Les traigo una pequeña curiosidad: Mitrídates fue el nombre del famoso rey del Ponto y feroz enemigo de Roma, y eso es algo que la mayoría sabe.
¿Pero sabías que también fue el nombre de un serie de libros fundamentales para el estudio de los idiomas del mundo?⬇️
No fue casualidad que cuando Conrad von Gesner, intelectual suizo, decidió en 1555 titular su más reciente obra, haya elegido llamarla "Mithridates". Y es que el libro, un examen lingüístico maravilloso, contenía una comparación del Padrenuestro en 22 idiomas.
Justamente, la leyanda (tal como la presenta Plinio el Viejo) decía que el ya mítico rey póntico Mitrídates VI hablaba 22 lenguas. Gesner pensó que tributarlo así era una excelente idea. Pero la obra de Gesner fue importante por otras razones. En realidad, se trató de una...
...de las primeras reflexiones serias sobre idiomas, al entablar una comparación entre ellas. La comparación lingüística, casi no practicada hasta entonces, se volvería el método que, con el tiempo y el desarrollo de esta ciencia, nos revelaría que existen familias de lenguas.
Es decir, que algunos idiomas del presente, por más diversos entre sí que sean, evolucionarion, en realidad, desde una misma lengua madre, tal como ocurrió con el español, el francés y otros tantos, que provienen del latín. Gesner, con su Mitrídates, abrió el camino a tal idea.
Pero además, Gesner estableció cierta tradición, ya que muchos intelectuales dedicados a los idiomas, también usarían el nombre Mitrídates para titular sus obras. Lo que todas compartían era el recuente y la comparación de un mismo texto en diferentes versiones.
En fin, se creo una especie de "subgenero" que perduró hasta el siglo XIX. Mientras más se institucionalizaba la lingüística como disciplina y se refinaban sus métodos, la práctica mitridática fue decayendo. Pero fue uno de los pasos decisivos para la lingüística histórica
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Muchas veces olvidamos que Dioniso no fue sólo el dios del vino, sino un viajero y un conquistador.
Muchos mitos narraron sus andanzas a lo largo del mundo, pero una en especial caló hondo en la imaginación de los antiguos: sus viajes a la India.
¡Hilo! ⬇️
Hijo de Zeus y una mortal, Semele, Dioniso era un dios con un carácter muy particular. Nacido dos veces (la segunda del muslo de Zeus), enloquecido por Hera, caminante incansable, descubridor del vino, guerrero en tierras lejanas… Sus historias son muchas. Su figura, multiforme.
Los numerosos y muy variados mitos que circulaban sobre su vida, sumados a la peculiar forma de adoración que recibía en los misterios dionisíacos, hicieron de él una figura atrayente, pero también muy discutida.
¡Qué mejor manera de comenzar el fin de semana que con un hilo de animales marinos en monedas de la antigua Grecia!⬇️⬇️
📷BM
Comencemos por algo sencillo: peces. Un ejemplo típico lo encontramos en este óbolo de plata de la ciudad Anfípolis (410-357 a.C.).
📷American Numismatic Society (ANS)
La ciudad de Cícico los introdujo en sus acuñaciones en diversas situaciones, sea nadando en libertad, como en el ejemplo de la izquierda (600-550 a.C.), o atrapados por un jinete en un delfín (550-475 a.C.).
El Sarcófago de Alejandro data de finales del siglo IV a.n.e y fue hallado en la ciudad fenicia de Sidón.
Su nombre no se debe a que haya pertenecido a Alejandro Magno, si no a que los elaborados relieves que lo recubren muestran escenas de este rey luchando contra persas ⬇️
Se han barajado varias hipótesis sobre su posible dueño. Aunque en un principio se creía que efectivamente podría haber sido Alejandro, esta posibilidad se descartó hace tiempo. Hoy predomina la idea de que un noble fenicio o iranio habría encomendado el sarcófago ⬇️
Su blanco marmóreo no debe engañarnos, porque, como es el caso para la mayoría de las obras de la Antigüedad, los frisos estaban pintados con vivos colores. Por fortuna, los pigmentos originales han dejado suficientes rastros como para realizar reconstrucciones tentativas ⬇️
A principios del siglo III a.C., un sacerdote de Babilonia comenzó la obra de su vida: escribir la historia de su pueblo desde la creación del universo hasta sus días. Y decidió hacerlo en griego.
¿Quién era este hombre y cuál fue su importancia? Hoy hablamos de Beroso ⬇️
Beroso (Bēl-re'ušunu en acadio, “Bel es su pastor”), a veces llamado “el Caldeo”, fue uno de los historiadores más peculiares de la Antigüedad.
Los datos certeros sobre su vida son escasos, pero, al contrario, abundan detalles interesantes y leyendas sumamente llamativas.
Respecto a la cronología, Beroso mismo se describía como contemporáneo de Alejandro Magno y de los primeros seléucidas. De hecho, dedicó su obra, “Babyloniaka”, una historia de Babilonia, al rey seléucida Antíoco I (r. 281-261 a.C.).
Con la campaña de Alejandro Magno, la India se abrió al mundo griego de una forma sin precedentes.
Y hubo un hombre responsable de revelar ese lejano y extraño país a sus compatriotas: hablamos de Megástenes, el embajador griego en la India⬇️
Para el año 304 a.C., la presencia política griega en el noroeste de la India se había prácticamente esfumado. Las conquistas de Alejandro se habían revelado efímeras tras su muerte, pues sus sucesores, más concentrados en los eventos del Mediterráneo, descuidaron la región.
Pero además, algo había cambiado desde los tiempos en que el rey macedonio se había enfrentado a Poros en el río Hidaspes. Atrás habían quedado los días en que una multitud de estados muy desiguales regía el extremo norte del subcontinente.
La famosa Biblioteca de Alejandría, aquella obra cultural que habría llegado a albergar todos los libros de la Antigüedad. Pero ¿que significa eso exactamente? ¿Acaso sabemos qué libros contenía la biblioteca en realidad? ¿Tenemos sus títulos y autores?
Un pequeño hilo⬇️
La Biblioteca de Alejandría era parte de una institución mayor, el Museion, un lugar dedicado a las Musas y cuyo propósito era servir de sitio de trabajo a intelectuales y poetas del mundo antiguo. Fundado por Ptolomeo I (367-283 a.e.c.) fue completada por su hijo, Ptolomeo II.
La Biblioteca era, pues, la colección de libros que se encontraba en el Museion. Las fuentes antiguas nos hablan de esta como una verdadera empresa cultural, interesada por el conocimiento en sí mismo y con objetivos universalistas: abarcarlo todo.