Bueno pues, a petición popular, ABRO HILO para mis amados hijos del metro: El 4 de septiembre de 1969 un convoy cargado de pasajeros arribó a la estación Zaragoza en medio de una lluvia de aplausos y gritos de satisfacción. Ese era el primer viaje del Metro, el inaugural. 👏🏼😱 
Conducido por Juan Cano Cortés, venía de Chapultepec y durante su trayecto había recorrido 16 estaciones distribuidas a lo largo de 12.7 kilómetros. Entre sus pasajeros, periodistas y personal del gobierno federal, había uno que destacaba por sobre todos: era Gustavo Díaz Ordaz.
Previamente, a las afueras de la estación Insurgentes, dijo y cito textual: "seguro, veloz, cada vez más extendido del subsuelo de la ciudad, el metro abolirá para siempre y cada vez en mayor medida, las molestias y los riesgos de toda transportación masiva en la superficie". Uy.
Fue para él el 1er boleto que, visiblemente emocionado, metió en la maquinita. Se le veía en la sonrisa, y créanme, esa sonrisa no mentía. Ahí va con todos sus compas en un convoy que en la parte superior de sus 8 puertas y con letras mayúsculas decía: CARRO 1. TREN PRESIDENCIAL.
Yo había nacido y todos estaban realmente felipes, había bulla, música, vitoreos y poca gente apestaba a rayos. En corto, todos supieron (principalmente este señor) que yo era "una obra grandiosa para nuestro México grandioso" y pues sí. Loques.
Más arriba, hablábamos de Juan Cano Cortés quien condujo el primer convoy que brindó servicio en la estación Chapultepec en 1969. “Aún recuerdo el día en que iniciamos las prácticas de manejo. Ver el tren por primera vez fue impactante. [...]
[...] Salió del túnel a máxima velocidad levantando una nube de polvo, pues la obra seguía en construcción”, rememora Cano Cortés a quien, 47 años después, se le siguen iluminando los ojos cuando habla del metro. Y pues cómo no, ÉL FUE EL PRIMER OPERADOR DEL METRO DE LA CDMX.
Esa mañana le cambió la vida. Como si de un ritual de iniciación se tratara, se colocó el uniforme: pantalón gris, camisa de algodón, zapatos dieléctricos. Abrochó los tres botones dorados de su chaquetín azul de lana y se coronó con el quepí, un gorro con franja anaranjada.
“Mis compañeros y yo lo vimos nacer. El primer día de operación, cuando llegábamos a las estaciones, la gente aplaudía y nos decía: ‘parecen pilotos de aviación’, a lo que contestábamos: ‘no, ellos llevan, a lo mucho, 150 pasajeros, ¡nosotros llevamos mil!" Dijo Cano Cortés.
Cano Cortés condujo el convoy durante seis meses, pues aplicó para subir de puesto. Así fue como escaló hasta convertirse en Jefe de Línea Operativa, cargo con el que capacitó a cientos de operadores en una trayectoria de 39 años. #RESPECT
Todo era risas y diversión y los asuntos realmente importantes recaían en si podías o no, subir una escoba al metro. Y sí, siempre y cuando no perjudicaras o lastimaras a alguien. Hoy te pican con un mondadientes, pero bueno.
Ya desde el primer día los arrimones y empujones no se hicieron esperar. Como fue propiamente debido, la gente quería alcanzar lugar y chinguesumadre quien se interpusiera. ¡Bienvenidos al metro! No mamen, ME AMO.
Y ya para finalizar, así se veía la estación Insurgentes que, de sobria y bella, ya no tiene nada, pero eso es SU culpa porque no saben cuidar un carajo. Ojalá pueda seguir cumpliendo muchos años más, pero eso también depende de ustedes. Los amo. FIN.
Bonus: el primer tiraje de boletos (totalmente anaranjados) fue impreso en Francia y su costo era de 1.00 a 1.20 viejos pesos por viaje. Desde su aparición, el boleto del Metro ha aumentado en 11 ocasiones y, sin embargo, sigue siendo uno de los más baratos en el mundo. ¡Ots!
FUENTES:
-@MetroCDMX
-Archivo de la Ciudad de México.
-Telesistema Mexicano.
-Servicios Fotográficos Torre.
-Empresa constructora “ ICA”.
-Periodistas Juan Ruiz-Healy y Jacobo Zabludovsky.
-@MetroCDMX
-Archivo de la Ciudad de México.
-Telesistema Mexicano.
-Servicios Fotográficos Torre.
-Empresa constructora “ ICA”.
-Periodistas Juan Ruiz-Healy y Jacobo Zabludovsky.
