¿Sabían que el león rampante coronado era el animal alegórico tradicional de la Real Armada? ¿Que todos los navíos debían llevarlo como mascarón? ¿Que fue muy famoso el del navío Santísima Trinidad? ¿Pero por qué un león? Hoy lo explico en este hilo sobre mascarones de proa. Hilo
El mascarón de proa era una talla de madera ornamentada o pintada que llevaban los buques en la parte alta del tajamar y bajo el bauprés, como figura alegórica. Su uso fue muy generalizado entre los siglos XVI al XIX, y hegemónicos en el XVIII y XIX, casi obras de arte.
Se supone que son una evolución decorativa y artística del espolón y los ojos del trirreme griego. En España, se implantaron en el siglo XVI como una moda traída por cortesanos tanto nacionales como extranjeros (fundamentalmente italianos). Los motivos solían ser religiosos.
Estas esculturas de talla se esculpían en madera de cedro, fácil de trabajar y poco propensa a la carcoma por la humedad. Las figuras frecuentes era los ángeles o arcángeles y los santos o incluso la Virgen María, aunque su tamaño era inferior a los mascarones posteriores.
Sólo los barcos de mayor porte podían permitirse llevar uno. La sobriedad del reinado de Felipe II desplazó en algunos galeones el uso de mascarones, teniendo líneas más discretas. En el siglo XVII ocurrió algo parecido, aunque siguieron usándose.
Con el advenimiento de los Borbones, el uso de mascarones de proa se generalizó y se incluyó en las Reales Ordenanzas Navales su forma, hasta el punto de anotar en los planos de construcción el lugar donde debía posicionarse, su forma y tamaño.
¿Pero qué figura fue la más usada en la Real Armada como mascarón? El León Rampante Coronado. La explicación hay que buscarla en la tradición de los reinos peninsulares, especialmente en el Reino de León, durante el reinado de Alfonso VII.
El símbolo apareció por primera vez en 1126, aunque posiblemente fuera anterior, y se usó oficialmente en los pendones, escudos y blasones del Reino de León. Desde ese momento, el León Rampante Coronado fue el animal alegórico de tal reino, y por lo tanto de la tradición hispana.
Sin embargo, también hay que destacar que también Inglaterra adoptó el León Rampante como blasón heráldico, aunque en 1154. Durante el reinado de Enrique VIII, comenzó a usarse como mascarón. Rápidamente se extendió su uso a otras marinas de guerra, como la sueca y la francesa.
Sin embargo, en el siglo XVIII, ya sea por tradición naval o heráldica, España comenzó a usarlo como mascarón de proa en todas sus naves y buques, asociándose de esta forma a los navíos españoles, más que a los británicos, suecos o franceses.
Esto fue así porque mientras que otras naciones usaron también otros motivos, España usó exclusivamente el León hasta 1793 cuando a instacia de una Real Orden de Carlos IV se permitió usar mascarones con alegorías al nombre de la nave. Así, comenzaron a usarse otras figuras.
Los Neptunos, Ateneas, y otras deidades marinas o animales mitológicos grecorromanos fueron muy usados, sin embargo, los navíos cuyo nombre no tuviera advocación animal o antropomórfica clara, siguieron usando el León, como el Santísima Trinidad, entre otros.
Además, el león como animal heráldico simbolizaba fuerza, valor y nobleza, valores considerados paradigmático del soldado y marino español. El diseño español fue también muy característico: coronado, con la boca abierta y sosteniene entre sus patas lo que asemeja un ancla o cetro
Incluso podría decirse que el estilo es marcadamente oriental, a diferencia del león heráldico europeo que tiene la cabeza menor respecto al cuerpo. Navíos como El Glorioso, Santa Ana, San Ildefonso, San Hermenegildo o Santísima Trinidad lo usaron como mascarón.
Anecdóticamente el León Rampante se asoció tanto a las Armadas y Marinas de Guerra que desde inicios del siglo XIX hasta nuestros días, las espadas y sables de oficial de todos los países occidentales llevaron la cabeza de un león como diseño del pomo.
Casi podríamos decir que los navíos de la Real Armada y sus dotaciones se comportaron como leones en la batalla frente a, en muchas ocasiones, flotas muy superiores en número, por su fiereza y valor; y citando libremente a don Agustín Rodríguez: “fuimos el león contra la jauría”.
Por todo esto, deberíamos considerar el león como el animal alegórico de España y nuestra Armada, y no el toro como parece que ocurre en nuestros días.
Imágenes variadas y del @Museo_Naval de Madrid
Láminas de Carlos Parrilla
Gracias por leer.
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Tal día como hoy, 4 de julio de 1776, las Trece Colonias se declaraban independientes del Reino Unido, como los Estados Unidos de América. España apoyaba a los estadounidenses con grandes sumas de dinero, uniformes, armas, y tropas. Sin ella nunca lo hubieran conseguido.
