¿De dónde salieron los barrios de Buenos Aires? ¿Son 100 o no? ¿Por qué algunos son oficiales y otros no? Por serio que hoy parezca vivir en Balvanera, hace 50 años nadie hubiera usado ese nombre. Y, en cambio, hubo muchos otros que quedaron en el camino. Veamos algunos ejemplos.
Hasta 1968/1972 los barrios porteños fueron convenciones sociales sin existencia formal. Para eso Buenos Aires se dividía en parroquias, circunscripciones, distritos escolares, etc. A principios de siglo hasta tuvo subintendencias: Flores, V. Sársfield, Belgrano y Boca-Barracas.
En 1972 el intendente Saturnino Montero Ruiz decretó que la ciudad estaría dividida en 46 barrios. Para eso revivió algunos nombres caducos y condenó al olvido a otros. Muchos quedaron como barrios "no oficiales". Es difícil explicar por qué Once no es "de verdad" y Balvanera sí.
Balvanera era el nombre de una parroquia y de una circunscripción electoral, pero nunca fue una identidad. En todos los planos antiguos aparece el barrio del Once (1916, 25, 31, 36). A veces Congreso y Abasto, pero nunca Balvanera. Hoy los tres barrios reales son "no oficiales".
Caso similar es San Nicolás, alias Microcentro. En la división más antigua corresponde a Catedral al Norte (nombre que sobrevive en la Escuela 4). San Nicolás era una parroquia, no un barrio. Y encima la iglesia homónima se demolió en 1931 para erigir años más tarde el Obelisco.
Uno podría pensar que Montero Ruiz simplemente tomó los nombres de las parroquias o de las circunscripciones y las hizo barrio, pero no. Muchas quedaron fuera, como Concepción o San Ignacio. Y algunas que sí tenían una identidad barrial asociada fueron ignoradas, como el Socorro.
Retiro, el Socorro y la Recoleta siempre fueron un continuo difuso. Pero si algo terminó de matar al Socorro, además de los límites de Montero Ruiz, fue que la Avenida 9 de Julio le pasó por encima y lo partió en dos. Entre sus víctimas, el Pasaje Seaver.
Vamos ahora a un barrio "revivido". San Telmo había sido abandonado desde la gran epidemia de 1871, en todo sentido. Para 1972 el nombre estaba fuera de uso desde hacía décadas. Luego, el turismo lo terminaría de volver a la vida. Hoy nos parece el barrio por definición.
En Mataderos el intendente Montero Ruiz laudó entre dos nombres que coexistían desde hacía añares: Nueva Chicago, el original y metafórico puesto por las inmobiliarias; y Mataderos, el literal. Los dos hablaban de lo mismo. El nombre olvidado goza de buena salud en el fútbol.
Vélez surgió en Floresta y por eso se llama así: otro caso en que compitieron dos nombres. De hecho, la estación de tren pasó de llamarse Floresta a Vélez Sársfield en 1888 y de nuevo Floresta en 1944. Montero Ruiz terminó de enterrar aquel nombre y hoy su club está en Liniers.
En Parque Patricios se le dio entidad a un nombre popular que no tenía correlato oficial: es como si la ley reconociera barrios a Parque Centenario o Plaza Irlanda, por nombrar dos micromundos. La denominación anterior, Corrales, entonces ya en desuso, dejó algunos pocos rastros.
Otros nombres que estaban todavía en uso terminaron de morir con la delimitación de los barrios de 1972. Hoy sólo un club social sobre la Avenida Córdoba entre Serrano y Thames recuerda que esa zona no era Palermo ni Villa Crespo, sino Villa Malcolm, que fue abducida.
Palermo, cuya parte "original" coincide con el Parque 3 de Febrero (incluyendo la parte que ocupa la Sociedad Rural), se extendió tanto que absorbió cualquier cantidad de barrios y a su vez dio origen a otros nuevos. Villa Alvear luego fue Palermo Viejo y hoy le decimos Soho.
Otras identidades absorbidas por Palermo sobreviven, como Barrio Parque (también Palermo Chico) o Pacífico, nombre que estaba perdiendo uso y quizás haya sido rescatado por el Metrobús. Se llama así por el puente sobre Santa Fe del FC Buenos Aires al Pacífico, hoy San Martín.
