Ten cuidado con lo que crees
Hay supersticiones divertidas, que nos hacen parte de un ritual, son cultura y nos identifican.
Otras pueden hacernos daño por dentro y por fuera.
Por eso, lo tomamos #EnSerio.
No, el dióxido de cloro no te va a curar el #Covid_19.
Deja.
Confirmado que la culebrilla no se cura con rezos.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Una de las cosas más difíciles de explicar en Venezuela es que el salario de los educadores no llega a 20 dólares al mes (El dólar ronda los 35-37 bolívares). Muchas escuelas solo tienen clases una o dos veces a la semana.
El socialismo decidió empobrecernos también el futuro.
De esto se desprenden muchas discusiones.
La primera es que los educadores en todos sus niveles siguen siendo tratados como esclavos modernos. A lo sumo se les prometen bonos que no son salario. También se les amenaza si faltan o reclaman.
La deserción y la migración aumentaron.
En muchos lugares, para de(s)preciar la labor docente, se ha nombrado a militantes del partido o gente sin preparación para suplir sus cargos o ser sus carceleros.
Pero la militancia tampoco se sostiene sin dinero. Los fieles también desertan.
El modelo educativo está quebrado.
En Venezuela jamás hubo una guerra civil, pero sí ha habido sostenidamente y de forma unilateral, desde el poder, una guerra contra lo civil, contra el espacio cívico, la civilidad, las formas republicanas y la autonomía de la gente.
Eso es lo que está en conflicto.
Por supuesto que este es un tema que ya no le preocupa a quienes están haciendo negocios con el poder y creen que se puede tener un "autoritarismo eficiente" o un "modelo chino", como lo han llamado.
Esa burbuja es pequeñita.
La convocatoria entonces es al resto de la sociedad.
Millones de venezolanos resolvieron con su voto en las primarias el enorme conflicto que representaba la fractura opositora y la falta de liderazgo.
Muchísimos votos que se iba a dispersar no lo hicieron y eso es lo que tiene sorprendidos a todos.
Es el mensaje de la gente.
Algo increíble sobre la crisis económica venezolana fue la caída de 80% del Producto Interno Bruto tras el saqueo y la política de controles del socialismo.
Ucrania con guerra cayó +30%.
Siria +60% desde 2010.
Es que ni Thanos con el chasquido hubiese logrado un daño similar.
En análisis cómodos se señalan cosas como la caída de los precios del petróleo, pero es falso. Ningún otro país petrolero cayó como Venezuela ni generó una hiperinflación.
Hubo gerencia corrupta (ni siquiera mala, a menos que sea de maldad), impagos y crímenes de Estado.
Y cuidado, porque Lula acertaba con cinismo sobre Venezuela: sí hay un problema de narrativas.
Hay gobiernos, multilaterales y gente con plata que no tienen problemas con que haya dictadura, siempre que puedan transar.
Este país sigue siendo su botín. Por eso lo normalizan.
La crisis afectó incluso la compra de zapatos.
Hay países con promedio de consumo de 2,6 pares de zapato por año. En lugares como Países Bajos, Francia y Noruega rondan entre 4 y 6 pares al año.
Venezuela en 2019 reportaba la compra de menos de 0,5 zapatos al año por habitante.
No es un dato menor.
Mañana los trabajadores van a marchar por reivindicaciones laborales. Fíjense en los zapatos.
Hay una brecha enorme entre aquellos que reciben salario mínimo público (5 dólares al mes) o el promedio de salario del sector privado ($120) y los que ganan más.
Hay brechas entre quienes reciben remesas de familiares en el exterior (18% de los hogares) y los que no. E incluso esas remesas disminuyeron desde la pandemia, sobre todo entre los que migraron a países cercanos de LatAm.
Estamos en una nueva oleada de robos de cuentas de WhatsApp y nuevamente van cayendo uno tras otro en grupos laborales y familiares.
La protección es no compartir los códigos de seguridad con nadie. Tampoco responder a llamadas de "WhatsApp" o tu operador móvil pidiendo claves.
También es importante avisar rápidamente a familiares y amigos que alguien fue robado para que los saquen de los grupos y no hacer caso de mensajes pidiendo dinero.
Suelen preferir números internacionales a ver a quién pescan que les haga un Zelle.
Lo que tienen a su favor los criminales es tiempo. Ellos van recopilando información y prueban distintos métodos para engañar a la gente.
Con algunas personas robadas logran incluso que les crean y apaguen sus teléfonos por una hora o dos.
Pueden ser esquivados dudando un poco.
Sobre #corrupción:
Se está falseando la realidad y marcando el terreno de discusión para que la opinión pública permitida se enfoque en lo que desea el poder.
- No son 3 mil millones de dólares. Es mucho, muchísimo más.
- No es un solo grupo, son varios y solo están en conflicto.
- No es un robo reciente. Son décadas de desvío.
- No es un acto de corrupción limitado: son esquemas complejos, arquitecturas financieras de muchos niveles y miles de personas conectadas.
- No es la #PDVSA de ahora, es la que tiene ya dos décadas bajo una administración opaca.
- No está conectado con las sanciones. Antes de las #sanciones también se fugaba plata. Mucha más porque entraba más.
- Las sanciones, de hecho, los obligan a perder comisiones y usar esquemas más retorcidos que aumentan la capacidad de cometer errores y quedar expuestos.