Desde 1775, a través de la empresa Roderique Hortalez y Cía y con intermediación del gobernador de la Luisiana Luis de Unzaga, Diego de Gardoqui y Pierre Caron de Beaumarchais, España envió a los patriotas la friolera de 6.150.000 Reales en monedas de a ocho, el spanish dollar.
Además, a través de las empresas y filiales de Roderique se enviaron 216 cañones, 27 morteros, 30.000 mosquetes y bayonetas, 51.314 balas, 300.000 libras de pólvora, 12.868 granadas de artillería, 30.000 uniformes, 32.000 varas de paño, 18.000 mantas y 4.000 tiendas de campaña.
Tal día como hoy, 9 de junio de 1770, la división española de 4 fragatas del capitán de navío Ignacio de Madariaga expulsaba a los británicos de las islas Malvinas. Los británicos habían bautizado su asentamiento como Port Egmont; los españoles como Puerto Soledad.
Aunque los franceses del conde de Bougainville habían sido los primeros en asentarse en las islas, el archipiélago pertenecía legítimamente a España. Así terminarían evacuándolo. Los británicos tratarían en varias ocasiones de hacerse con ellas por su importancia estratégica.
Este asentamiento, aunque intentó ser ocultado por los británicos, no pasó desapercibido en España, y el espionaje español consiguió localizarlo; el rey Carlos III ordenó que los británicos fueran desalojados con la división naval del río de la Plata.
Tal día como hoy, 4 de mayo de 1588, una flota de 200 buques y con 23.375 ingleses se presentaba en Coruña para tomar la ciudad. La heroica defensa de Juan Pacheco de Toledo con 1.500 hombres, y mujeres, la derrotaría. El desastre fue tal que se llamó la Invencible Inglesa.
Isabel I había organizado una grandísima escuadra compuesta por 6 galeones reales, 60 mercantes armados, 60 filibotes, 20 pinazas y un gran número de transportes de tropas, en total unos 200 buques; la tropa eran 23.375 hombres, entre soldados y marineros.
El mando de tan impresionante contingente lo ostentaba Francis Drake, con apoyo de John Norreys, Walter Raleigh y Robert Devereux, los principales almirantes y cortesanos ingleses. Por su parte, la expedición estuvo financiada por capital real y privado, incluyendo holandés.
Tal día como hoy, 30 de abril de 1657, una escuadra inglesa de 23 navíos de guerra atacaba la Flota de Indias en Santa Cruz de Tenerife recién llegada de La Habana y Veracruz. Si bien los ingleses destruyeron 2 galeones y 7 mercantes, Diego de Egües había desembarcado la carga.
A pesar de la superioridad numérica, pues la Flota de Indias estaba compuesta por 21 mercantes y sólo 2 galeones de escolta, los ingleses no pudieron cumplir con su objetivo. Por esta razón ambos contendientes se atribuyeron la victoria, recompensando a los participantes.
España perdió parte de su Flota de Indias y escolta de galeones, si bien consiguió desembarcar la carga que era la prioridad, teniendo más bajas. Inglaterra sufrió desperfectos en su flota aunque consiguió salir de puerto sin grandes bajas, pero sin lograr su objetivo.
Tal día como hoy, 27 de abril de 1521, en la batalla de Mactán que se libró en la isla de Cebú, murió Fernando de Magallanes al enfrentarse con 49 de sus hombres a 1.500 nativos del caudillo Lapulapu. El resto de los expedicionarios observaban desde sus naves la batalla.
A causa de la orografía rocosa de la isla, Magallanes no pudo desembarcar directamente, ni recibir apoyo de la artillería de sus naves, por lo que tuvo que anclar en la distancia y llegar en botes hasta la playa. Para la misión, Magallanes eligió a 48 hombres, sobresalientes.
Los sobresalientes eran soldados embarcados, un tipo de infantería anterior a la de Marina. Usaban espada, rodela y media armadura. Al desembarcar, tuvieron que andar casi un km y tenían el agua por encima de la rodilla. Los nativos se lanzaron contra los fatigados soldados.
Tal día como hoy, 18 de abril de 1593, en aguas francesas, la flota de Pedro de Zubiaur desembarcaba en Blaye en apoyo a la Liga Católica. Al llegar una inglesa de 60 naves en apoyo a los hugonotes, los españoles abordaron y destruyeron la capitana y almiranta, tomando 6 más.
Los católicos franceses de la Liga Santa o Liga Católica de Francia habían tomado Blaye y se encontraban bajo asedio de las tropas reales, con apoyo de los hugonotes y los ingleses. España había organizado una flota de 20 filibotes y pinazas con sus Tercios para apoyarles.
La flota de bloqueo anglo-francesa esta compuesta por unos 60 buques, de los cuales 6 eran galeones de guerra ingleses de almirante Wilkenson, y otros 6 galeazas. La flota de Zubiaur forzó el bloqueo y consiguió desembarcar las tropas españolas para que se unieran a la defensa.