Flores y Belgrano quizás eran los dos casos más fáciles: ambos fueron pueblos independientes e incluso pertenecieron a la Provincia hasta 1887, cuando se amplió el territorio de la Capital Federal para absorber a esos dos partidos bonaerenses. Siempre tuvieron identidad definida.
¿Y Barrio Norte? ¿Qué es Barrio Norte? Es ese corredor donde viven señoras indignadas. Técnicamente puede ser Retiro, Recoleta o Palermo, mientras esté la Avenida Santa Fe. La denominación es antigua, nunca fue oficial y parece tener los medios suficientes para sobrevivir a todo.
En cambio, no está tan claro dónde vive alguien que resida cerca de la actual Plaza Houssay. Técnicamente es la frontera entre Recoleta y Balvanera, pero no termina de ser ninguna. Hay un por qué: antes de Montero Ruiz esa zona hoy algo anodina fue conocida como Barrio Clínicas.
Vamos cerrando para no aburrir. El "verdadero" Caballito no estaba en Parque Rivadavia sino en una pulpería en Emilio Mitre y Rivadavia, y el nombre se usaba para lo que hoy es Caballito Sur. La zona hacia Parque Centenario recibió alguna vez el nombre de Villa Centenario.
Por último, un barrio ignorado, reconocido, borrado y vuelto a reconocer. Parque Chas, formado en 1925, quedó dentro de Agronomía en la ordenanza de 1972. Fue reconocido como barrio en 1976, pero la dictadura lo dejó sin efecto. Parque Chas recién volvió a ser barrio en 2005.
La que nunca volvió es la Avenida La Internacional, nombrada junto al resto de las calles de Parque Chas en 1933. Todas homenajean a ciudades europeas, varias vinculadas al socialismo. En 1942 una "Comisión Interventora de Vecinos" designados a dedo la renombró Gral. Victorica.
Muchos otros barrios quedaron en el camino; algunos nunca tuvieron arraigo popular, como el Barrio Casullo (Barrio River); otros fueron olvidados, como Villa Mazzini; y algunos sobreviven casi como nombres de nicho, como el Barrio Cafferata, hoy dentro de Parque Chacabuco.
También hay nombres que habían quedado en el olvido mucho antes de que Montero Ruiz armara su Arca de Noé barrial. Alguna vez el área alrededor del Parque Las Heras, donde estaba la Penitenciaría Nacional, fue una zona sombría y llena de maleantes conocida como Tierra del Fuego.
En conclusión: si se sienten del Once, del Abasto, Congreso o Parque Centenario está bien. Hasta hace poco Balvanera, San Nicolás o aún Monserrat no existían como barrios. Algún día habrá que hacer algo: ¿cómo puede ser que Once o el Abasto estén condenados a la clandestinidad?
Pueden leer más sobre este tema en este muy buen artículo de Fernando Sánchez Zinny, "Barrios que fueron quedando en el camino". También hojeando planos de época y en Wikipedia, donde tienen artículos por ejemplo el Socorro o la Tierra del Fuego.
Bueno, esto fue "Arqueología rápida de los barrios porteños", ¡y espero que les haya gustado! Aclaro nuevamente que este repaso no es exhaustivo ni en tiempo ni espacio, pero me alegraré si le despierto la curiosidad a alguno. Buenos Aires no tiene 100 barrios: quizás tenga más.
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La semana pasada estuvo en Buenos Aires mi amigo @gajodeluz con un dron. Va hilo con algunas postales porteñas que estuvimos haciendo. Estuvo, bah: a lo sumo tiré yo alguna idea. Algunas son medio obvias pero otras creo que les pueden interesar. Síganme, no los voy a defraudar.
Empecemos donde todo empezó: la Plaza de Mayo, con la pirámide y la ronda de pañuelos desde arriba. Este era un día brumosísimo, el domingo 5, en que terminamos en la Feria del Libro. Para la paranoia del Presiduende es rarísimo que no estuviera Pato con un FAL bajando drones.
De derecha a izquierda: el antiguo Palacio Municipal, la Avenida de Mayo, el Cabildo y la Diagonal Sur, con el Palacio del HCD y el Monumento a Roca al fondo. Nótese la medianera siempre horrible del Pasaje Roverano detrás de la reconstrucción del Cabildo histórico.
