La carga de nitrato de amonio que explotó ayer en Beirut llegó en septiembre de 2013, a bordo de un barco ruso de bandera moldava, el Rhosus, que la transportaba de Georgia a Mozambique. El barco se había descompuesto en el mar y, al final, la carga fue abandonada por sus dueños.
Entre junio de 2014 y octubre de 2017, las autoridades aduaneras de Beirut enviaron seis cartas al gobierno libanés para urgirlo a solucionar el tema de la carga de nitrato de amonio almacenada en el hangar 12 del puerto. Propusieron exportarla, entregarla al ejército o venderla.
Una de las cartas, enviada en 2016, hablaba del “peligro de mantener la carga en el hangar, en condiciones climáticas no adecuadas” y llamaba a moverla de ahí para “preservar la seguridad del puerto y la de quienes trabajan en él”.
No hubo respuesta.
No hubo respuesta.
Ésta es la imagen del buque de carga Rhosus, que descargó el nitrato de amonio en Beirut en 2013 luego de descomponerse en el mar, cuando viajaba entre Georgia y Mozambique. Medios rusos dicen que es propiedad de Igor Grechushkin, un empresario ruso residente en Chipre. 
Esta nota del diario The Moscow Times dice que Grechuskin se declaró en bancarrota y abandonó el barco, la carga e incluso tripulación en Beirut, donde el Rhosus había hecho una escala no prevista, causada por una descompostura themoscowtimes.com/2020/08/05/exp…
