Houston es una ciudad muy visitada por mexicanos y que cuenta con una gran importancia en términos energéticos. Existe allí un lugar donde el destino de México cambió y que continua, de otra manera, siendo vital en la vida diaria de los Mexicanos. Abro hilo histórico/energético:
El lugar en cuestión se conoce como San Jacinto. Es una pequeña península formada por el cauce del río que cruza la ciudad. En este lugar, en 1836, el ejército mexicano sufrió la única pero definitiva derrota de la campaña de Antonio Lopez de Santa Anna para someter a los tejanos 
El campo de batalla se mantiene y no muy lejos de donde el 21 de Abril de 1836 estaba acampado el ejército mexicano se encuentra un obelisco, más alto que el monumento a Washington en DC por cierto, conmemorando la batalla que le dió a Texas su independencia de México.
La historia sucedió así. Después de las victoria en el Álamo y Goliad, El ejército de Santa Anna estaba persiguiendo al ejército de San Houston y al gobierno provisional de Texas que estaba huyendo hacia Luisiana. Para agilizar el traslado, Santa Anna optó por dividir su ejército
Houston sabía que no podía vencer al mejor dotado ejército Santannista por lo que evitó confrontaciones directas y esperó a que Santa Anna cometiera un error. Mucha de su estrategia se basó en George Washington décadas atrás y Wellington en su victoria sobre Napoleón en Waterloo.
Es así como llega el 21 de abril de 1821. A pesar de que ambos ejércitos estaban posicionados a escasos kilómetros uno del otro, la topografía limitaba en gran parte la visibilidad. Houston ordenó formar filas y empezar el ataque al ejercito mexicano en la hora de la siesta.
Houston tomó al ejército mexicano por sorpresa y a pesar de la superioridad de números y armamento del último, el ejército tejano ganó la batalla en tan solo 18 minutos. Lo que sigui después fue una masacre de soldados mexicanos que trataron de escapar por el agua que los rodeaba
Santa Anna, que se dice estaba o dormido o en plan de Casanova al inicio del ataque alcanzó a escapar vistiéndose como soldado regular. Al ser capturado, los mismos soldados mexicanos lo delataron al rendirle honores cuando fue traído al campamento de las fuerzas tejanas.
A cambio de su vida, Santa Anna cedió Texas y ordenó a sus otros generales, aún con superioridad numérica, que se retiraran a Mexico. A pesar de que estaban recibiendo órdenes de un prisionero de guerra, los generales mexicanos accedieron. La pérdida de Texas se hizo oficial.
El lugar del encuentro entre San Houston, que fue herido en la pierna durante la batalla, y Santa Anna está justamente ahí, en San Jacinto. Además del campo de batalla en sí, este encuentro representa un parteaguas de la historia de Mexico. La primera de varias derrotas.
Años después, la pérdida de Texas, y la localización de la nueva frontera con México serían el detonante de la intervención norteamericana que culminaría con la entrega de California, Utah, Nuevo México, Arizona, Colorado,y Nevada como botín de guerra. Todo empezó en San Jacinto
184 años después. San Jacinto, y lo qué pasa por ahí, continúa siendo de vital importancia para los mexicanos. ¿Cómo? Pues al estar rodeado por el río, que ahora forma parte del Houston Ship Channel, San Jacinto ve pasar diariamente combustible que tiene Mexico cómo destino.
Muy cerca de ahí, irónicamente, se encuentra la mejor refinería que tiene Pemex. La refinería de Deer Park que es operada por su socia Shell. Esta refinería, es claramente visible desde lo alto del monumento.
Lo que en 1836 estaba desolado, se ha convertido en el hub refinero más importante del mundo. La refinación de ha convertido últimamente en sinónimo de “soberania”. La verdadera soberanía, es la que cientos de mexicanos que perdieron la vida en San Jacinto trataron de defender.
Un detalle histórico más, el terreno del otro lado de río en 1836 era propiedad de uno de los mayores traidores de la historia de Mexico. El yucateco Lorenzo de Zavala. En su momento, de Zavala estuvo cerca de ser presidente pero terminó del lado tejano y fue vicepresidente.
De hecho está enterrado ahí en San Jacinto a la sombra de monumento en un pequeño cementerio junto con los soldados tejanos que perdieron la vida en la batalla. Sin duda mucho del conocimiento interno de la política nacional, patrocinado por de Zavala, ayudó a la causa tejana.
Este es el entorno por donde diaramente pasan decenas de buques con productos refinados hacia México y el resto del mundo. San Jacinto es un oasis de árboles y llanuras dentro del epicentro de la refinería mundial. Mucho de lo que consumimos paso bajo la sombra del obelisco.
La bandera de Mexico continua ondeando en San Jacinto, ya no como bandera única, sino como parte de las seis banderas que han regido a Texas. Como recordatorio quizá de la historia bélica del lugar, San Jacinto también es casa del acorazado “Texas” con más de 100 años de servicio
Y que mejor manera de termina que mostrar justo el sitio donde Santa Anna le cede Texas a Sam Houston que ve pasar un barco de Gas LP con destino quizás hacia Tuxpan o Pajaritos para que una familia mexicana pueda cocinar unas excelentes quesadillas.
Un saludo a todos.
Un saludo a todos.
