Hace algún tiempo me preguntaron, en una conversación entre amigos, sobre la vida en Próxima-b y sobre cómo habían desaparecido los dinosaurios, porque lo del meteorito era poco creíble (ejem...🙄). #hilo
Básicamente le expliqué que era poco creíble si estás acostumbrado a ver en el cine glaciaciones que se desarrollan en 48 horas...
... detecciones de asteroides que impactarán sobre la Tierra en menos de un mes, o recreaciones por ordenador que aceleran el time-lapse para transmitir todo lo que se quiere contar en apenas 5 minutos.
Si explicas el tiempo que pasó hasta que el oxígeno respirable dejó de serlo después del impacto, ya la cosa cambia.
Normalmente, cualquier proceso en relación con cambios REALMENTE significativos a escala global lleva tiempo.
Mucho tiempo.
Nada en geología es de la noche a la mañana.
Incluso los terremotos o tsunamis, que sorprenden en un abrir y cerrar de ojos, tendrán su componente de patrón prolongado en el tiempo.
Lamentablemente, digo "tendrán" porque los científicos siguen buscando la manera de predecirlos porque de ello dependen muchas vidas.
Demasiadas.
De la misma manera que ese tiempo es necesario para la sucesión de eventos de tanta trascendencia, las agencias espaciales han aprendido a identificar el tiempo que requieren misiones cada vez más ambiciosas.
Ser conscientes de la tecnología de la que disponemos hoy.
Planificar en base a ello, y no en función de lo que vaya a llegar, pero sin dejar de trabajar para progresar.
Fruto de ese formato de planificación, nacieron misiones realmente apasionantes en las que al llegar su día D los responsables sueñan con un “jo, si hubiéramos tenido para esa sonda las cámaras de las que disponemos hoy…”.
Hablando de realidades, hechos consumados, misiones como #NewHorizons que nos enseñó -y sigue enseñando- Plutón y Caronte, la Rosetta que llegó a posar a Philae en un cometa a 400 millones de km, o la propia carrera espacial son ejemplos de que con tiempo y esfuerzo todo llega…
por no hablar del megaproyecto de enviar una misión tripulada a Marte.
Veremos.
De momento, hace unos cuántos años ya, éramos muchos los que estábamos por streaming en la web de la NASA para ver cómo se enviaba desde Cabo Cañaveral una más para añadir a ese saco: OSIRIS-REx.
Esta misión fue lanzada en septiembre de 2016 y esta semana está realizando un ensayo general sobre el terreno en que deberá desarrollar y completar la misión.
Una vez más, los implicados se estrujaron los sesos para conseguir dar un nombre reconocible a una sonda y hacerla así más “apetecible” para el disfrute e interés del público en general.
OSIRIS-REx es el acrónimo de "Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security-Regolith Explorer".
A pesar de lo conceptual del nombre, es fácilmente explicable.
El quid de la cuestión es Bennu, un asteroide potencialmente peligroso para la Tierra (hablamos del siglo XXII) al que en el Imperio Nuevo de Egipto se representaba en la forma de una garza, con una corona Atef y dos alas a sus lados.
De ahí que la designación de la sonda "tuvo que estar" enfocada a Egipto.
Para los no-habituales de las misiones espaciales, puede parecer digno de una película de tantas que hay en la historia del cine de ciencia-ficción.
Recoger muestras de un asteroide y traerlas de vuelta a la Tierra.
Después de un viaje de años, con acercamiento paulatino y realizando las maniobras necesarias, cartografiar la superficie, y buscar el lugar apropiado para recoger las muestras, esta semana ha llegado el momento del ensayo general.
OSIRIS-REx se acercó el pasado 11 de agosto hasta unos 40 m. de la superficie de Bennu para probar la secuencia del proceso de recogida de muestras de la superficie.
Aquí la secuencia del "Touch-and-Go" (Tocar y marchar).
La idea es que haga esto con su brazo robótico. 👇
Lo de la ciencia-ficción es porque una vez desplegado su brazo robótico hasta contactar con su superficie, el tiempo no debe ser más de 5 segundos (!!!).
Vertirá un chorro de nitrógeno que hará levantarse polvo, de manera que un filtro lo recoja, analice y guarde para que posteriormente sea enviado a la Tierra de vuelta.
Están previstos hasta tres intentos, y también se espera que la cantidad recogida sea entre 60 gramos y 2 kilos.
Y lo mejor de todo para los que hayáis llegado hasta aquí... si lo que acabas de leer te parece complicado, por no decir imposible, te sorprenderá saber que los japoneses hace años que lo hicieron con su sonda Hayabusa.
Aunque la cantidad de material recogida y su destino no hayan sido los mismos, conceptualmente se puede decir que es el mismo método.
De Osiris no me extenderé en esta entrada, pero no hace falta hablar de la importancia que tuvo como divinidad dentro de la sociedad egipcia.
Junto con su mujer Isis y su hijo Horus.
La OSIRIS-REx despegó el 8 de septiembre de 2016 y no tendremos algo físicamente tangible de vuelta hasta septiembre de 2023.
Ahí es nada.
A ver si al menos trae 60 gramos...
Una nueva misión de larga duración, con un objetivo ciertamente ambicioso, gracias al cuál estaremos pendientes de lo que pase "ahí fuera". Como si necesitáramos mucho... jeje
10 de agosto de 2020. 2:45h. a.m. Observatorio de Arecibo (Puerto Rico). Uno de los tres cables de acero de 3 pulgadas de diámetro que sujetan la estructura central se rompe y cae descontroladamente en plena madrugada.
Durante la liberación de todas las fuerzas resultantes, varios paneles de la suspendida Cúpula Gregoriana resultan dañados y la plataforma de acceso a la cúpula queda boca abajo.
La siguiente parada en ese repentino descenso hacia el suelo es el plato reflector que recibe las ondas del espacio profundo y el choque metálico deja una cicatriz de unos 30 metros en la semiesfera de paneles perforados de aluminio de 1x2 m.
La Mars Science City esta planeada para el desierto, cerca de Dubai, con el fin de ser un espacio en el que desarrollar tecnología para colonizar Marte. #hilo#ciencia#espacio
El estudio de arquitectos Bjarke Ingels (BIG) ha diseñado un prototipo de ciudad para que los humanos puedan vivir en Marte, y adaptado al desierto.
El diseño está hecho de biocúpulas, cada una de ellas cubierta con una membrana de polietileno transparente.
#Hilo#Espacio
Entre los días 1 y 2 de agosto, después de dos meses abrazados por la microgravedad de la Estación Espacial Internacional, los dos tripulantes de la misión DM-2 de Space X estaban a punto de completar su programa de actividades en el espacio. #blogging
Si no pasaba nada raro, la cápsula Crew Dragon debía desacoplarse de la ISS para iniciar su viaje de regreso a la Tierra.
Los astronautas Doug Hurley (@Astro_Doug) y Bob Behnken (@AstroBehnken) dejaban atrás una experiencia histórica con la mirada puesta en el ya no tan lejano futuro de la astronaútica comercial.