-Mami, te arrepientes de algo que hicieras en el cole?
-Si. Yo hice bullying a un niño cuando tenía vuestra edad.
-Qué dices???
-En mi época, hace 35 años, no se llamaba así. Pero si lo analizamos con los datos de hoy en día, era un bullying como un piano.
-Pero cómo podíais ser tan crueles?
-Es que no éramos crueles. Simplemente queríamos ser aceptados, sentirnos parte del grupo "guay". Y queríamos divertirnos. Nos reíamos mucho. Y ya está. Pero ni yo ni ninguno de mis compañeros de clase éramos crueles ni malas personas.
-Entonces??
-Es que en esa época no había concienciación sobre este tema. Y no creíamos que estuviéramos causando el daño que causábamos.
No es que no tuviéramos empatía; sí que éramos capaces de ponernos en el lugar de alguien que sufria.
Pero no creíamos que ESOS niños sufrieran, y menos un daño irreparable. Ni nadie nos habló sobre ello. Estaba "normalizado", siempre había algún "pringado" en todas las clases. Los profesores también lo veían "normal", "cosas de niños". Y creo que este fue el principal problema.
La falta de concienciación.
Porque en mi clase no había ningún niño malvado ni con graves problemas sociales ni que viniera de un entorno durísimo, ni nada de nada.
Éramos niños que solo queríamos divertirnos y ser "importantes". Inconscientes, ignorantes de las consecuencias
de nuestros actos. Si hubiésemos sido conscientes...no habríamos hecho algo así.
-Y qué hacíais?
-Pues yo de pequeña era muy tímida. Y llevaba parche en el ojo, y gafas, y aparato en los dientes. Y era "la empollona". Y se reían mucho de mi, y me costaba mucho tener amigos.
Y cuando tuve 11 o 12 años decidí que no quería ser una "pringada". Decidí cambiar. Y aquello pasaba por cambiar mi actitud. Empecé a sacar peores notas, y a enfrentarme a los que se reían de mi. Y a ser más agresiva con los más tímidos o torpes. Y funcionó!
De repente los demás se reían de mis gracias. Y ya no me dejaban de lado. Y yo me sentía más importante, y formaba parte del grupo "guay". Y por fin me sentí "bien".
-Pero qué hacíais que fuera bullying?
-Pues había un niño que era "diferente". Más tranquilo, más suave.
No le gustaban los juegos de chicos. Nos pedía permiso a las chicas para jugar con nosotras. Y los de mi grupo nos metíamos con él. Le llamábamos "nena". Le encerrábamos en el baño, o le abríamos la puerta de repente... Le metíamos piedras en la mochila para "hacerle más duro"...
No queríamos que jugara con nosotras, los chicos tampoco querían que jugara con ellos. Al final el pobre siempre estaba solo.
-Qué mal!
-Pues si. Pero, aunque no lo creáis, nunca, jamás, pensamos que él lo pasara tan mal. Nunca le vimos llorar. Nunca nadie nos cogió y nos dijo:
"críos miserables, no os dais cuenta del daño que le estáis haciendo? De que llega a casa llorando, de que tiene terror al cole, de que está solo, de que piensa en el suicidio? De que esto no es justo? De que sois unos mierdas por meteros así con alguien que nunca os hizo nada?".
Nunca nos pusimos así en su lugar. Nunca pensamos que aquello estaba mal. Para nosotros solo era "divertido". Y nos ponía al otro lado de la linea de los "pringados". Nos felicitábamos de no ser nosotros esos pringados. Era lo normal!
-De verdad no sabíais que hacíais daño?
-De verdad. Yo, además, pensaba: "donde las dan las toman, yo recibí de pequeña y ahora me toca dar".
-Y cuándo te diste cuenta?
-Cuando tuve 15 o 16 años, y cambié de cole, y comencé a madurar (supongo), y a conocer todo tipo de gente, y a tener otros amigos. Cuando ENTENDÍ.
-Y qué pensaste?
-Que me había portado como un monstruo. Sabía que no lo era, porque yo en el fondo jamás había querido que alguien sufriera así. Pero en mi ignorancia y en mi necesidad de aceptación me había portado como un monstruo insensible.
-Le pediste perdón?
-Nunca le volví a ver. Marchó del colegio y de la ciudad. Nunca supe más de él. Ni siquiera ahora, que le he buscado por las redes sociales. Nada.
-Y qué le dirías si le vieras?
-Que lo siento en el alma, que fui una absoluta imbécil, y que si podría perdonarme alguna vez.
-Y te acuerdas mucho de él?
-Cada vez que sale en los medios una noticia sobre bullying o el suicidio de un niño. Pero muchísimo más desde que nacisteis vosotros.
-Por qué?
-Porque si alguien os hace a vosotros algo parecido a lo que nosotros le hicimos a él, se iba a enterar.
Y ahora, además de pensar en él, también pienso en sus padres. En lo que tuvieron que sufrir al ver sufrir a su hijo. En lo solos que estarían cuando se quejaran en el cole y les respondieran que "eran cosas de niños". En la fuerza de voluntad que tuvieron de retenerse...
