Los datos emergentes indican que COVID-19 puede desencadenar no solo el síndrome de Guillain Barré sino otras enfermedades neurológicas autoinmunes que requieren vigilancia para el diagnóstico temprano y el inicio de la terapia.
Las cosas están cambiando rápidamente, ya que solo en las últimas 4 s. se han informado los primeros eventos neurológicos desencadenados por COVID-19 con al menos 11 casos de SGB, observada en los 4 puntos calientes principales de COVID-19: Wuhan, Italia, España y ahora Francia.
Wuhan: 1 caso.
Italia: 6.
España: 2.
Francia: 2.
Estos casos tempranos de SGB, brindan pistas tempranas sobre qué esperar en los próximos meses con respecto a las afecciones neurológicas autoinmunes agudas comunes.
SGB, polineuritis craneal, encefalitis, encefalomielitis, etc.
En esta pandemia, los neurólogos ahora deben saber que un paciente que presenta una enfermedad paralítica aguda, como GBS, encefalomielitis o miositis, incluso sin fiebre, disnea o cualquier síntoma sistémico, puede representar la primera manifestación de COVID-19.
Esto es convincente, considerando que solo el 43% de los pacientes positivos para COVID-19 al ingreso tienen fiebre y muchos de los pacientes actuales con SGB no tenían ningún síntoma de COVID-19 en el momento de la presentación.
Estos primeros casos de SGB también destacan que dos signos clínicos y de laboratorio, anosmia / ageusia y linfocitopenia / trombocitopenia, son señales de alerta para sospechar COVID-19 en pacientes por lo demás asintomáticos con eventos neurológicos agudos.
Confirman además de que COVID-19 puede desencadenar autoinmunidad neurológica.
Sin embargo, a diferencia de otras enfermedades neurológicas posvirales, el COVID-19 requiere un alto grado de sospecha como un posible desencadenante oculto para prevenir la transmisión viral inadvertida al personal de atención médica y a los familiares del paciente.
La anosmia y la ageusia son muy informativos sobre la neurovirulencia de COVID-19 o incluso sobre la posible entrada viral al cerebro.
No será inesperado en las próximas semanas y meses ver a pacientes infectados con COVID-19 con signos neurológicos relacionados con múltiples nervios craneales, tronco encefálico y nervios periféricos con realce de MRI en nervios y meninges.
Entre otras enfermedades autoinmunes asociadas con COVID-19, la primera preocupación alarmante es la miopatía inflamatoria, especialmente la miositis autoinmune necrotizante porque ahora se informan niveles muy altos de CK> 10,000 con mialgia y debilidad en >10% ptes infectados.
Aunque la miopatía asociada a COVID-19 aún no se ha estudiado, solo se ha caracterizado como lesión del músculo esquelético o rabdomiólisis; dos casos recién publicados sugieren una miositis autoinmune necrotizante (NAM) desencadenada por COVID-19 autoinmune.
Los síntomas miopáticos en una enfermedad viral sistémica grave son multifactoriales, pero un inicio agudo de debilidad muscular grave con aumento de marcadores inflamatorios y aumento de CK en miles, es consistente con miopatía inflamatoria autoinmune dentro del espectro NAM.
Las causas más comunes de NAM no son solo el uso crónico de estatinas sino también autoinmunes, paraneoplásicos o posvirales.
Se necesitan con urgencia estudios con biopsia muscular y detección de anticuerpos en estos pacientes porque la terapia con IgIV puede mejorar la fuerza, reducir la morbilidad y facilitar la recuperación.
La miositis asociada a COVID-19 también es muy interesante porque el ACE-2 se expresa también en el músculo esquelético.
COVID-19 puede representar el primer virus directamente capaz de infectar fibras musculares. Ninguno de los virus implicados en la miositis desencadenada por virus hasta ahora ha demostrado infectar músculos.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Existe una nueva teoría sobre los orígenes y la propagación de la enfermedad de Parkinson.
Causas probables de la enfermedad : tóxicos ambientales que se inhalan o se ingieren.
Se propone que la enfermedad sería el resultado de procesos que comienzan o en el centro olfatorio del cerebro (bulbo olfatorio y núcleo olfatorio anterior) o en el tracto intestinal y están ligados a factores ambientales cada vez más reconocidos como factores contribuyentes de la enfermedad.
Los autores del estudio sostienen que la inhalación de ciertos pesticidas (Paraquat), productos químicos comunes de limpieza en seco, desengrasantes tricloroetileno (TCE) y percloroetileno (PCE) y la contaminación del aire conducen a un modelo de la enfermedad que prioriza el cerebro y que podrían ser causas comunes de la formación de alfa-sinucleína tóxica. La alfa-sinucleina es una proteína mal plegada que con el tiempo se acumula en el cerebro en grupos, son los llamados cuerpos de Lewy , y causan una disfunción progresiva y muerte de muchos tipos de células nerviosas, incluidas aquellas en las regiones del cerebro productoras de dopamina que controlan la función motora.
