¿Qué es el ABURRIMIENTO? Es la sensación incómoda de querer, pero no poder, participar en una actividad satisfactoria. 
Según lo definió León Tolstoy en Anna Karenina: "el aburrimiento es tener el deseo de tener un deseo".
Tiene sus raíces en la palabra latina ACEDIA, falta de entusiasmo por las prácticas espirituales que sostenían la vida monástica, una languidez espiritual apática en la que los rituales pierden su significado.
Surge cuando experimentamos un conflicto entre nuestro deseo de actividad psicológica intensa y la incapacidad de ser estimulados por el entorno.
Los seres humanos, necesitamos una conexión efectiva y autodeterminada con el mundo. Necesitamos estar comprometidos, ocupados mentalmente, dando expresión a nuestros deseos y ejercitando nuestras habilidades y talentos. En resumen, necesitamos AGENCIA.
Según Schopenhauer, estamos predestinados a sufrir debido al incesante deseo que nos invade. Nos enfrentamos a dos decisiones miserables: el dolor de no cumplir todavía un deseo o el aburrimiento de no tener todavía un deseo para cumplir.
Heidegger lo refiere como aburrimiento superficial, dirigido a un objeto o evento externo que no está sucediendo. En otras palabras, es la consciencia del tiempo que pasa.
Hay que discriminar entre ANHEDONIA, APATÍA y ABURRIMIENTO. La persona anhedónica no puede sentir placer, a la persona apática no le importa y la persona aburrida quiere sentir estímulo y recompensa pero no sabe con qué.
El aburrimiento vinculaba dos redes cerebrales diferentes. La corteza insular, señala que algo importante está presente en el entorno. La red de modo predeterminado, que se activa cuando no hay nada a lo que valga la pena prestar atención en el entorno externo.
Un cerebro aburrido no es simplemente un cerebro sin nada que hacer, sino un cerebro que espera, anticipa la posibilidad de algo que hacer.
Sentimos nuestras emociones, pero a menudo no nos detenemos a considerar que también sentimos nuestro pensamiento. No se trata de lo que estamos pensando, sino de cómo estamos pensando y de PERCIBIR el propio proceso de pensamiento.
El aburrimiento como "sentimiento de pensar" no está vinculado a un evento externo, sino que es una experiencia sentida de un proceso cognitivo en curso. Sentir que estamos pensando. Estos mecanismos no son la causa de aburrimiento, más bien son "EL aburrimiento".
La EVOLUCIÓN nos ha moldeado para experimentar la incomodidad del aburrimiento cuando nuestros recursos cognitivos están infrautilizados. Así como sentimos hambre, sentimos malestar emocional cuando nuestra mente está "desnutrida", y estamos motivados para remediar la situación.
El aburrimiento no es frustración. La frustración se produce cuando se nos impide alcanzar un objetivo claramente establecido. El aburrimiento ocurre cuando el objetivo más urgente que tenemos es tener un objetivo.
CUARENTENA Los seres humanos anhelan, en diversos grados, la estimulación y una cuarentena efectivamente nos impide obtener una gran cantidad de ella. Aquellos que buscan más novedades y sensaciones, como los adolescentes, son particularmente propensos al aburrimiento.
No quiero sugerir que la pandemia no provoque un aumento de las enfermedades mentales graves; eso es ciertamente posible. Simplemente digo que es prematuro hacer ese juicio. Mientras tanto, sin embargo, no medicalicemos el estrés y el ABURRIMIENTO diario.
En sociedades HIEPRESTIMULADAS también se produce un fenóemno descripto por Marck Fisher: la HEDONIA DEPRESIVA.
