Noche del 7 al 8 de agosto de 2008, tropas georgianas atacan Osetia del Sur, una provincia independentista de Georgia que goza del apoyo de Rusia. Es justo lo que esperaba Moscú para actuar. La guerra será eminentemente terrestre, pero también dará pie a un confuso combate naval
La Flota del Mar Negro despliega 13 unidades: el crucero Moskva, un destructor, tres buques de desembarco, y varias corbetas y barcos auxiliares. Entre sus misiones está trasladar una avanzadilla de infantes de marina y paracaidistas a Abjasia, otra provincia secesionista prorusa
Los encargados de guarecer los 310 kilómetros del litoral de Georgia son la Armada y la Guardia Costera. Ambos suman 3.100 hombres y 23 buques, si bien, la mayoría de los barcos de combate son lanchas patrulleras dotadas con ametralladoras y cañones de entre 12,7mm y 40mm
De hecho, Georgia sólo cuenta con dos lanchas capaces de lanzar misiles antibuque. La más moderna es la Dioscuria, de la clase La Combattante II. De diseño francés y donada por Grecia a la armada georgiana, porta cuatro tubos para los famosos MM38 Exocet (alcance 42 kilómetros)
El otro gran activo de la marina georgiana es el Tbilisi, una embarcación de la clase Makta donada por Ucrania. Está equipada con dos tubos para SS-N-2C Styx, un misil antibuque usado con éxito en combate por Egipto, India y, en menor medida, Irak. Su rango es de 83 kilómetros
9 de agosto de 2008. Los buques de desembarco Saratov y Tsezar Kunikov llegan a Abjasia. Les escoltan las corbetas Suzdalets y Mirazh. Desde el puente de esta última, el capitán Ivan Ivanovich Dubik observa como los anfibios descargan a medio millar de hombres y sus vehículos
Dubik lleva casi tres años al mando de la Mirazh, una corbeta tipo Nanuchka III. Construida en Leningrado, entró en servicio a fines de 1986. Se trata de un pequeño barco lanzamisiles de 730 toneladas, 59 metros y 64 tripulantes. Su fuerte es la velocidad (34 nudos) y la 'pegada'
Para su tamaño, la Mirazh está armada hasta los dientes. Lleva un cañón de 76mm, un 'gatling' de 30mm, un sistema doble de misiles antiaéreos Osa-M (SA-8 Gecko, en el código OTAN) y seis lanzadores individuales para los enormes misiles antibuque P-120 Malakhit (SS-N-9 Siren)
Avanzada la tarde, el operador de radar avisa a Dubik de la presencia de cinco contactos que se mueven en el mar a gran velocidad. La Mirazh los identifica como barcos georgianos, posiblemente tres patrulleras y dos lanchas lanzamisiles. Los rusos envían mensajes de advertencia
El Kunikov, buque insignia del escuadrón ruso, lanza una salva de cohetes. Los contactos ignoran el aviso. Ya están a 35 kilómetros. El Mirazh recibe la orden de atacar. La corbeta lanza dos P-120. Cada misil mide 9 metros, pesa 3 toneladas y porta 840 kilos de alto explosivo
Un contacto desaparece de la pantalla del radar. Pero aún quedan cuatro y uno está a sólo 15 kilómetros de los rusos, fuera del alcance mínimo efectivo del P-120. La Mirazh vira y lanza un misil Osa. Aunque es un arma antiaérea, en teoría es capaz de atacar objetivos a ras de ola
Los vigías rusos observan una columna de humo en el horizonte (esta foto, supuestamente tomada desde la Mirazh, es la única que he podido encontrar del combate). El radar confirma el impacto, pues el blanco pierde velocidad. Los otros tres contactos giran bruscamente y se retiran
Tras cinco días de hostilidades, Rusia derrota a Georgia. El fin del conflicto da pie a múltiples versiones sobre este enfrentamiento. La más descabellada sostiene que los georgianos alcanzaron con fuego de cañón al crucero Moskva (que no participó en la refriega). No hay pruebas
De su lado, Rusia anuncia el fin del Tbilisi, pero no es cierto. La lancha georgiana permanecerá toda la guerra en el puerto de Poti, pues sus motores no funcionan. Los rusos aseguran entonces que han hundido el Georgi Torelli (P-21), un patrullero armado con dos cañones de 37mm