La nariz y el intestino están revestidos por un tejido blando y permeable, y ambos tienen conexiones bien establecidas con el cerebro. En el modelo del cerebro, primero las sustancias químicas se inhalan y pueden ingresar al cerebro a través del nervio responsable del olfato. Desde el centro del olfato del cerebro, la alfa-sinucleína se propaga a otras partes del cerebro, principalmente a un lado, incluidas regiones con concentraciones de neuronas productoras de dopamina.
La muerte de estas células es un sello distintivo de la enfermedad de Parkinson.
Informe de caso sobre un individuo expuesto a 217 dosis de vacuna ARNm contra COVID.
The Lancet Infectious Diseases informa sobre un individuo hipervacunado, de 62 años, de Magdeburgo (Alemania) que recibió, deliberadamente, 217 dosis de vacuna ARNm contra COVID en un periodo de 29 meses.
Esto se produjo fuera del contexto de un estudio clínico.
Los resultados de este caso se resumen a continuación : 1. Sin efectos adversos hasta ahora. 2. Aumento de la cantidad de anticuerpos contra el SARS-CoV-2. 3. Cero infecciones. 4. Inmunidad a otros patógenos intacta.
La persona en mención dijo que él mismo se había vacunado 217 veces. 134 de estas vacunas han sido confirmadas oficialmente.
Se conoció de su existencia a través de artículos periodísticos. Luego se pusieron en contacto con él y lo invitaron a someterse a varias pruebas.
Se evaluó a 15 pacientes con LES grave (ocho pacientes), miositis inflamatoria idiopática (tres pacientes) o esclerosis sistémica (cuatro pacientes) que recibieron una única infusión de células T del receptor del antígeno quimérico (CAR) CD19 después del acondicionamiento previo con fludarabina y ciclofosfamida.
La eficacia de la infusión hasta dos años después se evaluó mediante los criterios de remisión de la Definición de Remisión en LES (DORIS), la respuesta clínica principal del ACR-EULAR y la puntuación en el Índica de actividad del European Scleroderma Trials and Research Group (EUSTAR).
En esta serie de casos, la transferencia de células T con CAR CD19 pareció ser factible, segura y eficaz en tres enfermedades autoinmunes diferentes.
Se documentan los primeros casos de Alzheimer por transmisión, en personas que habían recibido hormona del crecimiento (hGH) extraída de cerebros de cadáveres humanos (procedimiento que actualmente ya no se utiliza). Décadas después presentaron signos de inicio temprano de la enfermedad.
Décadas después presentaron signos de inicio temprano de la enfermedad. La administración hormonal había sembrado la proteína beta-amiloide por un mecanismo similar al prión, lo que arroja información sobre la biología básica de este trastorno neurodegenerativo.
Una clara evidencia de transmisión iatrogénica de l enfermedad de Alzheimer.
Se examinó a un pequeño grupo de personas que se encontraban entre al menos 1.848 pacientes tratados entre 1959 y 1985 con una hormona del crecimiento extraída de cadáveres.
Parte de la cohorte ya había muerto a causa de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) porque sus infusiones hormonales contenían proteínas infecciosas llamadas priones.
El estudio examinó a ocho personas que habían recibido la hormona cuando eran niños, pero que no desarrollaban ECJ.
Cinco de estos pacientes mostraron síntomas consistentes con el Alzheimer de inicio temprano.
En tres de los pacientes, los estudios biológicos y de autopsia apoyaron un diagnóstico de Alzheimer, y fueron sugerentes en un cuarto.
La evidencia emergente sugiere que las vacunas contra el VPH son efectivas después de una sola dosis, en lugar de las dos o tres que se recomiendan actualmente en la mayoría de los países.
La OMS aconsejó el año pasado una dosis única de la vacuna (esto facilitará la distribución, particularmente en países de bajos y medianos ingresos).
El Strategic Advisory Group of Experts on Immunization (SAGE) de la OMS evaluó la evidencia que ha ido surgiendo en los últimos años de que los esquemas de dosis única brindan una eficacia comparable a los esquemas de dos o tres dosis.
Idealmente, la vacunación contra el VPH debe administrarse a niñas de 9 a 12 años de edad. Es posible que las personas que se vacunan después de volverse sexualmente activas ya hayan estado expuestas a uno o más tipos de VPH. Aunque la vacunación contra el VPH no prevendrá ni… twitter.com/i/web/status/1…
— Se recomienda la vacunación hasta los 26 años de edad para personas no vacunadas previamente.
— Se recomienda la toma de decisiones clínicas compartidas con respecto a la vacunación para algunas personas de 27 a 45 años de edad.