Primero inventaron que el gobierno ocultaba casos de Covid disfrazándoles de “neumonía atípica”.
Luego, que se estaban escondiendo a los fallecidos (hasta dieron por muerto al empresario José Kuri).
Después exigieron pruebas masivas.
(Sigue hilo)
Hoy tienen fetichizado al cubrebocas, al ponerlo en el centro de la estrategia cuando desde un inicio se dijo que lo fundamental sería la sana distancia.
Por la sencilla razón de que no tienen agenda.
Su única consigna ideológica es odiar hepáticamente al Peje de manera permanente.
Basta mirar los bulos y paparruchas con las que siguen “explicándose” el triunfo de López Obrador.
Que si lo “financió” Duarte; que si lo apoyó Gordillo; que si “pactó con Peña”; que si “30 millones de tontos”.
Mientras la brújula de ese sector siga siendo ese odio enceguecido, su discurso permanecerá así de lastimero.
Lo preocupante es que haya quien esté dispuesto a secundarlo.