- Campesino: Usted sabe porque es doctor. Nosotros no.
(Sigue)
- Porque usted fue a la escuela, ha leído, estudiado y nosotros no.
- ¿Y por qué fui a la escuela?
- Porque su padre pudo mandarlo a la escuela y el nuestro no.
- Porque eran campesinos como nosotros.
- ¿Y qué es ser campesinos?
- Es no tener educación ni propiedades, trabajar de sol a sol sin tener derechos ni esperanza de un día mejor.
- Porque así lo quiere Dios.
- ¿Y quién es Dios?
- Dios es el padre de todos nosotros.
- ¿Y quién es padre aquí en esta reunión?
Casi todos levantando la mano, dijeron que lo eran.
- ¿Cuántos hijos tienes?
- Tres.
- ¿Serías capaz de sacrificar a dos de ellos, sometiéndolos a sufrimientos, para que el tercero estudiara y se diera buena vida en Recife?
- ¡No!
- Y si tú, hombre de carne y hueso, no eres capaz de cometer tamaña injusticia, ¿Cómo es posible entender que la haga Dios?
(silencio)
- No, no es Dios quien hace todo eso... ¡Es el patrón!", dice uno.
[Paulo Freire en conversación con estudiantes campesinos, citado en el ya clásico "Pedagogía de la esperanza"].