...y no venir a partirnos la cara a todos. Se limitaban a mirarnos con rabia (nos dábamos cuenta, pero eso solo contribuía a que nos metiéramos más con el niño). Una vez nos dijeron: "si os volvéis a meter con mi hijo os vais a enterar". Pero nada más.
-Y hoy hablarías con sus padres?
-Si los encontrara si. Aunque no creo que pudieran perdonarnos nunca.
-No tienes miedo?
-De hablar con ellos no. Pero sí de descubrir que a lo peor, por culpa nuestra, su hijo tuvo problemas serios o tomó decisiones irreversibles.
-Qué harías entonces?
-No lo sé. Supongo que querría morirme... Solo sabría repetir: "lo siento, éramos críos, eran cosas de niños, es verdad...de niños inmaduros que querían divertirse, pero que no tenían madurez ni empatía suficiente para entender...Lo siento tanto..."
-Entonces no hay solución...
-Para él y yo no. Pero sí para el resto de personas con las que yo me encontré a partir de entonces (porque cambié de nuevo, y mucho). Y para vosotros, y para vuestros compañeros, espero. Porque los niños de ahora SABÉIS. Sabéis qué es el bullying,
y cuáles pueden ser sus consecuencias. Hay charlas en los coles, hay cientos de libros y pelis, tenéis testimonios de adolescentes y adultos, a uno y otro lado del bullying.
Ya no podéis escudaros en "son cosas de niños". Esto solo se puede cortar con conocimiento y conciencia.
Ahora os toca a vosotros "jugar al juego del acoso".
Hay 5 jugadores.
Los 4 primeros son la víctima (que no lo elige) y 3 cobardes: el acosador, los que apoyan al acosador acosando a su vez, y los que callan por miedo a sufrir ellos mismos el acoso.
Y hay un quinto jugador:
el que denuncia a los acosadores y apoya a la víctima.
Yo siempre estuve entre los 4 primeros.
No elegí ser la víctima. Pero sí elegí ser uno de los otros tres. Nunca tuve el valor de elegir ser la quinta jugadora. Y esa pena y esa vergüenza me van a acompañar toda la vida.
Ojalá que en vuestros coles nunca seáis elegidos como víctimas. Si ocurriese, decídmelo, y lo trabajaríamos.
Pero seguro que en algún momento os va a tocar elegir uno de los otros 4 jugadores. Cuál vais a elegir, ahora que SABÉIS y ENTENDÉIS? Los 3 cobardes o el único valiente?
(Es difícil que una víctima de bullying perdone a quienes le acosaron o intente comprender sus motivos. Normal.
Pero no todos los niños acosadores son "malos". Muchos son solo inmaduros o ignorantes. Muchos son recuperables, si se les ayuda a entender las cosas.
Los niños con 10 años todavía no han tenido ocasión de forjar su carácter. Son "como nacieron", y no todos nacen fuertes, valientes y seguros de sí mismos.
Y son "espejo de sus casas". No todos crecen en entornos respetuosos con las emociones y dialogantes. Tampoco ellos eligen.
Jamás el acoso será justificable. Pero a lo mejor un hilo escrito desde el punto de vista de una niña de 10 años "sin inteligencia emocional" pero con potencial para desarrollarla, puede hacer entender un poco mejor a algunos de esos pequeños acosadores, y a que ellos entiendan)
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Adolescente de 16 años con malas notas. Los padres deciden que no saldrá de casa hasta que estudie. Mientras están comprando, anuda varias sábanas y se descuelga desde el cuarto piso. Se sueltan los nudos y cae al patio.
Adolescente de 14 años. Quiere salir con chic@s y porque tiene en el móvil videos demasiado sexuales para el gusto de los padres, que no lo ven apropiado para su edad. Discuten y le prohíben salir esa noche. A las 5 de la mañana salta desde la ventana del primer piso a la calle.
En ambos casos fueron vecinos los que oyeron el ruido y los gritos de dolor. Llamaron a la policía y al 112. La policía localizó a los padres cuando ya estábamos allí atendiéndoles.
Unos padres estaban comprando cuando recibieron la llamada. Los otros estaban durmiendo.
Concienciar sobre el alcohol, el tabaco, ciertas condiciones o conductas de riesgo de forma general sin entrar en prejuicios, juicios personales (ya ni hablar de burlas, críticas, estigma, aislamiento...que merecen otro calificativo) es muy difícil.
Pero creo que es necesario.
En varios hilos he hablado de por qué el ALCOHOL, en concreto, genera en el personal sanitario de urgencias y emergencias unas reacciones negativas que no generan otras conductas o patologías de riesgo.
Y con motivo de estas fiestas lo vuelvo a explicar.
No todo el que consume alcohol es alcohólico.
Y las personas adictas no lo son "porque quieren". Ninguna adicción es voluntaria. Es el conjunto de mil factores: físicos, genéticos, vitales, emocionales, sociales...
Y hay que ayudarlas cuando y cuanto lo precisen. Cero juicios.