Georgia, en cambio, asegura que el Torelli estaba en el puerto de Batumi. La última versión rusa sostiene que los navíos atacados fueron el Gantiadi y el barco hidrográfico DHK-82 (foto de la izquierda). Pero del primero existe una imagen en la base naval de Poti tras la guerra
Al día de la fecha, el gobierno georgiano sigue negando que ninguno de sus buques fuera hundido o dañado en el mar. Además, acusan a Rusia de atacar al carguero Lotos-1, un granelero con bandera de conveniencia de Moldavia, que navegaba por la zona con 1.475 toneladas de trigo
Según denuncia la tripulación, un misil pasó volando junto al barco y un segundo proyectil explotó en el aire a unos 50-100 metros de distancia, esparciendo metralla por la cubierta. No hubo bajas ni grandes daños. Estas fotos con los supuestos restos de un P-120 serían la prueba
¿Es posible? En teoría, sí. Los barcos georgianos tienen una firma radar e infrarroja lo suficientemente pequeña como para que un P-120 no pueda bloquearlos e inicie la búsqueda automática de otro objetivo. En cuanto los rusos se dieran cuenta, los misiles serían autodestruidos
¿Qué sucedió entonces en aguas de Abjasia?Personalmente, creo que los dos P-120 erraron el blanco y fueron autodestruidos por los rusos (¿podría ser esta foto tomada desde la costa la prueba?) y que un barco georgiano fue hundido o dañado por el misil Osa lanzado por la Mirazh
Sea como fuere, Rusia obtuvo una gran victoria sobre la Armada de Georgia. Pero no fue en el mar. El 11 de agosto, los rusos toman Poti. La base naval había sido abandonada por los georgianos tras ser atacada previamente por dos misiles tierra-tierra OTR-21 Tochka (SS-21 Scarab)
Todos los barcos en condiciones de navegar habían sido evacuados a Batumi. Los seis buques que se quedaron atrás, son saboteados por los rusos. Entre ellos la Tbilisi, anclada por una avería en sus motores. La lancha, que nunca dispuso de los misiles Styx, es incendiada y hundida
La Dioscuria también acaba en el fondo. Nunca llevó sus misiles, porque los georgianos no compraron los Exocet. Georgia pierde casi un tercio de su fuerza naval. En 2009 la Armada se disuelve y es absorbida por la Guardia Costera. Hoy sigue siendo una marina sin misiles antibuque
El 14 de agosto, el presidente Dmitry Medvedev condecora al capitán Ivan Dubik, quien prosigue su carrera. En 2018, asciende a contralmirante. Ha pasado a la historia como el primer oficial que ordenó un lanzamiento de misiles en combate, en los más de 300 años de la armada rusa
La Mirazh continuó sirviendo a Rusia hasta este mismo año, cuando fue desarmada. No se sabe realmente si hundió un barco georgiano y dañó otro, pero sucediera lo que sucediera aquel confuso 9 de agosto de 2008, esta imagen demuestra que lanzó realmente sus misiles Malakhit. конец
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
19 de enero de 1991. Tercer día de la Tormenta del Desierto. 14.30 horas. Siguiendo las órdenes del Cuarto Sector de Defensa Aérea, dos cazas Mirage F-1EQ del 89º escuadrón de la Al Quwwa al Jawwiya al Iraqiya despegan de la Base Aérea Saddam. Nombre en código del vuelo: 'León'.
A los mandos de 'León 2' va el teniente Ziad Al-Subhi Musa, un piloto inexperto pero deseoso de entrar en combate. En la cabina de 'León 1' viaja el capitán Hani Idris, un aviador experimentado y nada entusiasmado con la misión que le han asignado: interceptar a un grupo de F-15.
Aunque el norte de Irak es un teatro secundario, la USAF ha desplegado la 7440th Composite Wing en Turquía, con más de un centenar de aviones para atacar los principales objetivos militares e industriales de la zona, la mayoría de los cuales se concentra en Mosul, Irbil y Kirkuk.
