1) Hoy vamos a hablar acerca de la “Operación Amanecer” (último escarceo nazi para lograr la capitulación de Alemania a espaldas de Hitler e intentar salvar el pellejo de algunos. Además, hablaremos de las reacciones nazis ante la muerte de Franklin D. Roosevelt (Presidente de
2) USA)... en abril de 1945, todo se le venía abajo a Hitler y a los nazis. El Führer hacía todo lo posible por contagiar a los demás su esperanza en un milagro de último momento. Señalaba que las bases para una nueva Europa feliz, establecidas por sus enemigos en Yalta (sitio
3) en donde se reunieron los aliados por última vez), comenzaba a resquebrajarse. Esto no era una mera expresión de los deseos de Hitler; en realidad, si existían serias desaveniencias entre los aliados.Los “Tres Grandes” aliados habían trazado los planes en una armonía relativa,
4) pero en realidad, ya habían topado con escollos para su aplicación. Representantes de los aliados, reunidos en Moscú para constituir un nuevo gobierno en Polonia, habían llegado a un punto muerto. Mólotov (Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia)declaraba que el gobierno de
5) Polonia estaría bien representado con mayoría de dirigentes rusos, pero Averell Harriman (Diplomático que representaba a USA y el Embajador británico, sostenían que había que organizar un gobierno más representativo que incluyera a los polacos que habían emigrado. Durante
6) varios meses el General Karl Wolff,ex-ayudante personal de Heinrich Himmler (Jefe de la SS o Schutzstaffel u Organización de Seguridad al servicio de Hitler), pero que ahora era Jefe de la SS en Italia, había estado negociando la capitulación alemana con los norteamericanos.
7) Wolff contaba con la vaga aprobación de Hitler para tantear el terreno en este sentido ( sin hablar nada de capitulación nazi); Hitler, rechazaba cualquier intento de capitulación. Wolff se reunió en secreto con dos Generales aliados en Ascona, Suiza con el fin de discutir
8) como podía conseguirse la capitulación nazi sin que Hitler se enterara y allí los aliados aprovechan y le piden a Wolff que Alemania retire sus tropas de Italia y lo consiguen. Desde el principio, los aliados habían mantenido informado a Stalin (Presidente de la URSS) sobre la
9) “Operación Amanecer” (como se había denominado a estas conversaciones) y él se mantenía firme en que un funcionario soviético formara parte activa en las negociaciones. Los aliados le explicaban, con razón que Wolff nunca asistiría a una reunión en estas circunstancias; pero,
10) esto sólo aumentó las sospechas de Stalin de que los aliados lo traicionarían.Cuando Stalin se enteró de la reunión de Ascona, reaccionó con rabia.Criticó a los aliados por entrar en tratos con Alemania “a espaldas de la URSS, que lleva la carga más pesada de la guerra contra
11) Alemania”. Más aselante, Stalin acusó a los aliados que gracias a las conversaciones en Ascona, los alemanes (al retirar sus tropas de Italia) habían podido enviar 3 Divisiones desde Italia al frente Oriental (contra Rusia). Se quejaba Stalin además, que los aliados en Italia
12) no estaban cumpliendo el acuerdo de Yalta para atacar simultáneamente a Hitler desde el Oeste, Sur y Este y terminó acusando a los aliados de hacer un juego engañoso. Esto molestó tanto a Roosevelt (Presidente de USA) que el 5 de abril de ese año 1945, envió el mensaje más
13) agresivo e indignado que jamás había mandado a un aliado: “Francamente, no puedo evitar un amargo resentimiento para sus informantes (sean quienes sean) por tan mal interpretación de mis acciones o de las de mis fieles colaboradores”. Stalin, reculó. Respondió inmediatamente
14) que nunca había dudado de Roosevelt, ni de su integridad, ni de su honradez. Hitler desconocía los detalles de la discordia entre sus enemigos, pero sabía que ésta existía, y que él la había profetizado. Esto alentaba sus débiles esperanzas de un milagro. Al otro lado del
15) Atlántico en Warm Springs, Georgia, Franklin Delano Roosevelt, murmuraba: “Tengo un terrible dolor de cabeza”, antes de perder la conciencia. Murió dos horas y veinte minutos más tarde. Goebbels (Jefe de propaganda del Reich), recibió la noticia cuando llegó a su oficina y
16) exclamó: “Este es el momento! Pero, de verdad, es cierto?”. Unas 10 personas lo rodeaban cuando llamó a Hitler por teléfono y le dijo: “Mi Führer, le felicito! Roosevelt ha muerto. Está escrito en las estrellas que la segunda mitad de abril será nuestro momento”. Hitler, le
17) contestó: “Es un milagro! Ahora, cualquier cosa podía ocurrir!”. Joakim von Ribbentrop (Ministro de Exteriores del Reich), no compartía su entusiamo y dijo: “el sinvergüenza de Goebbels, ha convencido al Führer que la muerte de Roosevelt, cambiará el rumbo de todo. Qué
18) estupidez! Cómo puede la muerte de Roosevelt cambiar las tornas a nuestro favor?”. Goebbels aconsejó a la prensa alemana que escribieran rosas sobre el nuevo Presidente de USA, Harry Truman para no molestarlo y sobre todo, ocultar todo sentimiento de alegría por la muerte de
19) Roosevelt. Pero esa misma tarde, el entusiasmo de Goebbels se desvaneció. Las noticias que llegaban de los frentes, indicaban que el cambio de Presidente no había afectado en absoluto las operaciones militares del enemigo. Hitler convocó a una reunión especial para salvar a
20) Berlín. Las tropas alemanas que volvían hacia la capital, debían crear un núcleo de defensa que atraería a las tropas rusas. Esto aliviaría a las otras tropas alemanas de la presión rusa y les permitiría atacarlos desde afuera. “La batalla definitiva sería en Berlín!”,dijo.
21) A algunos, este plan les pareció tan estólido que aconsejaron a Hitler que se fuera a descansar a Berchtesgaden (en donde se encuentra la casa de campo de Hitler, en el sur de Alemania) y les dijo que como el líder del pueblo, su obligación era permanecer en la ciudad. Hitler
22) preparó una proclama de 8 páginas y se la envió a Goebbels. Hasta al Ministro de Propaganda le pareció que esa palabrería era ridícula y la tiró a la papelera. Luego, la sacó y la publicó. Increíblemente, muchos soldados creyeron en estas palabras huecas, la mayoría de los
23) ciudadanos en él a pesar que Alemania estaba convertida en escombros. Para el alemán de a pie, el Führer era algo más que un hombre, era un fenómeno sobrenatural. Estaban convencidos que era invulnerable. Su salvación milagrosa,el 20 de julio del año pasado en la Operación
24) Valkiria era la prueba. Decían: “Hitler es la victoria misma”. En privado, el propio creador de ese eslogan había perdido la fe. Goebbels, deprimido, comenzó a prepararse para el final, a quemar sus papeles y recuerdos personales. Dudó por un momento antes de destruir una
25) fotografía de la actríz checa, Lida Baarova ( que fue su amante) y dijo; “He aquí a una mujer hermosa! Con razón, Magda la detestaba tanto. Ah, que buena maldita, Magda! Cómo se atreve!” Magda era su esposa. Después de observar la foto por un buen rato, la rompió en mil
26) pedazos que arrojó al fuego. Es historia, amigos.
