles a los expertos porque si lo hicieran, rápidamente estarían en una situación difícil.
12/16
12/16
Hay que entender que existe un consenso entre los grandes especialistas de las distintas áreas a nivel mundial. Esto se aplica a la medicina, a la economía, a la biología, etc.
13/16
13/16
Hay que comprender que necesitamos expertos y que existe cierto consenso entre ellos que puede no ser perfecto, que puede cambiar en el transcurso del tiempo porque vamos aprendiendo, pero hay que utilizar la mejor ciencia con la que se cuenta en un momento determinado.
14/16
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Por eso, de algún modo, hay que restablecer la confianza en los expertos. Evidentemente, los expertos tienen que hacer su parte. Pero también recae en la opinión pública el tener confianza en ellos.
15/16
15/16
Fuentes: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, El Siglo, Jean Tirole, El País, @StratCons
16/16
#Mirmidones
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#Mirmidones
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