En estos días de reivindicación de Mirtha Legrand se me ocurrió ponerme a rastrear los afiches de todas sus películas en la mejor calidad posible. Vamos con el hilo definitivo de Mirtha Legrand, ícono del cine argentino (?). Todos sus carteles cinematográficos en orden.
Nos salteamos "Hay que educar a Niní" (1940) y "Novios para las muchachas" (1941) para arrancar por su primer protagónico, "Los martes, orquídeas" (1941). ¿Sabían que nos la copió Hollywood? Fue adaptada como "You Were Never Lovelier" (1942), con Rita Hayworth y Fred Astaire.
El segundo protagónico de Mirtha fue en "Soñar no cuesta nada" (1941), junto a Silvia. No pongo datos de director y elenco porque salen en los afiches. Del cartel original de Argentina Sono Film (el segundo) no encontré versión en alta; el otro es de la distribución española.
En estos días circularon rumores de que el gobierno de MiIei piensa implementar el modelo de open access ferroviario, pero se leen cosas muy confusas. La apertura del sector ferroviario a la competencia no requiere vender nada y sí bastante mejor Estado. ¿En qué consiste? Veamos.
Tradicionalmente, una misma empresa ferroviaria es la dueña de las vías y la responsable de los servicios (de pasajeros o carga). Así funcionó Ferrocarriles Argentinos hasta 1993 y también las concesiones del menemismo, como responsables de sectores "propios" de una red loteada.
En buena medida, el ferrocarril fue considerado un monopolio natural: a diferencia de la red vial, que habilita infinitas combinaciones de rutas, en los FFCC hay una coordinación muy precisa entre la infraestructura, el control de circulación y la operación en sí (correr trenes).
Con la evasión en los trenes, el nivel de subsidio y lo caro que nos sale contratarle los molinetes a Indra sería interesante alguna vez una prueba piloto del "sistema de honor" alemán: acceso libre, pero controles aleatorios y multas altísimas para quien no haya pagado boleto.
¿Cómo se paga el boleto? En principio igual, validando al iniciar el viaje (por ejemplo, con validadoras SUBE en el andén o colectivos). En la mayoría de las ciudades alemanas se usan tanto boletos digitales en QR como títulos de papel que se validan "picándolos" antes del uso.
Sólo comparando el funcionamiento real podría verse si es más o menos eficiente en recaudación. A priori podría ser más barato de controlar y más efectivo contra la evasión. Por lo pronto, donde lo adoptaron (Alemania, Austria, Suiza, Hungría, California) no volvieron atrás.
A ver si el tiroteo en el subte pone en agenda el peligro de que Retiro se haya convertido en un foco de delincuencia. Laburantes que vienen del GBA, turistas que van a tomar un micro, todos expuestos. No es progre reivindicar la precariedad ni facho querer que no te roben.
Las veredas de la Av. Ramos Mejía son tierra de nadie: mayor presencia policial sería disuasoria para el punguerío al menos por donde circulan transeúntes y turistas. No puede ser que estés esperando el bondi y te tajeen la mochila o que haya que zigzaguear esquivando puestos.
Luego está la línea del GCBA (acompañada por cierto progresismo) de que basta con "reconocer" el "Barrio 31" tal como está, romantizando la ocupación del espacio público, los callejones y las construcciones informales en lugar de urbanizar lo posible+relocalizar lo imposible.
La facilidad con la que aceptamos que una ciudad con la vida nocturna de Buenos Aires no tenga subte 24 horas los viernes y sábados.
Al menos, el subte podría funcionar hasta la 1:20, como era en la época estatal. Con la privatización se corrió el horario a las 22:30 con la excusa de hacer obras y jamás se recuperó (aunque hace unos años el GCBA lo extendió media hora más a cambio de atrasar la apertura).
Por supuesto lo mismo vale para los trenes metropolitanos, con la salvedad de que cubren los suburbios y no el pleno centro. El actual horario de cierre de las líneas es muy dispar. El Mitre casi no tiene trenes después de las 10:30 y el San Martín funciona casi toda la noche.