28 de mayo de 1934. La Marinha Portuguesa alista oficialmente al que en ese momento es su navío más potente, el aviso colonial de primera clase NRP Afonso de Albuquerque. Diseñado para mantener la presencia naval en los territorios de ultramar, está destinado a hacer historia
Finales de 1961. La República de la India lleva catorce años disfrutando de su condición de país independiente, aunque en Nueva Delhi no están satisfechos. Los británicos se han marchado, pero Portugal mantiene tres enclaves coloniales en el subcontinente indio: Goa, Diu y Damão.
Agotada la vía diplomática -Lisboa se niega a negociar porque considera sus posesiones en la India parte de su territorio metropolitano-, el gabinete de Pandit Nehru decide acabar con 451 años de dominio luso y hacerse con las colonias por la fuerza. Es la Operación Vijay.
No debían liderar la misión, pero allí estaban, listos para soportar una vez más la brutal aceleración de la catapulta. En un parpadeo, el alferez de navío Terence Meredith Murphy y el alferez de fragata Ronald James Fegan estaban en el aire. Es la mañana del 9 de abril de 1965.
Murphy y Fegan pilotan el 'Showtime 602', un F-4B Phantom del escuadrón VF-96, número 151403. En principio, debían ser el punto del 151425, otro F-4B tripulado por el capitán de corbeta William E. Greer y el alferez de navío Richard R. Bruning. Pero ambos han terminado en el mar.
Un fallo en el motor de estribor durante el despegue desde el USS Ranger, había obligado a Greer y Bruning a eyectarse justo cuando su avión impactaba en el agua. Y aunque habían sido rescatados, no están en condiciones de liderar ninguna misión. Murphy y Fegan toman el testigo.
Octubre de 1919. La República Socialista Federativa Soviética de Rusia se tambalea ante el avance de los ejércitos blancos, apoyados por EEUU, GBR, Francia, Checoslovaquia, Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, Rumanía, Serbia, Italia, Grecia, Australia, Canadá, China y Japón.
En el este, las fuerzas del almirante Aleksandr Kolchak han sido contenidas por Mijaíl Frunze, pero en el sur las tropas del general Antón Denikin y sus tanques ingleses han tomado Tsaritsyn (la futura Stalingrado), y ahora apuntan hacia Moscú, distante aún unos 400 kilómetros.
Pero es Petrogrado la urbe más amenazada por los blancos. Con la ayuda de británicos y estonios, el Ejército del Noroeste del general Nikolái Yudénich (18.500 hombres, 57 cañones pesados, 4 trenes blindados y 6 tanques con carristas ingleses) marcha hacia la cuna de la Revolución
31 de agosto de 1919. El submarino soviético Pantera sale a navegar al Golfo de Finlandia. Su objetivo es la Bahía de Koporye, donde los barcos británicos y estonios martillean a las tropas 'rojas' que frenan la ofensiva 'blanca' contra Petrogrado. Es una misión para la historia.
Alexander Zelenoy, Jefe de las Fuerzas Navales del Mar Báltico, quiere demostrar a su oponente, el contraalmirante Walter Cowan, que pese al reciente y espectacular ataque inglés a la base naval de Kronstadt, la flota 'roja' mantiene su poder de combate.
Para devolver el golpe a la Royal Navy, Zelenoy ha elegido al mejor de sus hombres: el teniente de navío Alexander Nikolaevich Bakhtin. A sus 24 años, el joven comandante del Pantera es el submarinista más capacitado de la Flota del Báltico. Y una estrella en constante ascensión.
En la cabeza del Primer Ministro aún resonaban las palabras del Secretario de Guerra. "Esta operación es una insensatez. No sólo no lograremos los objetivos, sino que sufriremos grandes bajas en el empeño". ¿Y si Winston Churchill tenía razón?, volvió a preguntarse Lloyd George.
Agosto de 1919. Gran Bretaña se dispone a acabar con la Flota Roja del Báltico. La coalición antibolchevique planea tomar Petrogrado, la capital de la Revolución, lo que exige eliminar la amenaza que suponen los acorazados y cruceros soviéticos para el flanco norte de la ofensiva
La misión recae sobre los hombros del contraalmirante Walter Cowan, oficial al mando del destacamento de la Royal Navy en el Mar Báltico, quien tiene sus propios motivos, entre ellos la seguridad de sus buques, para desear el hundimiento del Andrei Pervozvanny y del Petropavlovsk