De buena fuente puedo contarles que las autoridades federales habían acordado con las de la Catedral Metropolitana resguardar el Zócalo a partir del lunes —como se hace cada año previo al Grito— pero, por razones aún no claras, el cierre se adelantó un día.
Las autoridades federales no avisaron a las de la Catedral ni al Gobierno de la Ciudad de México que adelantarían un día el resguardo del Zócalo con motivo del Grito. El gobierno capitalino negoció que se permitiera el acceso a la Catedral para la misa de 12.
Nunca había ocurrido una falla de comunicación por parte del gobierno federal con las autoridades eclesiásticas con motivo de los preparativos del Grito en el Zócalo como la que sucedió hoy. Ni el gobierno de la CDMX estuvo enterado de la decisión de adelantar el cierre.
Las versiones que circulan en el sentido de que la Catedral está tomada por soldados no es correcta. El operativo es el mismo de todos los años, pero la falla consistió en adelantarlo sin dar aviso a las autoridades de la Catedral y al gobierno capitalino.
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