Les voy a contar de mi #DiaDeLaIndependencia transgeneracional porque yo sé que obvio se mueren por saber 😂
En mi casa, el 15 de septiembre era lo máximo, ¡más importante que navidad! Mi abuela era súper patriota y ha sido muy triste pasar independencias sin ella..
Mi abu era muy católica, tipo, cuando se estaba muriendo quería que le quitaran gelish rojo de las uñas porque decía que @San__Pedro no la iba a dejar entrar al cielo. Sin embargo, si faltábamos a una navidad: se enojaba, se ponía triste, y nos perdonaba.
Pero, si faltábamos a un 15 de septiembre, se enojaba, se ponía triste, y nos reclamaba hasta el siguiente año. Es más, en 2017 que mi abuela enfermó me dijo “este año tienes que venir a dar el grito porque va a ser mi último grito antes de morirme”. Falleció en octubre ese año.
Mi abuela se vestía de charra, y salía por el balcón, se asomaba por las escaleras, o por la ventana y daba su grito mejor que cualquier gobernante.. con los años se fue haciendo algo muy chistoso, porque se le iban olvidando los nombres que tenía que decir..
Era verdaderamente, una fiesta familiar super padre, porque pues a parte de la peda con tequila, comíamos pozole delicioso, y cantábamos con karaoke mexicano y tal.. ¡una delicia!
Cuando mi mamá y yo dejamos de vivir en la misma ciudad que mis abuelos, y tuvimos que pasar nuestro primer 15 de septiembre “fuera de casa” ¡FUE HORRIBLE! Pura politiquería (por su marido de ese entonces) y comida horrenda. Nada de grito con la abuela: nefasto.
Mi mamá y yo extrañábamos muchísimo los 15’s de septiembre con extrañábamos muchísimo los 15s de septiembre con los Gómez, pero pues ni modo. Era lo que nos tocaba. Así que a lo que mejor podíamos recurrir era a un pozolito en fechas patrias para sentirnos cerca de la familia.
Mi mamá no cocinaba muchas cosas, pero el pozole era algo que le salía ¡delish! Y de vez en cuando lo hacía fuera de septiembre y era una joya. Pero, como para todos, comer pozole en septiembre: es lo máximo (o algo así).
Cuando me iba a la universidad en 2012, le pedí a mi mamá un recetario (porque pues como buena hija de señora que no sabía cocinar, yo tampoco sabía mucho), y me compartió varias de sus recetas. Una que otra ensalada quesque pa’la dieta, blah blah blah, y el pozole.
Su recetario es una maravilla: con cantidades al tanteo, faltas de ortografía, sin decir para cuántas porciones, y sobre todo con notitas entre una y otra “estas enchiladas eran las favoritas de tu papá”, “les cuentas a mis nietos que los chiles rellenos eran mi comida favorita”
Y en la del pozole una nota que hasta parece burla “cuando quieras un pozole rico, me vienes a visitar y yo te lo preparo”. Mi mamá se murió en 2014.
(Usted dispense el pedazo de cebolla en la receta).
En 2015 por fin, después de 6 años y ya sin mi mamá pude pasar otro 15 de septiembre con mi familia y con mi abuela, que después de su “¡viva México!” Gritaba “¡y viva yo!” Y si abu, ¡que vivas tú!
A partir de 2018, ya ahora sin mi abuela, empecé a preparar yo el pozole de mi mamá, y se ha hecho mi propia tradición. Esté donde esté: el 15/16 de septiembre se come pozole hecho por mi.
El año pasado que mi relación con @TebanLanda empezó a ponerse más seria le dije: las navidades son tuyas, y no importa si me tengo que chutar a tu familia cada año, con tal de que el 15 de septiembre sea mío y lo festejemos a mi manera.
Este año, fue nuestro primer holiday juntos como pareja de casados, y ¡NO MAMEN! En algún momento se multiplicaron las personas y terminé haciendo pozole para 15 personas (relájense, fuimos a casa de unos tíos, y los demás lo pidieron “para llevar” + recalentado).
No me regañen.
Así que pues cociné (mucho) pozole, me eché un tequilita, me puse mi traje típico (no tan típico) que no podía faltar, y le pinté un bigote a mi marido porque a él no le sale 😂
Jamás me hubiera imaginado alcanzar este nivel de señora en que terminé cocinando pozole en olla gigante para más que un par de personas, sin embargo, este año así fue y fue maravilloso.
Más aún, jamás hubiera esperado lograr este nivel de «patriotismo/nostalgia» de llorar mientras escuchaba el himno nacional como me pasó ayer; así como mi abuela, que se murió llorando mientras escuchaba la marcha de Zacatecas.
Hay muchas cosas que no me encantan de mi México, y la verdad, muchas otras que me dan mucha pena. Pero si algo sí me encanta, es el pozole de la receta de mi madre que está de no mames. (Aunque estoy segura que no tiene nada especial 😂).
Yo no sé mi mamá y mi abuela, pero al menos yo estoy súper orgullosa de haber logrado cocinar una ollota de pozole, y sobre todo ¡de que estuvo delicioso!
Después de este 15, ya me puedo ir a robar el traje de charra de mi abuela y declarar que me lo he ganado por herencia 😂
Ya namás me falta que se me quite la pena de salir por la ventana mientras los demás me hacen segunda para dar el grito de “¡viva México!”, y “¡viva YO!”
Salud a mi abuela, y ¡besos al cielo a estas mujeres!
Me acabo de despertar, se supone que a esta hora ya se estaría sintiendo #delta el cielo sigue claro, me entero que se debilitó. @TebanLanda ronca, Nala gruñe. El viento todavía no se fortalece..
Hasta parece premonición: empezó a escucharse la lluvia y los árboles se empiezan a mecer.. hola #delta
Mi primer huracán, @TebanLanda me guía: es momento de abrir las ventanas y darle espacio al viento para que corra.
Todavía tenemos luz, los vientos no son fuertes: se escuchan los árboles mojados moviéndose de un lado a otro.. tétrico y a la vez tranquilizador.. #Delta